GRANADA, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio Público elevó hoy a definitivo su escrito de calificación provisional en el que solicitaba la pena de 18 años de cárcel para el hombre acusado de matar de dos disparos a un pastor en Baza (Granada), el 1 de febrero de 2006, que pidió "perdón" a los familiares del fallecido al hacer uso de su última palabra.
En la tercera sesión de la vista oral, celebrada en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada y que dejó el caso visto para sentencia, la fiscal mantuvo su petición por los delitos de asesinato con alevosía y tenencia ilícita de armas por los que pide, además de la prisión, una indemnización de 123.000 euros para la mujer e hijos del fallecido.
La defensa del acusado calificó los hechos de homicidio con la atenuante de confesión, arrebato y reparación del daño, por lo que solicita la pena de cinco años y nueve meses de prisión por los delitos de homicidio y tenencia ilícita de armas.
La acusación particular, que ejerce la familia del pastor fallecido, solicita por su parte la pena de 21 años de cárcel por asesinato con alevosía y aprovechamiento del lugar y tenencia ilícita de armas, además de 210.000 euros de indemnización para la viuda y sus hijos.
Los hechos, que reconoció el acusado, ocurrieron sobre las 18.00 horas del citado día cuando éste que estaba en su domicilio de Baza salió al exterior y vio a su vecino, con el que mantenía malas relaciones, y que estaba junto al caño de la fuente de la Teja.
Se acercó y mantuvo una breve conversación con él tras la que volvió a su domicilio y cogió un arma tipo carabina automática con la que volvió a salir para dirigirse a su vecino y le disparó, según dijo en la vista oral, para "forzar una conversación", aunque dos de los disparos alcanzaron a su vecino, que falleció.
El Ministerio Público sostiene que fue premeditado y sin posibilidad de defensa para el ahora fallecido por lo que califica los hechos de asesinato, en contra de la opinión del letrado defensor que alega que el procesado tiene una personalidad "pasiva-agresiva", según informe de peritos, que provoca una "falta de control" cuando acumula sucesivamente situaciones de "estrés" y "se ofusca".
Posteriormente, llamó al 112 y comunicó lo ocurrido, en una conversación que fue reproducida hoy en la sala, por lo que pide la defensa la atenuante de confesión que fue, según dijo, "sincera y espontánea" y que con la que no ha tratado el acusado de "justificarse ni exculparse", insistió.
El informe de autopsia indicó que la víctima recibió dos impactos de bala que le ocasionaron dos heridas por arma de fuego y un 'shock hipovolémico' por el que murió. La imposibilidad del fallecido de defenderse o si éste estaba "avisado" coparon también parte de los informes finales en los que tanto la fiscal como la acusación consideran que fue asesinato mientras que la defensa sostiene que fue homicidio.
El origen de los disparos, según el procesado, está en los insultos que el ahora fallecido profería contra su mujer e hija, familia con la que tenía un enfrentamiento a raíz de las denuncias que presentaron ellos en el Ayuntamiento por las filtraciones del desecho del ganado en la finca que compraron, colindante a la que tenía el fallecido y en la que había una vaquería.
