CÓRDOBA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El jurado popular consideró hoy a Vasile Tudose, de 23 años, culpable de un homicidio con dolo eventual tras golpear de manera intencionada al párroco de Villafranca de Córdoba, Tomás Pérez, de 75 años, sin reconocer el ensañamiento y la alevosía que contemplaban el fiscal y la acusación particular.
El jurado ha considerado la atenuante muy cualificada de reparación del daño y cree suficiente los 6.000 euros que el procesado ha entregado ya a la familia de la víctima como indemnización. No obstante, estima que a Vasile no deben de concedérsele beneficios penitenciarios ni el indulto, en caso de solicitarse.
El veredicto recoge que Vasile golpeó con un radiador de calefacción portátil a Tomás con la intención de causar la muerte con dolo eventual, pero no reconoce que el acusado lo matara de un modo calculado para aumentar mediante padecimientos innecesarios el sufrimiento de éste, tal y como consideraban el fiscal y la acusación particular.
Sin embargo, tampoco cree que Vasile actuara para defenderse ni sufriera inicialmente por parte del párroco una agresión consistente en ser agarrado del cuello y le pidiera una práctica sexual no deseada. De este modo, recoge el jurado que "la conducta de la víctima no provocó en el ánimo de Vasile una manifestación fulgurante y rápida que le impulsó poderosamente", por lo que descarta el arrebato al que aducía el letrado de la defensa.
El veredicto no contempla que Vasile tuviera seriamente afectadas su inteligencia y voluntad por la previa ingesta de alcohol, por lo que no estima esta atenuante, ni tampoco la de confesión, aunque sí la de reparación del daño.
Los hechos ocurrieron el 15 de julio de 2007 en el domicilio del párroco y terminó con la muerte del cura tras ser golpeado con un radiador. Vasile Tudose manifestó en su declaración que sólo quería defenderse de "una agresión física y moral", después de que la víctima supuestamente intentara obligarle a que le hiciera una felación. Añadió que no era su intención matarlo, y que se sintió "ido" por la influencia del alcohol que había consumido momentos antes del suceso.
Explicó que después del suceso cogió las llaves de uno de los coches del párroco y se dirigió a Madrid, hasta que finalmente fue detenido por la Guardia Civil en la estación de autobuses, según dijo, con un billete de vuelta para Córdoba donde tenía previsto entregarse en el cuartel de Villafranca.
Por tales hechos, el fiscal y la acusación particular pedían 20 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y enseñamiento. Ahora, la parte que representa a la familia del fallecido pide la pena suficiente para la reinserción del acusado, mientras que la defensa solicita una pena de prisión de dos años y medio, aunque considera que lo razonable serían seis o siete años.
Tras el veredicto del jurado, el caso ha quedado finalmente visto para sentencia.
