CÓRDOBA 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Córdoba y vicepresidenta de la Casa Árabe, Rosa Aguilar (IU), ofreció hoy la ciudad, como "espacio de encuentro y diálogo entre los pueblos", al presidente de Mauritania, Sidi Muhammad Ould Sheyj Abdallah, que inició hoy en la capital cordobesa una visita a Andalucía, organizada por Casa Árabe y que mañana le llevará a Sevilla.
En declaraciones a los periodistas, Aguilar explicó, poco antes de recibir en el Ayuntamiento de Córdoba al presidente mauritano, que también se reunió con los portavoces de los grupos municipales, que pensaba hacer dicho ofrecimiento a Sidi Muhammad Ould Sheyj Abdallah, como prueba de la "amistad" con el país africano que busca Córdoba, y que materializará con una propuesta de hermanamiento con la capital mauritana, Nouakchott, para así colaborar en la ejecución de "proyectos concretos".
Se trata, según detalló la alcaldesa de Córdoba, de "trabajar juntos por la paz, por la interculturalidad, por la Alianza de Civilizaciones, en definitiva, por el encuentro entre los pueblos, para así generar una situación diferente a la actual en el orden mundial".
Una vez finalizada la recepción municipal al presidente mauritano, éste acudió a la sede de Casa Árabe-Instituto Internacional de Estudios Árabes y del Mundo Musulmán en Córdoba, donde fue recibido por la directora general de la institución, Gema Martín Muñoz, para, inmediatamente, trasladarse al Alcázar de los Reyes Cristianos, donde ha tomado parte en un almuerzo ofrecido por el Ayuntamiento cordobés.
Mañana sábado, el presidente de Mauritania acudirá a Sevilla, donde será el alcalde hispalense, Antonio Rodríguez Galindo, quien le recibirá en los Reales Alcázares, para posteriormente mantener una entrevista con el presidente de la Junta de Andalucía y vicepresidente de Casa Árabe, Manuel Chaves, cita que tendrá lugar en el Pabellón de las Tres Culturas.
Sidi Muhammad Ould Sheyj Abdallah (Alka, Mauritania, 1939) realizó sus estudios en Senegal y Francia, donde cursó Economía y Ciencias Políticas. Al regresar a su país, desempeñó algunas tareas oficiales en la época del presidente Ould Dada, en 1971, permaneciendo en el gobierno hasta el golpe de Estado de julio de 1978 que depuso al presidente.
Alejado de las diferentes corrientes ideológicas presentes en el país desde los sesenta, al presidente mauritano se le considera un tecnócrata de amplia cultura política y de ideas atrevidas. Durante la presidencia de Ould Dada, estuvo vinculado a las grandes decisiones relacionadas con la planificación económica. Tras el golpe de Estado de 1978 pasó dos años en prisión para posteriormente abandonar el país, con destino Kuwait.
A finales de los noventa aceptó la propuesta del presidente Ould Taya, y regresó a Mauritania para hacerse cargo del área de pesca en una época en la que el régimen mauritano predicaba la reforma y la modernización para dinamizar la economía del país y llevar a cabo una buena gestión de los recursos nacionales. Tras encontrar innumerables problemas para modernizar el sector, renunció a esa misión y regresó a Kuwait.
En 2003, cuando el régimen de Taya agonizaba y hacía frente a intentonas golpistas, regresó a Mauritania. Apoyó la candidatura a la presidencia de su colega Ahmad Ould Dada en noviembre de 2003 y participó en la iniciativa de iniciar un diálogo sereno entre gobierno y oposición, iniciativa que fue abortada por el presidente Taya.
El bloqueo de la posibilidad de la negociación agudizó la crisis política del país, que desembocaría en el golpe de Estado del 3 de agosto de 2005, protagonizado por el director de la Seguridad, Ely Ould Muhammad Vall, quien propiciaría el traspaso del poder a los civiles en el marco de un modelo de transición y reforma ejemplar.
A partir del derrocamiento del anterior régimen, Sheyj Abdallah comenzó a aparecer cada vez más en el escenario político y participar en las reuniones consultivas de diálogo nacional organizadas por el Consejo Militar con todos los partidos políticos y representantes de la sociedad civil y en las que se pusieron las bases de la transición, la celebración de elecciones parlamentarias y municipales, y las reformas constitucionales.
En julio de 2006 anunció su decisión de presentarse a las elecciones presidenciales, enarbolando el eslogan del 'consenso nacional' como salida a la crisis del país, lo que le valió el apoyo de la mayoría de las formaciones políticas y de destacadas personalidades independientes, que fue básico para su victoria frente a su rival, Ahmad Ould Dada.
Su paso por Andalucía se enmarca dentro de la visita oficial que está realizando Sidi Muhammad Ould Sheyj Abdallah a España, la primera que hace el primer presidente mauritano elegido democráticamente en unas elecciones, en 2007.