SEVILLA, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El cirujano del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla Fernando Docobo abogó hoy por el uso de suturas tratadas con productos antisépticos y antibióticos como una herramienta "fundamental" para reducir las infecciones quirúrgicas que se producen en determinadas operaciones. De hecho, los expertos apunta a que en torno al 10 por ciento de las personas que sufren infecciones quirúrgicas fallecen.
Docobo, que participó hoy desde Sevilla en el seminario 'La infección quirúrgica: un desafío continuo', evento que se ha celebrado de forma simultánea en 40 países y que ha conectado a través de Internet a unos 1.500 cirujanos de todo el mundo, subrayó a Europa Press que recientes investigaciones elaboradas al efecto "justifican aún más si cabe el uso de estas suturas", en alusión a un trabajo presentado recientemente por el Hospital de Navarra y al estudio 'Prevención de la Infección Quirúrgica en Neurocirugía Pediátrica'.
Esta última investigación, llevada a cabo por el Departamento de Neurocirugía del Hospital Infantil de Buffalo (EEUU), se presentó precisamente hoy por primera vez y de forma simultánea para distintos países de Europa, Latinoamérica y Oriente Medio.
En concreto, los resultados de este trabajo, publicado en la revista Journal Neurosurgery Pediatrics, revelan que el uso de suturas antisépticas en cirugías pediátricas del líquido cerebroespinal "reducen significativamente" el riesgo de desarrollar infecciones quirúrgicas.
Según sus autores, los datos aportados por esta investigación "vienen a apoyar" la creencia de que su utilización resulta "segura y efectiva", además de que "podría asociarse a una reducción del riesgo de infección postoperatoria". En este estudio prospectivo, doble ciego y randomizado, participaron un total de 61 pacientes, entre los que se realizaron 84 intervenciones del líquido cerebroespinal durante un periodo de 21 meses.
Los enfermos fueron divididos en dos grupos: en el primero se llevaron a cabo 46 cirugías con suturas antisépticas, mientras que en el grupo control se contabilizaron 38 cirugías con suturas convencionales.
"En el primer grupo se registraron dos casos de infección quirúrgica (un 4,3 por ciento), mientras que en el grupo control se llegaron a contabilizar hasta ocho casos (21%)", sostuvo al respecto el cirujano Curtis Rozzelle, del Departamento de Neurocirugía del Hospital Materno infantil de Buffalo.
De esta forma, el uso de suturas impregnadas de antisépticos demostró en este caso reducir en un 17 por ciento el riesgo de infección quirúrgica en este tipo de intervenciones.
PREVALENCIA DE LAS INFFECIONES QUIRÚRGICAS
Al hilo de ello, Docobo aludió a los resultados arrojados por otro estudio, que lleva por título 'La infección quirúrgica: un desafío continuo', y del que es autor principal el jefe de Servicio de Cirugía del Hospital de Navarra, el doctor José Miguel Lera.
Según este trabajo español, la prevalencia de las infecciones quirúrgicas se sitúa en la actualidad en una tasa global del 7,8 por ciento de casos, porcentaje que oscila entre el 4 por ciento cuando se trata de intervenciones programadas y el 16 por ciento en el caso de las operaciones que se realizan de urgencia.
Dicho estudio apunta, además, a que en torno al 10 por ciento de las personas que sufren infecciones quirúrgicas fallecen como consecuencia de esta complicación. Además, el mismo trabajo, elaborado durante 10 años y con una muestra de 12.796 pacientes, apunta al hecho de que la mayoría de pacientes que fallecen a consecuencia de una cirugía complicada han sufrido, además, una infección quirúrgica.
FACTORES IMPLICADOS EN LAS INFECCIONES
Para medir la tasa de infección quirúrgica, la citada investigación se basó en el índice NIIS (índice de vigilancia de infección nosocomial nacional).
Según dicha variable, entre los principales factores que condicionan sobremanera el riesgo de infección quirúrgica se encuentran el grado de contaminación en la intervención, clasificado en limpia, limpia-contaminada, contaminada y sucia; el estado del paciente en el preoperatorio y, sobre todo, el aumento en más de un 75% en la duración considerada normal para una intervención dada.
Según estos tipos, las incidencias deberían ser de dos, tres, cinco, seis y ocho por ciento, respectivamente. Sin embargo, el jefe de Servicio de Cirugía General del Hospital del Mar en Barcelona, el doctor Luis Grande, admite que en España las cifras se sitúan en rangos cercanos al cinco, 10, 15 y 30 por ciento, respectivamente, "por encima de lo recomendable".
Entre otras causas asociadas a este peor indicador en las operaciones urgentes, Docobo apuntó, por su parte, a una edad más elevada en estos pacientes, a la existencia de comorbilidades asociadas y a la imposibilidad de preparar al enfermo de forma previa, "lo que les hacen mucho más susceptibles de padecer una infección de este tipo".
Otra variable a tener en cuenta, según agrega este trabajo navarro, es el tipo de intervención a realizar, ya que las cifras de infección oscilan "significativamente" entre unas patologías y otras. Así, mientras que las intervenciones hepatobiliares y las de intestino delgado superan el 20 por ciento de infecciones, las operaciones de mama o las hernias sólo rondan el 1 por ciento.
COSTE DE LAS INFECCIONES
Según estiman los expertos, el coste que conlleva una infección de este tipo ronda los 3.000 euros por paciente, prolongándose la estancia hospitalaria hasta una semana.
También en este punto se encuentran diferencias, ya que, según Lera, "mientras que el incremento del gasto que genera una infección quirúrgica tras una apendicectomía se sitúa en torno a los 2.000 euros, en una resección del colon alcanza los 7.000 u 8.000 euros".
Por ello, estos expertos abogan por modificar determinados procedimientos e incorporar nuevas medidas preventivas, como dichas suturas, al objeto de reducir costes y la comorbilidad que lleva asociada para los pacientes las infecciones quirúrgicas.
De igual forma, aluden a la importancia de que los pacientes reciban la profilaxis antimicrobiana adecuada, se normalicen el nivel de glucosa en sangre en los enfermos que sufran hiperglucemia, se estabilice la temperatura de los pacientes durante la intervención e, inclusive, someter a los enfermos a dos duchas antimicrobianas antes de entrar en el hospital.