MÁLAGA 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ex director del Conservatorio de Música de Fuengirola (Málaga), acusado de malversación de fondos del centro educativo, aseguró hoy que tenía "un gran desorden" en la contabilidad y reconoció que su gestión "no fue pulcra", pero negó haberse quedado con dinero "que no fuera mío".
La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Málaga acogió hoy la vista oral contra este hombre, funcionario del Estado, que ya fue condenado por este delito, aunque el Tribunal Supremo anuló la sentencia y ordenó repetir el juicio para que se practicara una prueba pericial sobre las facturas de gasto.
"En ningún momento me apropié de nada que no fuera mío, aunque sí tenía un tanto de desorden respecto a la gestión y no sabía si faltaba dinero o había dinero a mi favor", explicó el procesado, quien señaló que tras los hechos presentó su dimisión porque "estaba derrumbado y bajo los efectos de una medicación muy fuerte".
Según el escrito de acusación del fiscal, al que tuvo acceso Europa Press, el procesado estuvo disponiendo de cantidades en su propio beneficio durante unos siete años, tiempo en el que fue director y era la única persona con firma autorizada para gestionar la cuenta que el Conservatorio tenía en una sucursal bancaria.
En su declaración durante la instrucción, un año después de su dimisión, reconoció que se quedó con dinero, aunque lo iba a reponer con posterioridad. A este respecto, hoy dijo que en ese momento estaba "en unas circunstancias personales especiales" y achacó su confesión al "desorden" en la contabilidad, insistiendo en que "en ningún momento" se apoderó de dinero que no fuera suyo.
Así, en la calificación provisional del ministerio público, en la que inicialmente pedía cinco años de cárcel, se estimaba en 24.410 euros la cantidad de la que supuestamente se apropió y que no llegó a devolver. No obstante, en un nuevo informe pericial, la cantidad presuntamente defraudada se cifra en unos 4.500 euros.
Dos de sus compañeros de trabajo coincidieron en testificar ante la Sala que el acusado les reconoció que se había quedado con dinero del centro "porque tenía problemas personales" y aunque en ese momento afirmó que lo devolvería, "finalmente no lo hizo". Además, declararon que sólo el director tenía firma autorizada para la cuenta bancaria, cuando la normativa dice que "debe ser mancomunada" con la secretaria.
Precisamente, ésta explicó al Tribunal que cuando fue a la entidad bancaria para ver la gestión de la cuenta le dijeron que "había orden de que no se nos remitieran los extractos", por lo que, aseveró, "yo no tenía ninguna información sobre la cuenta, sólo lo que veía que se compraba".
El inspector de la Delegación de Educación encargado de dicho centro también compareció y se le preguntó por la compra de un piano, que, según el informe que él realizó en su día y que ratificó hoy, "no tenía ni autorización de la Delegación de Educación ni tampoco factura de compra". No obstante, dijo que el instrumento estaba en el centro.