SEVILLA 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Después de que los administradores concursales de la Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa, vinculada a la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y promotora de casi 600 viviendas protegidas en Sevilla Este, haya contratado las labores de culminación de las viviendas, paralizadas en 2009, el primer edil hispalense, Juan Ignacio Zoido, ha felicitado al colectivo de adjudicatarios afectados por esta paralización.
"Felicito a todos aquellos que estaban afectados por la paralización de las obras, porque se despeja el horizonte", ha dicho el alcalde en rueda de prensa, precisando además que tras ser contratada la constructora FCC para rematar las obras, "se ha pedido al Ayuntamiento que se agilicen las licencias".
"Facilitamos su desarrollo en la primera fase para que pudieran ser ocupadas y ahora también, de la mano de la Gerencia de Urbanismo, lo haremos en el desarrollo de las dos promociones que quedan. Esperamos que las tengan cuanto antes, porque llevan demasiado tiempo esperando aquellos que con ilusión dieron su entrada en su momento", ha dicho el primer edil sobre el conocido conflicto.
Esta promoción de viviendas protegidas parte de la 'Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa', participada por la CEA, y cada uno de sus adjudicatarios había entregado unos 17.000 euros en concepto de anticipo mientras arrancaba la construcción de los edificios allá por 2008. En 2009, las obras fueron paralizadas a cuenta de las dificultades financieras de la sociedad 'Dolmen Consulting Inmobiliario', encargada de la gestión de la promoción de viviendas. Aunque inicialmente la entrega de las viviendas estaba programada para 2010, no fue hasta 2012 cuando fueron entregadas las 73 únicas viviendas terminadas hasta el momento, pues las restantes 510 esperarían aún la finalización de su construcción.
En materia financiera, el préstamo sobre el que trabajaba la Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa para edificar las viviendas había sido concedido por la antigua Caja Madrid, integrada posteriormente en Bankia, una entidad bancaria marcada por un agujero financiero de miles de millones de euros cuya situación motivó su nacionalización a manos del Estado. Después, la Sociedad de Gestión de Activos de Reestructuración Bancaria (Sareb), lo que viene siendo el 'banco malo', se hizo cargo de este préstamo, solicitando el concurso de acreedores para la fundación.