La empresa recalca que las botellas que ya están en las tiendas cuentan con todos los permisos y los registros sanitarios "en regla"
GRANADA, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Plataforma vecinal de Defensa del Agua del Valle de Lecrín, en Granada, continúa con su lucha para conseguir el cierre de las actividades de la empresa Aguas Minerales de Sierra Nevada S.L, a la que ya han denunciado en varias ocasiones ante el juzgado por considerar que no cuenta con los permisos ni análisis necesarios, así como el registro sanitario oportuno, para embotellar el agua que, aseguran, "ya se vende en todos los supermercados de la zona". "A la vista y a la venta", recalcan.
Según explicó a Europa Press el portavoz de esta asociación, Manuel Puertas, el embotellado de este agua es un hecho "muy grave" ya que la zona "es claramente deficitaria en este recurso y la sequía es un problema muy acuciante y que preocupa mucho a sus habitantes".
Así, y continuando con esta lucha, la última acción de la plataforma ha sido una movilización, ayer mismo, en la localidad de Dúrcal, durante la que se regalaron botijos tradicionales de agua entre los concejales del Ayuntamiento para denunciar la situación en la que esta empresa está poniendo a toda la zona. Se trata de una medida "simbólica" con la que los integrantes de esta plataforma también quieren concienciar al equipo de gobierno (PSOE) sobre el riesgo de sequía que la actividad de esta planta embotelladora representa para la comarca del Valle de Lecrín.
Además, representantes de la plataforma acudieron al Pleno municipal para trasladarle al alcalde, Manuel Mejías, su preocupación, aunque éste "se marchó del Pleno airadamente y sin responder preguntas", según Puertas.
ANTECEDENTES Y OTRAS DENUNCIAS.
La plataforma ha remitido varios escritos comunicando esta situación, entre otros al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y al propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero --del que todavía no han obtenido respuesta--, pidiéndoles "ayuda urgente" ante una sequía "atroz" y los graves riesgos en la zona por la escasez de recursos hídricos.
A estas cartas --a las que acompañaban denuncias interpuestas ante la Guardia Civil, y otros escritos a la Subdelegación de Gobierno y a la Consejería de Innovación y Desarrollo de la propia Junta andaluza--, se ha sumado ahora una nueva misiva --con toda la documentación y las irregularidades cometidas--, en esta ocasión al propio Rey Don Juan Carlos, pidiéndole nuevamente ayuda para acabar con este problema.
A juicio de la Plataforma, "se está haciendo uso de un agua escasa en beneficio de intereses particulares". Su próximo paso es contratar a un laboratorio acreditado que les confirme, con un análisis científico, sus sospechas: que el agua que vende la empresa como 'mineral natural' no es tal, porque no cumple con las propiedades requeridas.
LA EMPRESA SE DEFIENDE.
La embotelladora propiedad de la marca 'Sierra Durcal' se defiende por su parte de estas acusaciones alegando que, además de poseer todos los permisos necesarios para esta actividad, cumple "escrupulosamente" con la legislación en materia de impacto medioambiental y que su actividad es "no contaminante" y está "libre de vertidos cáusticos", ya que no trabaja con envases retornables "que requieran lavado con sosas o detergentes similares".
En este sentido, también asegura que ha cumplido la normativa en cuestión de ubicación --en las inmediaciones del Parque Natural de Sierra Nevada-- y de construcción de la planta embotelladora, y que cuenta con todos los permisos al efecto.
Así lo explicó a Europa Press el director comercial de la empresa, Antonio León, que puntualizó que "no hay ninguna de las denuncias presentadas que haya sido admitida a trámite" y que además la Plataforma vecinal denunciante "no existe como tal" porque no está registrada legalmente. Según anunció, "ya hay un bufete de abogados en Sevilla trabajando en el tema" y la empresa pedirá responsabilidades por el perjuicio que esta, a su juicio "trama", está causándoles.
"El agua que se está comercializando tiene su registro sanitario pertinente y cumple con toda la legislación autonómica, española y europea", recalca León, que recuerda que la inversión de la empresa ha sido de 20 millones de euros; una cifra, "que no se invierte si no estuvieran en regla todos los permisos", agrega.
Además, la compañía dice contar con estudios hidrológicos independientes que acreditan que el impacto en el acuífero y en la zona en la que está ubicada la planta no es negativo. Al contrario; se han canalizado arroyos, se ha reforestado la zona --que es un 'pedregal', según sus palabras--, y además, ha dinamizado económicamente la zona, "una de las más deprimidas de Europa", concluye Antonio León, que recuerda que las puertas de la empresa "están abiertas a todos aquellos que deseen comprobar estos datos".
