JAÉN, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Jaén ha ratificado la pena de un año de prisión impuesta a un hombre por un delito de atentado tras intentar dar un puñetazo al examinador de Tráfico que acababa de suspenderle la prueba práctica del carnet de conducir del coche, según informaron a Europa Press fuentes de la acusación.
El examinador relató durante el juicio oral que el día de los hechos, el 28 de julio de 2005, cuando el acusado y su padre se enteraron del suspenso, ambos se acercaron al coche en el que él se había montado para continuar con más pruebas y que le exigieron que "por cojones" --palabras textuales que afirmó que le increparon-- se bajara del vehículo para darles explicaciones sobre el motivo del suspenso.
Así, sostuvo que los dos procesados, Luis M.C. de 28 años, e Ildefonso M.M. de 60 años, estaban "agresivos" y que le profirieron una serie de amenazas, por lo que afirmó que la situación era tan "intimidatoria" que no se atrevió a abandonar el coche.
En este contexto, explicó que él les informó de que lo que tenían que hacer era reclamar el fallo que había emitido, si bien apuntó que el alumno reaccionó intentando darle un puñetazo en la cara, agresión que él consiguió esquivar echándose hacia detrás. "Yo estaba muy, muy asustado y sólo pensaba en cómo salir de allí", admitió.
Por ello, detalló que puso la excusa de seguir con los exámenes prácticos y que, una vez terminaran, hablaría con ellos, argumento que los dos procesados dieron por bueno y le dejaron marchar, aunque él reaccionó yendo con el coche de la autoescuela hacia la Comisaría de la Policía Nacional, donde pidió que dos agentes le acompañaran hasta el lugar de los hechos para "protegerle" porque vio que los acusados estaban "excesivamente violentos y excitados" y estaba "asustado" ante lo que podría pasar.
Por estos hechos, el Ministerio Fiscal reclamaba dos años de prisión para el joven por el delito de atentado, mientras que para el padre solicitaba el pago de una multa de 1.080 euros. La acusación particular pedía dos años de prisión tanto para el padre como para el hijo al considerarles autores de un delito de atentado.
Este tipo de agresiones a examinadores de Tráfico suelen juzgarse como faltas, si bien en esta ocasión se ha calificado como delito de atentado después de que el juez instructor estimara la petición de la acusación particular de que este tipo de agresiones son contra un funcionario público.
