Especialistas de Neumosur señalan que tener el asma controlado implica hacer vida normal en la mayor parte de los casos

Actualizado: martes, 5 mayo 2015 18:33

Diagnosticado y tratado correctamente, es posible controlar el asma en más de un 90% de los casos

SEVILLA, 5 May. (EUROPA PRESS) -

Con motivo del Día Mundial del Asma, que se celebra hoy 5 de mayo, la Asociación de Neumología y Cirugía Torácica del Sur, Neumosur, quiere hacer llegar a los pacientes afectados por esta patología, cuya prevalencia va en aumento, el mensaje de que si se tiene la enfermedad controlada, es posible hacer vida completamente normal en la mayoría de los casos.

"Se estima que casi el 50% de los pacientes con asma sufren innecesariamente a pesar de estar en tratamiento porque no tiene un buen control de su enfermedad, lo que provoca un empeoramiento de los síntomas y un aumento de las crisis repentinas, en muchos casos hospitalizaciones y a veces hasta la muerte y en general les impide llevar la vida de una persona normal", manifiestan los coordinadores del grupo de Asma de Neumosur, los doctores Luis Manuel Entrenas y Antonio Pereira.

Asimismo, ambos especialistas agregan, a través de un comunicado, que cerca del 90 por ciento de las personas asmáticas "asumen sus síntomas" como "parte normal de su situación" cuando, con el tratamiento y seguimiento correctos es posible llevar una vida idéntica a la de las personas sanas, al menos en la gran mayoría de los casos de asma.

"Muy poca gente sabe que el 10% de los atletas que ganaron medallas en las Olimpiadas de Barcelona en el 92 eran pacientes asmáticos, y sin embargo es un dato muy elocuente que muestra hasta qué punto puede llevarse una vida normal, a todos los niveles, padeciendo asma", afirma el doctor Pereira, que añade que tener el asma controlada significa no sufrir molestias por la patología, no despertarse por la noche a causa del asma, no tener necesidad de usar el inhalador que alivia los síntomas, mantener una actividad física normal incluso cuando se hace ejercicio, no padecer ataques de asma y obtener resultados normales en la espirometría o prueba que mide la obstrucción bronquial.

"Afortunadamente disponemos de tratamientos muy potentes y muy avanzados que hoy permitirían a los pacientes asmáticos disfrutar de una calidad de vida igual o muy similar a la de las personas sanas, y la gran paradoja es que, por la falta de percepción de la importancia de la patología, por las dificultades con el seguimiento o por el conformismo con los síntomas, desaprovechamos los grandes avances terapéuticos, ocasionando además al sistema un grave problema desde el punto de vista económico y sanitario", señala el doctor Entrenas.

Diagnosticado y tratado correctamente, es posible controlar el asma en más de un 90 por ciento de los casos. A pesar de ello, sólo el 33 por ciento de los asmáticos conocen bien su enfermedad y se cuida correctamente.

Asimismo, se estima que entre el 30 y el 50 por ciento de los pacientes asmáticos están insuficientemente controlados. Todo ello tiene una repercusión importante no sólo en la calidad de vida de los pacientes, que son los primeros afectados, sino también en el gasto sanitario dedicado a esta enfermedad, que se eleva enormemente por esta falta de control.

Concretamente, un dos por ciento de los recursos de la sanidad pública se destinan en España al asma, lo que equivale a casi 1.500 millones. Pues bien, la mayor parte de ese importe, hasta un 70 por ciento, obedece al mal control del asma, lo que representa un coste medio por paciente de 1.726 euros al año.

En este sentido, ambos doctores apuntan asimismo que aproximadamente un sesenta por ciento de los pacientes con asma desconocen cómo usar su medicación, les cuesta entender cuándo está realmente controlado su asma y cuándo tienen que acudir a pedir ayuda al médico de atención primaria / neumólogo.

LA PREVALENCIA DEL ASMA HA CONTINUADO AVANZANDO

La prevalencia del asma ha continuado avanzando en los últimos años, pues se trata de una enfermedad que aumenta a medida que la población se hace más urbana y hoy afecta a más de un cinco por ciento de la población adulta española, con una incidencia aún superior en los niños, hasta el triple según algunos estudios recientes.

Precisamente, con el objetivo de mejorar el control y la calidad de vida de las personas con asma, se acaba de publicar la cuarta edición de la Guía Española para el Manejo del Asma, que lleva el título de GEMA 4.0. Se trata de un consenso elaborado con la participación de 101 expertos en asma de toda España (entre ellos, uno de los coordinadores del grupo de Asma de Neumosur, el doctor Luis Manuel Entrenas), así como colectivos de pacientes, con el que se busca incrementar la formación de los profesionales sanitarios implicados en la atención de las personas afectadas por la enfermedad.

Aparte de la actualización del contenido científico, se han incorporado nuevos capítulos con respecto a la última edición, de 2009, entre los que destacan 'Asma y EPOC' (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y 'Asma grave no controlada'.

Respecto al primer punto destacado, asma y la EPOC (enfermedades ambas de elevada prevalencia) pueden coexistir en un mismo paciente. Esta coincidencia se estima en un doce por ciento. Para que esta coexistencia tenga relevancia clínica, debe influir en el pronóstico y en la actitud terapéutica. Los pacientes con EPOC que también tienen asma presentan un mayor riesgo de padecer exacerbaciones.

Según los expertos implicados en la elaboración de la actualización de este documento, "posiblemente en el futuro se superarán los actuales compartimentos estancos que separan pacientes con EPOC y asma, y se avanzará hacia un concepto global de enfermedad de la vía aérea que, en cada paciente, se relacionará con un patrón inflamatorio definido ligado a manifestaciones clínicas, determinantes pronósticos y tratamientos específicos más eficaces".

Otro aspecto novedoso de la guía tiene que ver con el asma grave no controlada (aquella que persiste mal controlada pese a haber recibido tratamiento en los últimos 12 meses), que se estima que afecta a cerca del cuatro por ciento de la población asmática y se asocia a un mayor consumo de recursos económicos en comparación con los casos moderados o leves, y para la que, apuntan los autores, "existía una bibliografía científica exigua y de baja calidad".