La UICN destaca la necesidad urgente de un turismo azul más sostenible en el Mediterráneo

El informe de la Unión para la Conservación de la Naturaleza apunta que se trata de un sector de 171.000 euros

Archivo - Senda azul, turismo náutico y actividades relacionadas con el turismo y el mar.
Archivo - Senda azul, turismo náutico y actividades relacionadas con el turismo y el mar. - DIPUTACIÓN DE MÁLAGA - Archivo
Europa Press Andalucía
Publicado: miércoles, 1 octubre 2025 10:52

MÁLAGA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha puesto de relieve los urgentes desafíos y oportunidades para el turismo costero y marítimo en el Mediterráneo. El nuevo informe 'Turismo Azul Sostenible en el Mediterráneo: Tendencias, Desafíos y Vías Políticas' subraya la importancia económica vital del sector turístico costero y marítimo en la región, al tiempo que advierte sobre las crecientes presiones climáticas, medioambientales y sociales que ponen en peligro su viabilidad a largo plazo.

Así lo han dado a conocer desde la UICN en un comunicado, en el que detallan que la publicación ha estado coordinada por el Centro de Cooperación del Mediterráneo de la UICN (UICN Med), con el apoyo del Instituto Andaluz de Investigación e Innovación en Turismo (Iatur) a través de la Universidad de Málaga (UMA), y con el apoyo de Eco-union y del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (Iddri).

Así, señalan que el turismo es la columna vertebral de la economía azul mediterránea, con un valor de 171.000 millones de euros y generando la mayoría de los empleos del sector. En 2024, la región recibió casi 360 millones de visitantes, y se espera que las cifras se disparen hasta 635 millones en 2025, incluso más que antes de la pandemia. "Sin embargo, el auge es desigual: España, Francia e Italia atraen por sí solas el 64% de las llegadas, mostrando una fuerte concentración en solo unos pocos países", advierten.

Y añaden que, a menos que las políticas cambien, se prevé que las llegadas de turistas sigan aumentando, "lo que agravará aún más las presiones medioambientales y sociales en toda la región". El informe subraya la necesidad de que los gobiernos, operadores privados y la sociedad civil integren la protección de la biodiversidad en las estrategias turísticas, inviertan en modelos de bajo impacto y alineen el desarrollo turístico con los objetivos del Pacto Verde Europeo y las metas climáticas y de biodiversidad globales.

"Este informe muestra tanto los riesgos de continuar con la situación actual como las oportunidades de adoptar una nueva visión del turismo en el Mediterráneo", ha señalado Maher Mahjoub, director de UICN Med. "Debemos trabajar juntos para garantizar una transición urgente hacia modelos de turismo más sostenibles que protejan la biodiversidad, los medios de vida locales sostenibles y el patrimonio cultural de nuestra región mediterránea", añade.

LA URGENCIA DE LA TRANSFORMACIÓN

El nuevo informe liderado por la UICN reclama un cambio fundamental en el turismo mediterráneo, pasando de un paradigma orientado al crecimiento a uno regenerativo, inclusivo y resiliente al clima. Identifica siete vías de política concretas para guiar esta transición, transformando la manera en que destinos, empresas y responsables políticos abordan el desarrollo, la gobernanza y la participación comunitaria.

Entre las principales propuestas destacan acelerar la descarbonización y la eficiencia de recursos, así como reforzar la capacidad de adaptación al cambio climático. El informe pide reemplazar el turismo de masas por modelos de bajo impacto y con raíces locales, como el ecoturismo, el pescaturismo y el turismo cultural. También resalta el papel esencial de las Áreas Marinas Protegidas (AMP) en la protección de los ecosistemas, el aumento de la resiliencia y la creación de oportunidades de turismo de bajo impacto que beneficien a las comunidades locales.

El informe muestra que ya existen alternativas que van desde el ecoturismo y el turismo cultural hasta iniciativas comunitarias que reducen la presión sobre ecosistemas frágiles y garantizan que los beneficios se distribuyan de manera más justa entre las poblaciones locales.

lA publicación ha sido producida por UICN Med con el apoyo financiero del Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM) a través de la Iniciativa de Turismo Azul, con apoyo adicional del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, la Asociación Francia-UICN y la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco.

APORTACIÓN DEL TURISMO A LA REGIÓN MEDITERRÁNEA El sector turístico se recupera rápidamente. En 2024, la región mediterránea registró casi 360 millones de llegadas de turistas internacionales (ITAs) solo en el sur de Europa mediterránea y el norte de África. Se espera que toda la región alcance los 635 millones de ITAs en 2025. (La expectativa previa a la pandemia era de 626 millones de ITAs en 2025).

Los flujos turísticos siguen siendo muy desiguales. El Mediterráneo noroccidental (España, Francia e Italia) concentra por sí solo el 64% de todos los ITAs.

Los hoteles de playa y los complejos costeros representan el 20% de la capacidad hotelera mundial. El turismo de cruceros es uno de los segmentos más rentables y de mayor crecimiento. Los movimientos totales de pasajeros de cruceros en los puertos mediterráneos alcanzaron los 32,9 millones en 2023.

VULNERABILIDADES CRÍTICAS

La región mediterránea se está calentando un 20% más rápido que la media mundial. Activos costeros en riesgo: El aumento del nivel del mar y las tormentas más intensas amenazan activos turísticos por valor de más de 100.000 millones de euros. Las olas de calor ya están empujando a los turistas hacia temporadas intermedias más frescas.

El Mediterráneo alberga solo el 3% de las reservas de agua dulce del planeta. El cambio climático está intensificando las sequías. Se espera que la demanda de agua en la región se duplique o triplique para 2050. La intensa demanda turística en los meses de verano agrava la escasez, especialmente en las islas y en los países del sur del Mediterráneo.

El desarrollo descontrolado y las infraestructuras (hoteles, marinas) provocan ocupación del suelo y degradación del mismo. Se observan altas densidades de establecimientos turísticos en la costa occidental de Italia y en las costas adriáticas de Italia y Croacia.

El tráfico marítimo, incluidos los cruceros y la navegación recreativa, ejerce una fuerte presión sobre áreas marinas ecológicamente sensibles. Hábitats cruciales como la fanerógama marina Posidonia oceanica, esenciales para la protección costera, el secuestro de carbono y como viveros, son vulnerables a los daños por fondeo y actividades no reguladas.

El turismo de masas impulsa el aumento del coste de vida, la vivienda inaccesible y empleos estacionales e inseguros para las comunidades locales. En España, las segundas residencias representan más del 14% del parque de viviendas nacional, y más del 30% en algunas provincias.

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