MÁLAGA 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El cirujano que realizó una liposucción y una reducción de pecho en noviembre de 2007 en el hospital privado Doctor Pascual de la capital a Encarnación Salazar, que falleció el pasado 1 de abril, reconoció hoy, ante el juez, las dos perforaciones intestinales que presentaba la paciente, aunque defendió que "el tratamiento fue adecuado", según informó el abogado de la acusación, Javier Cabanillas.
Aparte de este cirujano plástico, C.B., estaba también llamado a declarar hoy en el Juzgado de Instrucción número 13 de Málaga, dentro de la fase de instrucción del caso --ambos imputados por un delito de homicidio por imprudencia--, el médico cirujano de obesidad mórbida, encargado del tratamiento posterior a la liposucción, B.O., quien, sin embargo, se acogió a su derecho constitucional de no declarar, explicó a los periodistas el letrado.
Encarnación Salazar, de 44 años, vecina de Ceuta y con dos hijos, acudió a esta clínica privada de Málaga para someterse a una reducción de pecho y una liposucción, sufriendo durante la intervención dos perforaciones intestinales, lo que hizo que tuviera que volver al quirófano en tres ocasiones más.
El hermano de la fallecida, Manuel Salazar, aseguró hoy que "las complicaciones que sufrió mi hermana no son propias de una operación de estas características, sino que creemos que se han tenido que dar supuestas negligencias durante la intervención inicial".
De igual modo, aclaró que dos días después de que operaran a su hermana "le quisieron dar el alta y no podía ni moverse y se encontraba en muy mal estado, por lo que no aceptó el alta". Asimismo, insistió en que uno de los doctores "le aconsejó que se fuera a un hotel para que le saliera más barato", puesto que la paciente residía en Ceuta.
Por ello, la acusación cree que, "además de una posible negligencia médica, se dio también mala fe, porque siendo conscientes del estado en el que se encontraba la paciente, quisieron darle el alta y tampoco hicieron nada por enviarla al Hospital Carlos Haya lo antes posible", donde, finalmente, falleció el pasado 1 de abril
"A los seis días de que le realizaran la liposucción, la tuvieron que someter a una operación de urgencia por los daños que la habían ocasionado las dos perforaciones y 20 días después sufrió un deterioro multiorgánico con insuficiencia renal, hepática, fiebres altas, subida de tensión, vómitos e, incluso, una fístula que vertía al día 800 centilitros de líquido purulento", subrayó.
El informe de la autopsia, que todavía no está finalizado, establece como causa "indeterminada" la muerte de Encarnación Salazar, pero establecía que a la paciente se le sometió a una cuarta intervención, una laparotomía de colón; una operación a la que no se dio parte a los familiares y que tampoco se recoge en los informes clínicos enviados al juzgado por parte de la clínica.
Además, se confirma que la paciente sufrió una peritonitis generalizada durante seis días, hecho que tampoco se comunicó a los familiares durante el ingreso de Salazar en el hospital Doctor Pascual. El hermano apuntó que "sólo nos dijeron que había sufrido un pequeño golpe durante la operación y que era eso lo que supuraba".
Manuel Salazar criticó "el engaño al que fuimos sometidos porque siempre se nos dio un pronóstico feliz que no nos daba a pensar que mi hermana se moría", al tiempo que añadió que "los doctores no querían que lleváramos a mi hermana al Carlos Haya e intentaron retrasar ese ingreso lo más posible para que ellos pudiesen realizar el informe clínico de lo que había ocurrido".
"Pedimos la máxima severidad de la justicia con estos médicos, porque ya no podemos remediar los cinco meses de mentira y de calvario que sufrió mi hermana", resaltó Salazar, mientras que su abogado hizo hincapié en que las próximas declaraciones incidirán más en la investigación y dependerán de cuándo esté listo el informe toxicológico que se ha pedido a los forenses.
OTRAS SUPUESTAS IRREGULARIDADES
El hermano de la fallecida destacó que "solamente se han enviado tres informes médicos de las cuatro operaciones que sufrió mi hermana, por lo que de la última, de la que no teníamos conocimiento, no se ha dicho nada"; además, "de los tres informes que se han recibido, los forenses han determinado que dos no se corresponden con las intervenciones a las que se sometió mi hermana".
Además, el informe forense también ha confirmado que durante la autopsia se encontraron dos porciones intestinales dentro de la paciente, una con líquido purulento y otra con restos de adherencias y sangre seca, que "deberían haberse eliminado en la operación", expuso.
Salazar aclaró a los medios que "todavía no sabemos quiénes son los verdaderos responsables de la muerte de mi hermana, nosotros hemos denunciado a estos dos doctores porque fueron los que intervinieron a mi hermana, pero no sabemos si ha habido más implicados, que nosotros creemos que sí".