COAG valora la nueva ley para integrar a trabajadores del Reass, pero no entiende "retraso" del reglamento de desarrollo

SEVILLA 5 Ene. (EUROPA PRESS) -

La organización agraria COAG-A considera una buena noticia la nueva Ley que supondrá la integración de los trabajadores agrarios en el Régimen General de la Seguridad Social, que ha entrado en vigor el pasado 1 de enero, si bien no comprende el "retraso" en la publicación del reglamento de desarrollo, que "debe abordar algunas cuestiones fundamentales para el sector agrario".

En una nota, esta organización asegura que "siempre ha entendido que la integración era una reivindicación legítima", pero también ha querido dejar claro que este objetivo "no podía suponer un incremento de costes que comprometiera la viabilidad de las explotaciones, abocándolas a una situación aún más delicada de la que ya viven, con un descenso del 27 por ciento de la rentabilidad en los últimos cinco años".

Además, ha recordado que la renta del sector agrario es de un 55 por ciento respecto a la media del resto de sectores productivos y ha apuntado que "el sector agrario sufre un fuerte nivel de endeudamiento, que supera incluso el valor de la producción".

Atendiendo a este planteamiento, el pasado 23 de septiembre se publicaba en el BOE la Ley por la que se procedía a la integración de los trabajadores agrarios en el Régimen General a través de un sistema especial que equipara sus prestaciones a las del resto de trabajadores por cuenta ajena, pero estableciendo un amplio periodo transitorio de adaptación y una serie de beneficios en materia de cotización a fin de lograr una contención de los costes de los agricultores.

COAG-A considera "imprescindible" que la nueva ley, en su desarrollo normativo, "reconozca las peculiaridades del sector agrario, especialmente en algunas cuestiones pendientes".

Así, apunta que la Ley establece que se integran en el sistema especial para trabajadores por cuenta ajena agrarios todos aquellos que realicen labores agrarias, sean propiamente agrícolas, forestales o pecuarias o sean complementarias o auxiliares de las mismas en explotaciones agrarias, así como los empresarios a los que presten sus servicios.

En este sentido, COAG considera que "es fundamental que la ley cubra también la actividad del primer manipulado de la producción, que desarrollan los propios agricultores a través de sus cooperativas". Esta organización agraria cree que "aunque estas tareas se desarrollen en régimen de asociación cooperativa deben considerarse actividad agraria y, por tanto, estar incluidas en el nuevo sistema".

La organización agraria apunta que un aspecto especialmente positivo de la ley es el hecho de "mantener dos opciones de cotización, bien con una base mensual o bien por jornadas diarias, a elección del empleador". De este modo, se reconocen y respetan las particularidades de un sector "marcado por la temporalidad e imprevisibilidad de las labores así como el carácter perecedero de los productos".

En esa misma línea, COAG-A espera que el régimen de altas y bajas, pendiente de desarrollo, "también tenga en cuenta dichas peculiaridades, manteniendo la flexibilidad para no incrementar en exceso la carga burocrática y que al final los beneficios por el cambio de sistema no se vean superados por unos mayores costes de gestión".

El nuevo sistema afectará a 820.000 trabajadores agrarios en el Estado español.