Córdoba.- Tribunales.- La acusación pide 21 años de cárcel para el supuesto asesino del cura de Villafranca

CÓRDOBA 17 May. (EUROPA PRESS) -

La acusación particular pide 21 años de prisión para Vasile Tudose, ciudadano rumano de 22 años, por un delito de asesinato contra el párroco de la Iglesia Santa Marina de las Aguas Santas, T.P.E., de la localidad de Villafranca de Córdoba, después de golpearle en repetidas ocasiones en la cabeza con un radiador tras una discusión que mantuvieron.

Según la calificación provisional del letrado, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado estuvo trabajando durante el año 2005 para la víctima, quien era conocido por la dedicación y ayuda que prestaba a las personas a las que consideraba más necesitadas, entre los que se encontraban inmigrantes como el acusado.

Éste además le hacía trabajos de albañilería en una finca que tenía el sacerdote, con el que adquirió tal grado de cordialidad que en reiteradas ocasiones llegó a almorzar con él en la casa de un vecino, donde habitualmente el sacerdote solía comer. También, en periodos intermitentes, y cuando trabajaba para el sacerdote, el encartado pernoctaba algunos días en su domicilio, llegando incluso a tener copia de las llaves.

En cuanto a los hechos, el 15 de julio, Vasile cogió el coche del sacerdote para ir a la piscina de la localidad, quien cuando regresó a su casa comprobó que no estaba su vehículo, por lo que le pidió a unos conocidos que le dijeran al procesado que se lo devolviese. Por eso, una vez que éste se encontró con el cura, "muy enfadado", le recriminó su actitud.

Posteriormente, sobre las 24.00 horas y 24.30 horas de la madrugada del día 16 de julio de 2007, el acusado, creyendo que el sacerdote "se encontraba completamente dormido en su cama, y presumiendo que dentro del dormitorio habría guardado el dinero obtenido por el alquiler de su finca para la celebración de bodas, entró en él con la intención de robarlo".

En un determinado momento del suceso, bien porque fuera descubierto por el sacerdote, bien porque al no encontrar en un principio el lugar exacto donde se encontraba el dinero, entró en colera y comenzó a golpear a su víctima con un radiador, "hasta un mínimo de cinco o seis veces", a pesar de que el párroco intentó protegerse de los golpes.

Después de esto, Vasile cogió el coche de la víctima y emprendió la huida, llevándose varias tarjetas de crédito y bancarias, así como otra documentación de T.P.E. Sobre las 10.00 horas, del 16 de julio, un vecino descubrió el cadáver del cura, tirado en el suelo, con la cabeza apoyada sobre un lateral de la cama, bajo el radiador y casi enrollado en la sábana y la colcha, sobre un gran charco de sangre.

Finalmente, el procesado fue detenido por la Guardia Civil en la Estación Sur de Autobuses de Madrid, sobre las 19.00 horas de ese mismo día.