Archivo - Recurso negocios, dinero, calculadora, hacienda, recaudación, IRPF - GESTHA - Archivo
SEVILLA 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El sindicato UGT en Andalucía ha lamentado este martes la pérdida de diez puntos de poder adquisitivo y ha señalado que "ni la pandemia, ni la guerra de Ucrania, ni la crisis energética lo justifican" y ha detallado que, entre 2020 y 2023, los salarios han aumentado un siete por ciento mientras que el nivel general de precios lo ha hecho por encima del 17%.
En su informe 'La pérdida de poder adquisitivo en cifras' el sindicato apunta que 2023 vuelve a traer "una nueva pérdida de poder adquisitivo para el conjunto de las familias trabajadoras andaluzas y, por tanto, un nuevo empobrecimiento relativo".
Para la elaboración de este informe, UGT Andalucía ha tomado como indicadores el Índice de Precios de Consumo (IPC) elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y, más concretamente, los datos relativos a la evolución del mismo en términos de tasa de variación en lo que va de año (2023) y de tasas interanuales referidas a los meses de diciembre de cada uno de los años del periodo de análisis (2005-2023).
Para el seguimiento de la evolución de los incrementos salariales, se ha empleado el Incremento Salarial Ponderado (ISP) publicado por los Informes Mensuales de Negociación Colectiva elaborados por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) y por sus Memorias Anuales
En cuanto al periodo analizado, la primera parte guarda relación con la variación del poder adquisitivo de los salarios percibidos por los trabajadores a lo largo del recientemente finalizado 2023. No obstante, con el objetivo de poder ampliar más el abanico de análisis y comprobar lo que ocurre tanto en periodos de bonanza económica, como en los ciclos de crisis y sus posteriores recuperaciones, en datos anuales, UGT-A ampliado el periodo analizado al comprendido entre los años 2005 y 2023.
EVOLUCIÓN DE LA INFLACIÓN Y DE LOS SALARIOS
En primer lugar, UGT-A ha comprobado cómo ha evolucionado la inflación y el incremento de los salarios a lo largo de los distintos meses de 2023. Se puede observar cómo los salarios han ido registrando un incremento leve de los mismos a lo largo de la mayor parte del año, de hecho, con la excepción de lo acontecido en octubre, cada mes ha registrado un incremento de precios superior al establecido en el periodo anterior. Con todo ello, se ve como los salarios comenzaron el año con un incremento del 1,93% y lo terminaron con una mejora de nuestras retribuciones del 3,14%, es decir, una mejora neta de 1,21 puntos.
Por su parte, el incremento registrado en el ritmo de aumento de los precios ha sido mucho más pronunciado ya que comenzaron el año con un descenso de cuatro décimas en el nivel general de precios para finalizar 2023 con una inflación anual del 3,30%, lo que se traduce en un aumento de la aceleración inflacionista de 3,7 puntos netos. Y eso a pesar de la desaceleración registrada en los dos últimos meses del año, que no puede servir para ocultar el hecho de que se ha llegado a tener, a lo largo del ejercicio económico, un pico inflacionista del 3,80%, concretamente a la finalización del pasado mes de octubre.
De esta forma, al llevar a cabo el análisis comparativo de ambos indicadores se comprueba como los resultados de la negociación colectiva solo propiciaron una mejora de la capacidad de compra entre enero y agosto de 2023 y que, por ende, se ha estado perdiendo poder adquisitivo a lo largo de todo el último cuatrimestre del año. En términos anuales, la pérdida de capacidad de compra en 2023 ha sido de 16 décimas, siendo también octubre el mes en el que este gap negativo obtuvo su valor más elevado, concretamente 0,72 puntos.
Cerrados ya los datos de 2023, se ve como son ya tres los años consecutivos en los que, de media, la retribución que reciben los trabajadores a cambio de su trabajo aumenta menos de lo que lo hace el nivel general de precios. Solo en dos ocasiones, 2014 y 2020, el año finaliza con precios más baratos que el ejercicio anterior. Por el contrario, en periodos tan recientes como 2021 y 2022 se han alcanzado los picos más elevados de espiral inflacionista, con incrementos consecutivos del 6,70% y el 6,20% respectivamente.
Entre 2005 y 2007, periodo de bonanza económica, los precios registraron importantes incrementos de precios, de más de cuatro puntos incluso en 2007. No obstante, la crisis económica iniciada en el seno del sector inmobiliario y financiero norteamericano, con las llamadas hipotecas subprime, sumergió a la economía internacional en un largo periodo de recesión económica que tuvo un claro efecto disuasorio sobre los precios, cerrando 2014 con una tasa interanual del -1,20%.
Desde ahí hasta la aparición de la Covid-19, los precios vuelven a crecer, aunque de manera mucho más comedida y en un periodo temporal mucho más corto. Hasta el punto de que la caída de 11 puntos de la economía andaluza, en pleno inicio de la pandemia, llevó consigo de la mano un descenso de 3 décimas en el indicador de precios.
Desgraciadamente, el estallido de la Guerra de Ucrania trajo consigo una crisis inflacionista de una enorme magnitud y que sacudió de manera alarmantes, los cimientos de nuestro modelo productivo y laboral a lo largo de 2021 y 2022. Aun así, aunque es cierto que en 2023 la evolución de los precios ha sido mucho más suave, no podemos olvidar que nos mantenemos en tasas superiores al 3%, es decir, más de un punto por encima del objetivo tradicional del Banco Central Europeo (BCE), establecido como control de inflación (2%).
Aunque a la inversa, el mismo análisis se puede hacer para observar la evolución del incremento de los precios a lo largo de los últimos 19 años. Entre 2005 y 2008 se asitió a continuas mejoras del ISP que, con la llegada de la 'Gran Recesión', se vieron cortadas de golpe, iniciándose así un largo periodo de recorte de nuestros derechos económicos cuyo momento más negativo se alcanzara en 2014, cuando nuestras retribuciones solo crecieron un 0,61%.
Las medidas políticas, sociales y económicas llevadas a cabo durante la gestión de la pandemia y la apuesta por la salvaguarda de los puestos de trabajo y por el escudo de protección social propiciaron que el descenso en el ritmo de incremento de los salarios solo durara un año, 2021, y que ya en 2022 se iniciar un nuevo ciclo de aumento en los incrementos salariales que, aunque insuficiente, ha logrado perdurar hasta la actualidad, alcanzando en 2022 y 2023 valores del 2,78% y el 3,14% respectivamente.
El sindicato ha destacado que la negociación colectiva es un elemento fundamental para salvaguardar la capacidad de compra de los salarios, especialmente en los periodos de crisis o de recisiones económica.
Afortunadamente, según el sindicato, la continua tendencia al alza registrada por los incrementos salariales en el seno de la negociación colectiva andaluza durante 2023 y la minoración manifiesta en el ritmo de encarecimiento de los precios y la estabilización del mismo, que la mayor parte de los analistas económicos proyectan para las dos próximas anualidades, permite ser esperanzadores en el sentido de esperar que, de seguir con la senda actual, 2024 sea el año que ponga fin a este último trienio de pérdida de poder adquisitivo.