El alcalde de Marchena y Bueno acuerdan una "mesa de diálogo" para la ampliación del Conjunto Histórico

Actualizado: martes, 21 abril 2009 18:46

MARCHENA (SEVILLA), 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Marchena (Sevilla), Juan Rodríguez Aguilera (PA), y el delegado provincial de la Consejería de Cultura, Bernardo Bueno, han acordado la creación de una "mesa de diálogo", --en la que podría tener participación el empresariado local--, para tratar el procedimiento administrativo incoado para ampliar la delimitación del Conjunto Histórico-Artístico, dado que el Consistorio reclama que el nuevo perímetro no asfixie las pretensiones del sector de la construcción y el negocio inmobiliario.

Juan Rodríguez Aguilera informó a Europa Press de que ayer se reunió con Bernardo Bueno y ambos debatieron la situación que vive este municipio con la iniciativa de la Consejería de Cultura de ampliar la delimitación del Conjunto Histórico-Artístico, con todas las restricciones implícitas, y la postura contraria del sector local de la construcción y la promoción inmobiliaria.

Dado este escenario, y el "objetivo común" de ambas administraciones de proteger el rico patrimonio histórico de la ciudad, ambas partes han acordado la creación de una "mesa de diálogo" en torno a este procedimiento impulsado desde la Dirección General de Bienes Culturales, si bien el Gobierno municipal de Juan Rodríguez Aguilera mantiene su intención de formular alegaciones al procedimiento. Esta línea de colaboración, así, se materializará en el plazo de dos o tres semanas con un segundo encuentro de carácter técnico.

En cuanto a las alegaciones del Ayuntamiento, Bueno se habría comprometido a no resolverlas sin antes debatir su contenido con el Ayuntamiento marchenero, que abre la puerta a la participación del empresariado local en la citada mesa de negociación.

La iniciativa de la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía, como se recordará, parte de la declaración formalizada en 1966 en cuanto al Conjunto Histórico-Artístico de Marchena, entendiendo que al limitarse al recinto amurallado no quedaron protegidos "otros sectores que tuvieron su origen en el proceso de morfogénesis de la ciudad durante la conformación de los arrabales históricos", ámbitos que hoy día "conservan inalteradas las características tipológicas de la trama urbana y suficientes ejemplos del tipo edificatorio de su arquitectura tradicional".

Insertos en este parcelario de carácter histórico pero "no protegido" en la declaración de Bien de Interés Cultural de 1966, existen "inmuebles de interés histórico, arquitectónico y artístico, destacando las iglesias de San Pedro, San Agustín o la Encarnación, los centros conventuales y un numeroso conjunto de edificios de carácter monumental compuesto por las diferentes muestras de arquitectura palaciega", por lo que la Dirección General de Bienes Culturales resolvía imponer la protección a "un ámbito de mayor dimensión" a través de este procedimiento.