MÁLAGA 31 May. (EUROPA PRESS) -
La Diputación de Málaga ha editado un Protocolo de Transversalidad para el fomento de la igualdad entre hombres y mujeres en la administración pública, como parte de las actividades que se están poniendo en marcha dentro del III Plan Transversal de Género 2010-2013.
El objetivo es establecer un instrumento eficaz de garantía para el conocimiento y aplicación de las políticas transversales de la Diputación, a través de un protocolo que debe ser conocido por todos los trabajadores del ente provincial y que va destinado a todas sus delegaciones y servicios.
De esta forma, recoge las directrices básicas a seguir para facilitar la integración de la igualdad y supervisar que sus acciones vayan siempre encaminadas a un trato no discriminatorio, según han informado desde el ente supramunicipal en un comunicado.
Entre las medidas que incluye este catálogo está el uso igualitario del lenguaje e imagen en la Diputación en su comunicación interna y externa, en sus relaciones con la ciudadanía y otras instituciones; y la incorporación sistemática de la variable sexo y del análisis de género en todos los estudios, investigaciones, memorias, informes estadísticos, etcétera, que se lleven a cabo.
Del mismo modo, los órganos de contratación del ente supramunicipal señalarán la preferencia de la adjudicación de los contratos de aquellas empresas que tengan la marca de excelencia y algún distintivo similar en materia de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres o que desarrollen medidas destinadas a lograr la igualdad.
Asimismo, en cada delegación de la Diputación existirá una persona referente de Transversalidad encargada de coordinar las acciones concretas del citado plan; mientras que, por otro lado, toda la formación que se imparta desde la corporación incluirá la perspectiva de género en su contenido, cuidando el lenguaje y la imagen de forma igualitaria.
EVITAR EL LENGUAJE SEXISTA
Dentro de este Protocolo de Transversalidad, la Diputación también ha contemplado una serie de reglas para evitar un lenguaje sexista en la administración con el objetivo que sus trabajadores tomen conciencia de que los cambios también deben reflejarse en el idioma.
El fin es apostar a favor de la igualdad en el uso de la lengua, con medidas como la realización de cursos de formación, la corrección de todo tipo de documentos, la publicación de guías, manuales, libros de estilo, etcétera; para evitar el sexismo lingüístico en general o para corregirlo en ámbitos concretos, como puede ser el administrativo, el periodístico o el publicitario.