Málaga.- Festival.- Amigos de Rafael Azcona le recuerdan como "un hombre de la calle" y sin vanidad

Actualizado: martes, 8 abril 2008 17:21

MÁLAGA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -

Amigos del guionista Rafael Azcona, fallecido recientemente, se reunieron hoy en el 11 Festival de Cine Español de Málaga para recordarle y rendirle su particular tributo, que se completará con una gala homenaje esta noche en el Teatro Cervantes. Ante todo, le definieron como "un hombre de la calle", que no era vanidoso a pesar del éxito de sus trabajos.

El guionista David Trueba consideró que las conversaciones con Azcona "eran bastante reales porque era un hombre poco dado a la invención". Expuso que le conoció en 1985, y, cuando le contó que quería dedicarse a escribir guiones, le dijo que no lo hiciera "y con el tiempo entendí por qué", apuntó.

Asimismo, destacó durante una mesa redonda que "siempre tuvo un segundo empleo, negar la importancia de Rafael Azcona", y que se definía como "un novelista frustrado, que escribía guiones para sobrevivir".

Por su parte, el periodista Juan Cruz recordó que la leyenda decía que Azcona no se dejaba ver, y, además, no cogía el teléfono. Fernando Trueba le convenció de que esto era falso, lo llamó y fue a verle ese mismo día, algo que le resultó "increíble". Desde entonces fueron amigos.

El escritor y periodista Luis Alegre le conoció en un viaje a Berlín con el equipo de la película 'Belle Époque'. "Cuando estábamos en el aeropuerto vino un hombre que dijo que era Rafael Azcona", apuntó, a lo que añadió que todos los que estaban allí le habían imaginado de otra manera.

Además, contó que su relación se afianzó cuando le contó que era amigo de Julio Alejandro, guionista que trabajaba para Luis Buñuel, y le sorprendió la admiración que Azcona mostró por este profesional. Se encargó de presentárselo en una tarde que recuerda como "una de las mejores de mi vida".

El periodista de 'El País' Ángel Sánchez-Harguindey destacó "todo lo que me ha enseñado", al tiempo que manifestó que era una persona "que disfrutaba de los pequeños placeres de la vida" y "aborrecía los halagos de su obra", porque consideraba que el suyo era "un oficio que hacía lo mejor que podía". "Siempre descubría cosas nuevas de él, que era un gran observador de la vida", apostilló.

"UN GRAN LECTOR".

Indicó, además, que era "un gran lector", que comenzó como poeta y al que le hubiera gustado ser escritor, pero se dedicó a los guiones de cine para poder vivir. También recordó que, a pesar de las dificultades por las que había pasado en su vida, "jamás habló con acritud del pasado".

Finalmente, el escritor Bernardo Sánchez manifestó que Azcona "pasó de no existir a morirse" porque "no se le veía, no estaba en ningún sitio, pero iba haciendo cine". Al mismo tiempo, expuso que "es un superviviente de muchísimas cosas y lo hizo por sus amigos, la literatura y el cine", y se quedó con éste último porque "le permitió estar en la tierra".