MALAGA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación provincial de Málaga, Salvador Pendón aseguró hoy que el ente supramunicipal va a intentar "garantizar la estabilidad del Gobierno local" de Marbella (Málaga) mediante la comisión gestora, tras anunciarse la disolución del Ayuntamiento de Marbella por el Consejo de Ministros.
En este sentido, momentos antes de presidir la sesión del pleno del ente supramunicipal, Pendón añadió que desde la Diputación se apostará para que esa comisión "responda al diálogo y al consenso", con la pretensión de que "no exista parálisis en la prestación de servicios" a los ciudadanos.
Además, indicó a los ciudadanos de la localidad que "pueden estar tranquilos", pues el objetivo del ente supramunicipal es "responder a las expectativas" de éstos, con la intención de que "vuelvan a recuperar la confianza en las instituciones democráticas".
COMISIÓN GESTORA
Por otro lado, Pendón señaló que realizado el decreto de disolución, existen 30 días para el nombramiento de la gestora, "y posteriormente, una vez cumplido ese plazo hay tres días para la toma de posesión de la misma".
No obstante, consideró que "debemos de acortar y cerrar los plazos hasta donde podamos, a fin de no alargar en el tiempo la provisionalidad" que ahora mismo existe en el Gobierno municipal en Marbella.
Sobre este asunto, explicó también que la ley establece que el número de miembros que se incluirán en este órgano "no puede superar el número de miembros de la corporación disuelta, por tanto la comisión gestora no podrá superar el número de 27 miembros".
Sobre la persona que representará a dicho órgano, precisó que son "los vocales de la comisión gestora, los que estarían obligados a elegir a quiénes hagan las veces de presidente o alcalde".
Por último, ante las declaraciones del Partido Popular en las que no se muestran conformes con que una comisión gestora a cargo de la Diputación gobierne en Marbella, Pendón quiso llamar al "diálogo, al consenso y al entendimiento" al Partido Popular, añadiendo que éste "no es momento de enfrentamiento, no entenderían los ciudadanos de Marbella, ni nadie que encare con buena voluntad la política, que hagamos de esto un campo de batalla".
