Editada una obra que aborda la recuperación de la memoria histórica desde la perspectiva de la reflexión teórica

SEVILLA 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

El catedrático de Historia Económica de la Universidad de Sevilla Antonio Miguel Bernal presentó hoy el libro de investigación 'La recuperación de la memoria histórica, una perspectiva transversal desde las Ciencias Sociales', que pretende ampliar el conocimiento sobre esa materia desde una perspectiva de reflexión teórica. El trabajo, coordinado por los profesores Gonzalo Acosta, Ángel del Río y José María Valverde, está editado por el Centro de Estudios Andaluces, cuyo director es Alfonso Yerga.

La obra es fruto del trabajo de investigación llevado a cabo por más de 20 profesores del Curso de Especialización sobre Memoria Histórica y Ciencias Sociales que se impartió en la Universidad Pablo de Olavide durante dos años. A este respecto, Acosta, coordinador del trabajo, indicó en rueda de prensa que el objetivo ha sido "reflexionar sobre las distintas disciplinas interrelacionadas en la materia --psicológos, historiadores, antropólogos...--", de forma que los materiales que se aportan puedan contribuir a la "dimensión práctica del problema para ayudar de este modo a la gente que quiera seguir investigando".

"Quiero indicar --continuó-- que el movimiento de la memoria histórica está basado en la generosidad de todos aquellos que contribuyen a la reunión de material, a los que nosotros hemos llamado en el curso, del que ha nacido este libro, donantes de la memoria. Esa generosidad forma también parte de este trabajo", subrayó Acosta.

El catedrático Bernal, por su parte, destacó el "carácter innovador del libro" y que no se trata de un trabajo de investigación propiamente dicho, ya que su publicación supone "un gran avance en la reflexión teórica" sobre un tema del que se ha hablado mucho en todos los ámbitos y del que ahora esta obra propone un análisis desde "una perspectiva transversal de la Ciencias Sociales". En este sentido, la calificó como "reflexión de altos vuelos y realizada no sólo desde el punto de vista de Andalucía, así que puede ser analizada desde cualquier parte del territorio español e incluso desde el extranjero".

Según Bernal, "la batalla contra el olvido" es el gran problema que se plantea la memoria histórica y uno de los temas sobre los que lógicamente versa la obra recién editada. "La dualidad memoria-olvido no se ha insertado bien en la historia", consideró antes de añadir que "siempre hubo una memoria familiar, incluso por parte de los vencedores, que no querían olvidar y mantuvieron esa idea".

Sobre esta idea ahondó reseñando que "durante el franquismo se adoptó la política del no olvido hasta que el Partido Comunista dio a conocer su programa de reconciliación nacional. Luego, ya durante la Transición, se instauró el pacto de silencio y no hubo, pese a que el proceso democrático estaba ya constituido en España, ninguna declaración solemne de las fuerzas políticas respecto a la memoria histórica de la etapa anterior".

"No teníamos una política de la memoria porque Franco actuó de manera simplista sobre esa cuestión, primero no olvidando y luego cubriendo aquella etapa con un tupido velo. Por eso era tan importante que en la democracia se instaurara una política de la memoria, porque de haber durado más el Régimen habría conseguido verdaderamente eliminar todo ese periodo", añadió Bernal.

LA DIMENSIÓN ÉTICA DE LA MEMORIA.

De otro lado, apuntó, al margen de la historia y la interpretación política, "a la dimensión ética de la memoria porque eso nos afecta a todos, a vencedores y vencidos", cuestión fundamental ésta a su juicio porque, "si la ética hubiera funcionado desde un primer momento, muchos de los problemas sobre la memoria histórica se habrían podido obviar", opinó. Con esta consideración quiso explicar que "la ética le hubiera dado otra perspectiva al problema, que no puede abordarse desde el mercadeo, la reivindicación o la balanza de muertos o fosas comunes porque en la barbarie no puede haber nunca equilibrio".

De ahí que apueste como solución del conflicto a la "participación de todos los elementos de la sociedad, sin olvidar el papel de las instituciones, que tienen que implicarse y les queda mucho por hacer". En esta línea, puso como ejemplo a la Alemania nazi, de la que "está toda la información disponible y no hay ninguna dificultad para conseguirla", en contraposición al caso español, "donde resulta intolerable que después de la aprobación de una ley sobre memoria histórica sea el secretario de un ayuntamiento quien tenga la última palabra sobre el levantamiento de una fosa".

Abordado el problema desde la perspectiva del olvido y su dimensión ética, Bernal se refirió entonces a la relación de la memoria histórica con los aspectos patrimoniales o al papel que ejerce la literatura "como coadyuvante de su recuperación".

"Este trabajo es fruto de la madurez porque hace siete años todo lo que se realizaba en ese terreno era fruto de hallazgos particulares, pero sin que en su elaboración se adoptase una técnica o directrices claras. Y en este trabajo no se hacen ya distinciones entre los bandos, sino que se trata sólo de comprender en qué consiste la memoria histórica", soslayó.

Alfonso Yerga, en su intervención, consideró que "el pasado reciente siempre ha interesado, lo que ocurre es que a algunos les interesó precisamente que no se supiera nada sobre el mismo mientras que otros mantuvieron el compromiso de la recuperación de la memoria antes y después del Régimen". De ahí que el editor, pese a reconocer la "importancia de la dimensión ética del problema", ponga de relieve sobre todo "la dimensión política", porque es en esa vertiente en la que hay que buscar "responsabilidades".

"No somos patrocinadores ni financiadores de la obra, pero somos los editores porque este tema nos interesa", dijo como director del Centro de Estudios Andaluces a las que representó en el acto de presentación celebrado en la Universidad Pablo de Olavide. "No hay muchas instituciones que puedan ofrecer hoy en Andalucía un corpus de actividad en relación con la memoria histórica, y el Centro es precisamente uno de ellos", recordó.