Córdoba.- El obispo pide a los católicos marcar en la declaración de la renta la casilla de la Iglesia

Actualizado: lunes, 30 abril 2007 19:52

CÓRDOBA, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, pidió hoy a todos los contribuyentes y especialmente a los católicos que marquen en la declaración de la renta la casilla correspondiente al sostenimiento de la Iglesia porque con ello, "expresamos nuestra voluntad de que una parte de nuestros impuestos, el 0,52 este año y el 0,70 desde el año próximo, se destine a ella".

En su carta pastoral con motivo de la renta, el obispo aclara que marcar la casilla de la Iglesia no supone pagar más impuestos y "debemos ponerla incluso en el caso de que nuestra declaración resulte a devolver". Igualmente, advirtió que cabe la posibilidad de marcar simultáneamente la casilla destinada a 'otros fines sociales'. En este caso son las ONGs para el desarrollo las destinatarias del mismo porcentaje que percibe la Iglesia. Entre ellas se encuentran muchas organizaciones católicas que sirven a los más pobres en España y en los países del Sur.

El lema de la campaña de este año es 'Cada vez más, necesitamos tu compromiso', con el que se intenta decir que "para cumplir su misión pastoral y evangelizadora, para garantizar el funcionamiento de los seminarios, de los servicios administrativos y pastorales, para ayudar a las misiones, servir a los pobres, a los enfermos, a las personas que viven en soledad, a los jóvenes, niños, ancianos y familias; para conservar su patrimonio artístico y cultural y para construir nuevos templos; en definitiva, para seguir haciendo el bien, la Iglesia necesita medios económicos y la ayuda de sus fieles".

El obispo señala que hay muchas razones para tomar muy en serio esta responsabilidad, ya que "la Iglesia es el seno materno en el que hemos sido engendrados como hijos de Dios por el bautismo y es la escalera de nuestra ascensión hacia Dios". Como manifestó, "ella nos ofrece los bienes de la salvación, la vida divina, el perdón de los pecados y el pan de la Eucaristía; y gracias a ella podemos vivir nuestra fe en una comunidad que nos arropa y acompaña".

En este sentido, manifestó que "el ejercicio de la religión, por otra parte, contribuye de forma decisiva al bien de la sociedad, pues genera cohesión social, cultura, civismo y educación; favorece el desarrollo verdadero de las personas y de los pueblos y es fuente de valores como la solidaridad, la justicia y la convivencia".