SEVILLA, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (Cgcodn) ha pedido este lunes a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía la incorporación del dietista-nutricionista a la cartera de servicios de salud pública a fin de "mejorar la eficiencia en ahorro y atención".
De esta forma, la vicetesorera del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (Cgcodn), Alicia Salido Serrano, ha entregado a la atención de la consejera de Salud, Marina Álvarez, el manifiesto con las firmas recogidas en las que se pide la incorporación del dietista-nutricionista en los servicios de salud pública.
Según han explicado desde el Cgcodn, los datos recogidos "confirman la efectividad clínica de la actuación del dietista-nutricionista
en pacientes con obesidad, diabetes o desnutrición", lo que implica que en Atención Primaria "el ahorro podría situarse entre 5,8 y 105 euros por cada euro invertido en la intervención".
La profesión dietista-nutricionista es una de las que registra mayor incremento de colegiados, según el Informe España en cifras 2018 del Instituto Nacional de Estadística. Sin embargo, han asegurado que estos profesionales sanitarios "siguen sin tener en el Sistema Nacional de Salud el lugar que ocupan sus compañeros en otros países europeos en Atención Primaria, Especializada y Sociosanitaria".
Según ha señalado la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, Alma Palau, "está demostrado que la integración de dietistas-nutricionistas en los equipos interdisciplinares mejora la eficiencia del sistema sanitario para la salud de los pacientes en primer lugar; y en segundo, desde el punto de vista económico".
En esta línea, algunos datos basados en estudios de evidencia científica confirman "la efectividad clínica" de la actuación del dietista-nutricionista en los casos de pacientes con obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes o desnutrición en adultos o mayores, tanto en la acción preventiva como en el tratamiento terapéutico.
Por otro lado, según han explicado desde el Cgcodn, su integración en atención hospitalaria "reduciría la estancia de los ingresados una inversión de 76 euros, generaría un día menos de ingreso, disminuiría el porcentaje de reingresos, evitaría nutriciones parenterales y reduciría las infecciones relacionadas con catéter, entre otros".
Asimismo, según han insistido, la inclusión de dietistas-nutricionistas en el Sistema Nacional de Salud también es "una cuestión de acceso en igualdad a una atención sanitaria integral".
ACCESO GRATUITO A DIFERENTES PRESTACIONES
Palau ha añadido que "es necesario asegurar a toda la población el acceso gratuito a las prestaciones sanitarias relacionadas con la nutrición, la dietética y la dietoterapia, ya que, ante su ausencia en la cartera de servicios de la sanidad pública, solo quienes pueden asumir el coste de
una consulta privada, acuden a un profesional".
En este sentido, los grupos con menos ingresos son precisamente "los más proclives a tener unos hábitos alimentarios inadecuados y a desarrollar patologías crónicas".
A la mejora de la atención sanitaria, la contribución de forma eficaz y eficiente a la prevención, tratamiento y curación de las enfermedades no transmisible y a la reducción del gasto sanitario, se une otro motivo para la incorporación del dietista-nutricionista al Sistema Nacional de Salud y es la protección de la población ante profesionales sin la capacitación adecuada en materia de nutrición humana y dietética y frente a "las pseudociencias potencialmente peligrosas para la salud".
Por todo ello, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas se hace un llamamiento a las autoridades sanitarias, estatales y autonómicas para la inclusión de la categoría de dietista-nutricionista en la cartera de servicios de Salud Pública a fin de garantizar la prestación sanitaria de un dietista-nutricionista por cada 100 camas de hospital en Atención Especializada, un dietista-nutricionista por cada 50.000 tarjetas sanitarias en Atención Primaria y un dietista-nutricionista por cada 500.000 habitantes en Salud Pública.