SEVILLA 28 May. (EUROPA PRESS) -
Los vecinos de la calle Lumbreras de Sevilla afectados por los ruidos provenientes de la depuración de las piscinas en el centro deportivo de la calle Crédito han contratado un bufete de abogados con la intención de solicitar documentación sobre los informes acústicos efectuados y una nueva evaluación en este sentido; así, aseguraron que llegarán "hasta el final" en este caso.
El portavoz de los vecinos afectados, Óscar Ceballos, expuso a Europa Press que, frente a las declaraciones del concejal delegado del Distrito Casco Antiguo, Francisco Manuel Silva (IU) --que aseguró que se estaba trabajando en la insonorización, lo que él mismo ha verificado, e instó a los residentes a solicitar en el distrito la información requerida--, "nadie del Ayuntamiento se ha puesto en contacto con nosotros y seguimos remitiendo escritos sin contestación".
En este sentido, Ceballos tachó de "brindis al sol" y de "mentiras" las palabras de Silva, asegurando haberse presentado en la sede del distrito para pedir esta documentación, "y nos dijeron que no sabían nada y que no tenían información al respecto".
"El ruido sigue exactamente igual, parece que toman a los vecinos por idiotas y nos sentimos engañados y humillados", lamentó el portavoz vecinal, que exhortó al concejal delegado de distrito a "dar la cara", porque, a su juicio, éste se "zafa de la responsabilidad".
Por ello, la asesoría legal contratada, según Ceballos, busca principalmente tener acceso al informe de la empresa de ingeniería acústica Inasel, contratado y efectuado hace siete meses por la empresa Dragados a petición del Instituto Municipal de Deportes (IMD), responsable de las instalaciones donde se original las molestias.
Asimismo, los vecinos también pretenden que, una vez que se ejecute el proyecto, se vuelvan a llevar a cabo mediciones por parte de Inasel "porque es el protocolo correcto que nos podría garantizar que estas afecciones están resueltas".
Los vecinos ya se han manifestado al respecto ante el centro con pancartas, dado que, según expuso Ceballos, los vecinos cuyas viviendas reciben las vibraciones están "destrozados después de estar torturados desde hace más de un año", detallando que "el sistema de depuración está pegado literalmente a la pared de las casas".