Señala que se ha "roto el clima de paz" y aboga por "negociar hasta la extenuación" para evitar huelga en las fiestas de la primavera
SEVILLA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Popular en el Ayuntamiento de Sevilla ha sacado este martes una "tarjeta amarilla" al gobierno del socialista Juan Espadas ante la situación de la empresa de Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam), "sin alarmismos, pero avisando de los preocupantes datos" que registra y que espera que sean corregidos a los largo del ejercicio.
Así, en rueda de prensa, el concejal del PP Jaime Ruiz ha detallado que, teniendo en cuenta los datos del informe dado en el último consejo de administración de Tussam, el endeudamiento de la empresa sube un 43,39, pasando de un 12,19 a 17,47 por ciento, por lo que el total de la deuda se incrementa por tanto un 56,22 por ciento.
Además, señala que los ingresos totales por viajero han caído un 13,74 por ciento y un 9,5 por ciento por título de viaje en febrero, respecto al mismo mes del año anterior; mientras que los viajeros descienden un 4,63 por ciento, pasando de 6.740.243 de usuarios en febrero de 2016 a 6.427.992 este año. Además, los viajeros con títulos bonificados bajan un 28,08 por ciento.
También, menciona un 4,07 por ciento menos de kilómetros recorridos, un 11,1 por ciento de vueltas perdidas por personal, una bajada de la velocidad comercial de 12,87 a 12,74 y un periodo de pago a proveedores que se incrementa de 11,07 días en 2016 a 19,97 días en 2017, lo que supone un 80,4 por ciento más.
"No queremos volver al caos y al desorden, que era la situación que tenía Tussam antes de 2012", subraya Ruiz, que defiende la gestión realizada por el gobierno del popular Juan Ignacio Zoido hasta llevar a la empresa a una etapa "modélica, saneando un 65 por ciento de la deuda, que bajó de 115 a 32 millones".
Además, recuerda el plan de mejora puesto en marcha, la estabilización de 103 eventuales y el que se hubiera atajado el "terrible" problema de pago a proveedores. El popular espera que no haya que volver a recurrir a un plan de saneamiento y pone en valor el acuerdo alcanzado en su momento con la plantilla, que se rebajó el sueldo un ciento por ciento durante dos años.
