CÓRDOBA, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
La defensa de Antonio Prieto, de 52 años, que presuntamente dio muerte en junio de 2006 en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) a su prima hermana y entonces ya ex pareja, Eva María Prieto, de 32 años, asestándole más de 30 puñaladas, pide que se considere a su cliente autor de un delito de homicidio y que se le condene por ello a una pena de 12 años de prisión.
Esta es la conclusión, según dijeron a Europa Press fuentes judiciales, que se recoge en la calificación provisional que ya ha entregado la defensa de Caballero al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Peñarroya, en el marco del procedimiento judicial abierto a raíz de la muerte violenta de Eva María Prieto en su propio domicilio de la mencionada localidad del Guadiato.
Al margen de que tal acción delictiva de Caballero sea considerada por su abogado como un homicidio, según recoge el artículo 138 del Código Penal, también concurren en los hechos, a juicio de este letrado, circunstancias modificativas de la responsabilidad del acusado, que son la circunstancia mixta de parentesco, como agravante, y la atenuante de que confesó posteriormente el crimen, cuando horas después de haber huido en coche de Peñarroya, se entregó a la Guardia Civil en Torremocha del Campo (Guadalajara).
Por ello, para el defensor de Caballero, procede imponerle la citada pena de 12 años de prisión, con la prohibición de aproximación a la hija menor de edad que tuvo con Eva María y a los padres de ésta durante seis años.
LAS ACUSACIONES.
Por su parte, las cuatro acusaciones personadas en el caso, es decir, el fiscal, la acusación particular, que representa a los padres de la víctima, además del Estado y la Junta de Andalucía, que ejercen la acción popular, coinciden en sus calificaciones provisionales al considerar que los hechos de los que imputan a Caballero "son constitutivos de un delito de asesinato, con la aplicación de la circunstancia de enseñamiento, entendiendo que también concurre la circunstancia mixta de parentesco, como agravante", y piden por ello que se condene a Caballero a una pena de entre 20 y 22 años de prisión.
Las divergencias entre la acusación particular, por un lado, y el fiscal, el Estado y la Junta, por otro, se producen, por tanto, a la hora de pedir la pena de prisión que entienden ajustada a la presunta comisión del asesinato por Caballero, así, mientras que la acusación particular pide que se condene al acusado a 22 años de cárcel, el resto de acusaciones coinciden en pedir 20 años de prisión para él.
Al margen de ello, la acusación particular pide para Caballero la inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena y la accesoria de residir en el mismo lugar donde ocurrieron los hechos, aproximarse y comunicarse por ningún medio con las dos hijas de Eva María (una de ellas en común con el acusado) o con los padres de ésta durante un periodo de diez años.
También pretende la acusación particular que Caballero, para quien el juzgado de Peñarroya que instruye el caso dictó recientemente la prórroga de la prisión provisional, que sea condenado a indemnizar a las dos hijas de Eva María en la cantidad de 125.000 euros para cada una de ellas, y a los padres de la víctima en la cantidad de 50.000 euros para cada uno de ellos.
YA CONDENADO POR MALTRATO.
El acusado ya fue condenado el pasado año, en sentencia firme por la Audiencia Provincial de Córdoba, a tres años y cinco meses de cárcel, por maltratar a su entonces pareja, Eva María, tiempo antes de supuestamente asesinarla, mientras vivieron juntos en Barcelona, donde mantuvieron una relación sentimental durante nueve años y tuvieron una hija en común, ahora de nueve años, viviendo también con ellos una hija de Eva María, ahora de 14 años, fruto de una relación anterior de ésta.
A raíz de los malos tratos, la víctima decidió poner fin a la relación con su primo hermano y trasladarse con sus hijas a Peñarroya, de donde era natural, pero Antonio Caballero también viajó hasta su pueblo natal y al cabo de cuatro días de estancia, en los que amenazó de muerte a Eva María y también a familiares de ésta, presuntamente la asesinó el 16 de junio de 2006 en su propio domicilio, asestándole un total de 33 puñaladas, después de haberla golpeado previamente de forma repetida en los puños en la cara. Salió después del domicilio de la víctima cerrando la puerta con llave, asegurándose así la imposibilidad de que Eva María pidiera auxilio.
Luego se dio a la fuga en el mismo vehículo con el que llegó desde Barcelona, aunque horas después se entregó a la Guardia Civil en Torremocha del Campo (Guadalajara), decretándose pocos días después su ingreso en prisión por el juzgado de Sigüenza (Guadalajara), que se hizo inicialmente cargo del caso, pasando luego al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Peñarroya, que ratificó en agosto de 2006 para Caballero la prisión provisional, por el plazo legalmente establecido de dos años y que ahora se ha prorrogado por otros dos.
