SEVILLA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Casi un 60 por ciento de las personas andaluzas que padecen algún tipo de discapacidad asegura que "agradece" sentir, en su día a día, actitudes de discriminación positiva respecto a sus limitaciones físicas o psíquicas, tanto en el ámbito legal como en el social.
Así, según un estudio realizado por la Fundación Adecco, consultado por Europa Press, el 83 por ciento de los andaluces discapacitados entrevistados declaró sentir este tipo de cortesías por parte de los ciudadanos y un 58,3 por ciento, en concreto, aseguró que las "agradece", por considerar que se sienten "más seguros y protegidos con aquellas personas que le atienden mejor debido a sus limitaciones".
En cambio, un 30,6 por ciento aseguró no sentirse "cómodo" ante las actitudes de sobreprotección y excesivo cuidado que adoptan las demás personas, advirtiendo de que cuando alguien los protege o los mima "más de la cuenta", les recuerdan constantemente que son "diferentes". "Con estas actitudes me siento inútil y disminuye mi autoestima, quiero normalidad", recalcó una de las entrevistadas.
Precisamente, del citado estudio se extrae otra conclusión desde el punto de vista de la perspectiva de género, pues son las mujeres las que más incómodas se encuentran ante las actitudes de discriminación positiva, siendo un 57 por ciento frente al 65 por ciento de los hombres que valoran estos "privilegios" concedidos por la sociedad.
Por grupos de edad, también encontramos diferencias notables, pues son los más jóvenes los que muestran mayor reticencia a este tipo de comportamientos. Mientras un 52,2 por ciento de los encuestados de entre 31 y 45 años, y un 65,5 por ciento de los que tienen 46 años o más, los acepta con naturalidad y de forma positiva, sólo un 45,5 por ciento de los discapacitados entre 19 y 30 años los acepta de este modo.
Finalmente, un 11 por ciento de los discapacitados andaluces encuestados aseguró que las actitudes de discriminación positiva o de sobreprotección ni les incomodan ni les agradan, simplemente no le dan "importancia".
EN EL TRABAJO
Otra de las conclusiones del estudio, a nivel nacional, es que, del total de encuestados que actualmente tiene trabajo, un 54,5 por ciento se siente "uno más" en su empresa y no percibe ningún tipo de discriminación.
Mientras, el otro 45,5 restante, manifestó que sí se ha sentido discriminado en su entorno laboral por diferentes motivos, entre los que señalaron, principalmente, que los jefes o superiores los minusvaloran. No obstante, un 10 por ciento afirmó que no eran las personas las que los excluían, sino "la falta de adaptaciones y barreras arquitectónicas del puesto de trabajo" en sí.
Por sexos, son más las mujeres que se han sentido víctimas de un trato de inferioridad, un 90 por ciento frente al 10 por ciento de los hombres.
Aunque gran parte de los encuestados desempleados no está buscando trabajo (57%), existe un 43 por ciento que sí está intentando encontrar un lugar en el mercado laboral. De esta cifra, un 50 por ciento opina que su discapacidad es el principal obstáculo para encontrarlo, frente a la otra mitad que afirma que ésta no influye negativamente en los procesos de selección.
LEY DE INTEGRACIÓN SOCIAL (LISMI)
La Ley 13/1982, de Integración Social del Minusválido (LISMI), es la principal normativa para favorecer el empleo de las personas con discapacidad y potenciar su integración en la sociedad, sin embargo, según el estudio de Adecco, el 71,1 por ciento de los encuestados andaluces no la conoce.
Una cifra que asciende hasta el 68,8 por ciento en el caso de los desempleados y disminuye hasta el 28,9 por ciento en el de los ocupados.
Sin embargo, entre el 71 por ciento que desconoce la existencia de la LISMI, hay algunas diferencias atendiendo a las edad de los discapacitados andaluces que fueron entrevistados. Así, las personas de 30 a 45 años son las que más conocen esta Ley (45%), seguidas de los mayores de 45 años (39%) y de los más jóvenes entre 19 a 30 años (31%).
Además, las personas con discapacidad intelectual son las que más ignoran la existencia de esta disposición legal (95%), seguidas de las personas con discapacidad psíquica (75%), sensorial (60%), física (40%) y orgánica (10%).