La restauración de las galerías subterráneas del Pósito Real de Porcuna (Jaén) opta a los Premios Restauro de Ferrara

Galerías subterráneas del antiguo Pósito Real de Porcuna.
EUROPA PRESS/PABLO MILLÁN
Publicado: domingo, 19 noviembre 2017 10:47

PORCUNA (JAÉN), 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

La restauración de las galerías subterráneas del antiguo Pósito Real de Porcuna, construido por mandato del rey Carlos IV en 1798 y actual Ayuntamiento de este municipio jiennense, ha sido nominada a los Premios Restauro de la Universidad de Ferrara (Italia).

"Se trata de uno de los concursos más interesantes sobre patrimonio porque valoran, no sólo la restauración histórica, sino sobre todo la combinación de arquitectura contemporánea y patrimonio", ha explicado a Europa Press el director de la intervención, el arquitecto porcunense Pablo Millán.

La actuación impulsada por el Ayuntamiento en las galerías subterráneas, que en origen constituían las cámaras de ventilación del Pósito Real, fue inaugurada el pasado mes de mayo y desde entonces ha cosechado diversos reconocimientos en el ámbito arquitectónico internacional.

Así, ha formado parte del monográfico que la revista francesa 'AMC' dedicó en octubre a la iluminación, para lo que reunió una veintena de proyectos de todo el mundo. "Sólo dos eran españoles y uno de ellos, éste de Porcuna", ha comentado Millán, quien ha añadido que 'Casabella', una de las mejores publicaciones sobre arquitectura, le ha dedicado un especial de seis páginas.

"Posiblemente, a raíz de su aparición en esta revista italiana, desde Ferrara se fijaron en la restauración de las galerías subterráneas y hace unos días nos comunicaron que habíamos sido nominados, que contamos con todas las condiciones para optar a los Premios Restauro", ha comentado sin ocultar su satisfacción por la noticia.

Ahora, desde su estudio y el Consistorio porcunense trabajarán para preparar la documentación necesaria para la candidatura, que deben presentar antes del próximo 15 de diciembre. Será ya en marzo cuando se conozca el palmarés del certamen, cuyos participantes, además, se reúnen posteriormente en una publicación.

"Al margen de lograrlo o no, el hecho de llegar hasta aquí significa poner a Porcuna en el panorama internacional de la arquitectura, cosa que ya empezamos a conseguir con la restauración de las Carnicerías Reales, que fue finalista en varios certámenes, entre ellos los Premios Europa Nostra de Patrimonio", ha subrayado Millán.

EL PROYECTO

La recuperación de las galerías subterráneas del Pósito Real se llevó a cabo durante de 18 meses y en tres fases principales, comenzado por hacer del espacio original un espacio con entidad en sí misma, para lo que se bajó la cota del suelo aproximadamente 1,5 metros.

En segundo lugar, se realizaron las excavaciones arqueológicas necesarias que permitieron integrar relevantes estructuras de origen romano y medieval dentro del propio recinto. Finalmente, se acometió una importante restauración de las propias bóvedas de fábrica de piedra en un proceso "lento pero efectivo" en el que se han combinado técnicas tradicionales con las últimas tectologías en materia de restauración.

Desde su origen, el proyecto se planteó con el objetivo fundamental de hacer posible "deambular entre el pasado, buscar el espacio entre las ruinas, tanto las arqueológicas subyacentes, como las emergentes". Así, tras restaurar todos los restos y eliminar los añadidos posteriores que enturbiaban la construcción original, el proyecto en sí, ha sido una alfombra blanca en la que todo queda contenido.

"Esta alfombra permite, separándose de cualquier elemento preexistente, conducirnos por las diferentes salas, mostrando este singular contenedor sin ningún tipo de duda de lo que es original y lo que se ha incorporado con la intervención", apuntó Millán con motivo de la inauguración de las galerías.

Como resultado, se ha conseguido recuperar un espacio patrimonial para su futuro uso como una nueva sala del Museo Arqueológico de Porcuna. En este nuevo espacio, dotado de la última tecnología en imagen y sonido, el visitante podrá sumergirse en el conocimiento de la importante riqueza arqueológica y arquitectónica del municipio.

HISTORIA DEL EDIFICIO

Con respecto al edificio de la que forman parte estas galerías, Millán ha recordado que al iniciarse el siglo XVIII se dan varios mandamientos por los visitadores de la Orden de Calatrava para que se cree un pósito en Porcuna, proveyendo una serie de impuestos destinados a este fin, tras lo cual se produjo su fundación en 1751.

Una vez que dispuso el pósito de erario suficiente se acometió la construcción de su edificio, actual sede del Ayuntamiento de Porcuna, en cuya fachada consta la fecha de su edificación en 1798. La inscripción, borrada al proclamarse la Segunda República, fue repuesta al instaurarse la democracia, recoge 'Se construyó este Real Pósito reynando la Católica Majestad del Señor don Carlos IIII Año de MDCCXCVIII'.

Este inmueble está considerado como uno de los más notables almacenes de grano de la arquitectura neoclásica. Tiene planta basilical, está realizado en sillería de piedra labrada y consta de un sótano de tres naves paralelas cerradas por bóvedas de cañón. Sobre él se disponen las tres naves separadas por arcos de medio punto sobre pilares cuadrados, la nave central es de mayor altura que las laterales y todas ellas fueron elevadas en la remodelación de los años 40.

La fachada de estilo neoclásico presenta en el centro una portada con escalera y puerta flanqueada por pilastras toscanas sobre podios que sostienen el dintel adovelado con ménsula en la clave y sobre éste un frontón partido que encierra un tondo elipsoidal con la citada inscripción.

Centran la fachada, a modo de obeliscos, dos pilastras rematadas por pirámides que llegan hasta la altura del frontón y a ambos lados dos pares de ventanas superpuestas, habiendo desaparecido las dos puertas que bajo ellas daban acceso a los sótanos. En sus fachadas pueden observarse los pilares añadidos al realzar sus paredes.

REFORMA TRAS LA GUERRA CIVIL

Como consecuencia de la Guerra Civil, su cubierta quedó destruida, aunque no paredes y arcos, lo que fue aprovechado para su reforma por la Dirección General de Regiones Devastadas. Entonces se elevaron los arcos que separaban las tres naves, convirtiendo la central en un patio acristalado con un lucernario de baldosas de vidrio al que se abren las ventanas de las oficinas situadas en las otras naves. La planta superior, a la que se accede por amplia escalera, consta de un corredor con balconada al patio central, en ella, opuestas al patio, se abren otras dependencias y oficinas.

Además, aprovechando solares de casas colindantes destruidas en la guerra se amplió el inmueble con dos edificaciones: en la que da a la plaza se dispuso la Alcaldía y el salón de sesiones y en la posterior, paralela a la anterior, la vivienda del conserje, hoy utilizada para otras funciones, así como su segunda planta donde se ubica la secretaría. Entre las dos nuevas edificaciones se sitúa un patio, abierto a la calle, en el que existe una puerta que da acceso a las naves de bóvedas asotanadas que han sido objeto de la reciente restauración.