GRANADA, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Granada ha llevado a cabo la restauración del monumento a Francisco de Paula Valladar, un busto superior de bronce diseñado por J. Palma y fundido por Mir Guerrero en Madrid, que se encuentra en la actualidad en el Paseo de la Bomba.
El monumento, inaugurado en 1928 en los Jardines del Triunfo y trasladado luego a su ubicación actual, se erigió para ensalzar la figura del historiador y periodista granadino en vida.
Ofrece una base de monolito y piedra en cuyo frente hay un relieve de una mujer arrodillada y una inscripción con el nombre del homenajeado y las fechas de su nacimiento y muerte. En la parte posterior aparecen los nombres de algunas de sus publicaciones.
La concejal de Mantenimiento, Eva Martín, ha destacado "la profesionalidad y el rigor de la restauración" y ha explicado que el arreglo se ha realizado en el marco del Plan de Conservación del Patrimonio Cultural Municipal.
Así, sobre la base de una "mínima intervención", con un periodo de ejecución de dos meses y un presupuesto de 2.750 euros, el Ayuntamiento ha desarrollado obras de limpieza artificial del monumento, pruebas en el material degradado --para evitar riesgos de fisuras o desprendimientos-- pruebas de desinfección biológica, limpieza mecánica combinada y limpieza mecánico-química.
Además, se ha procedido a la consolidación de la estructura reversible previa a la ejecución del proyecto y se ha aplicado un tratamiento preventivo antigrafiti.
A lo largo del año se ha intervenido de urgencia en las estatuas de Avenida de la Constitución "como consecuencia de actos vandálicos". En concreto, en las esculturas de Pedro Antonio de Alarcón, Eugenia de Montijo, Frascuelo y algún otro banco del entorno. También se ha intervenido en el monolito de Manuel Ruiz del Castillo y en algunos elementos ornamentales de los jardines del Carmen de los Mártires.
Nacido en Granada en 1852, Francisco de Paula y Valladar desarrolló una amplia actividad periodística que inició con 19 años como redactor-jefe del periódico La Lealtad, para pasar a colaborar después activamente con El Liceo de Granada, El defensor de Granada o el Boletín del Centro Artístico, Literario y Científico de Granada. En 1884 fundó la revista La Alhambra, medio que dirigió hasta su muerte.
