Innova.- El CITA y el ITA desarrollan un robot agrícola para detectar zonas de salinidad y eliminar malas hierbas

Actualizado: lunes, 26 febrero 2007 16:02

ZARAGOZA, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, acompañado de la consejera de Ciencia, Tecnología y Universidad, Ángela Abós, y el consejero de Agricultura y Alimentación, Gonzalo Arguilé, ha asistido hoy en el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria, ubicado en el barrio rural de Montañana, a la presentación del proyecto SAAPIN, un robot agrícola, en fase de desarrollo, que permitirá detectar zonas de salinidad y eliminar las malas hierbas de los campos de maíz.

Este proyecto, que se inició en en el año 2004, está siendo desarrollado por un grupo de cerca de 20 investigadores del Instituto Tecnológico de Aragón (ITA) y del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA). Asimismo, cuenta con la financiación del Gobierno aragonés.

Este robot para la agricultura, que es semejante a un pequeño tractor de jardín, se compone de un sistema autónomo que realizará mapas automáticos de salinidad, para saber en qué zonas del terreno hay más sal, ya que allí el cultivo no es posible; y por otro lado, detectará y eliminará las malas hierbas del campo a tiempo real y de forma autónoma en los campos de maíz; lo que se denomina escarda avanzada. Todas estas habilidades las realizará sin intervención humana directa.

El aparato tendrá un sistema capaz de generar mapas de parámetros de interés agronómico, mediante exploración georreferenciada del terreno, para obtener la caracterización de la salinidad y otros atributos del suelo. Para ello, se desarrollará, calibrará y validará un sistema automático dotado de un sensor electromagnético móvil acoplado al vehículo robotizado.

Por otro lado, también tendrá otro sistema autonómico de escarda que desarrollará un sistema capaz de detectar y eliminar malas hierbas en un campo de maíz. El sistema reconocerá las plantas de maíz y las malezas y utilizará técnicas de procesado de imágenes, mientras realiza un barrido visual del cultivo de forma automática.

Posteriormente, un módulo de escarda a base de cepillos mecánicos eliminará las plantas identificadas como malas hierbas, sin afectar al resto del cultivo. "Hay que intentar que lo que producimos sea competitivo y eso depende de la inversión en investigación --por ello creamos el Departamento de Ciencia-- y del desarrollo del sector agroalimentario, que tiene una gran potencia en Aragón. Se trata de crecer en ventas en dentro y fuera de la Unión Europea", indicó Marcelino Iglesias.

El director del CITA, Jesús González Bonilla, ha agradecido a Marcelino Iglesias su presencia, ya que "hace casi 20 años que un presidente autonómico no entrada en el CITA y conocer es valorar". Además resaltó que "el CITA es un lugar muy prestigioso ya que posee bancos de germoplasma de casi medio siglo y esto no podemos perderlo, además se dedica a la investigación y con su adscripción al ITA está ampliando sus recursos".

El jefe del Departamento de Diseño Electrónico y Control de proyecto, Jesús Paniagua, ha explicado que la plataforma mecánica convencional se compone de un control de dirección, un ordenador de control, un sistema de adquisición de datos, un sistema de telecontrol y parada remota, un control de velocidad, un sensor de dirección, una brújula digital, una alimentación eléctrica auxiliar, plataforma de paneles solares, una visión artificial de navegación y un sistema de comunicación wi-fi.

Este robot buscará las soluciones técnicas para actividades duras y permitirá a la empresa de maquinaria agrícola el acceso a las nuevas tecnologías. "Se trata de acercar así las tecnologías de la robótica industrial al mundo agrícola para fomentar el concepto de agricultura de precisión en Aragón", apuntó Paniagua. Se prevé que el robot esté finalizado en el año 2008.

Marcelino Iglesias, hizo una mención especial a la labor de los agricultores, y recalcó que "es necesario valorar los productos de las cooperativas y el trabajo de los agricultores que fomentan el desarrollo sostenible y la seguridad y calidad alimentaria".

El presidente del Gobierno aragonés, aseguró que por esos motivos "las instituciones van a acompañar a los agricultores, pero no sólo económicamente, sino haciendo un esfuerzo para aplicar las nuevas tecnologías en ese sector".

"Quiero hacer un llamamiento a la sociedad --concluyó Iglesias-- para que reconozcan la labor de estos profesionales que hacen que haya comida en nuestras neveras, cuidan el campo y mantienen la actividad en el medio rural".

DIAGNÓSTICO DE SALINIDAD

La salinidad afecta a los campos agrícolas desde que en los años 50 se transformaran los riegos del Valle Medio del Ebro, lo que provocó procesos de salinización y sodificación del suelo. Por ello, cerca del 30 por ciento de las 500.000 hectáreas regadas desde la década de los años 70 están afectadas por estos hechos.

Así, el diagnóstico de la salinidad de los suelos es actualmente "una necesidad indiscutible, y además es una necesidad creciente ya que se prevé que el problema se agrave con el cambio climático", indicó el coordinador del proyecto, Carlos Zaragoza.

"Hoy por hoy --continuó Zaragoza-- el diagnóstico y confección de mapas detallados de la salinidad de los suelos es inviable con los métodos clásicos, de ahí la importancia de este robot".

SISTEMA DE ESCARDA

Por otra parte, una de las tareas más penosas y onerosas del agricultor es la eliminación de las malas hierbas en las parcelas agrícolas. "La interferencia de la flora arvense con los cultivos supone una reducción sustancial en el rendimiento potencial de las cosechas en un 15 ó 35 por ciento", aseguró Zaragoza.

Todo ello acarrea incrementos en los costes de producción debido a las necesarias prácticas de escarda y algunos problemas derivados. Tras el empleo de herbicidas desde hace más de 20 años, aparecieron especies resistentes y también se contaminaron aguas potables, por ello, "las autoridades han prohibido el uso de la atrazina, el herbicida más barato y popular en el maíz".

Este proyecto ofrece un sistema de desherbado de precisión, que usa la inteligencia artificial, con medios mecánicos no contaminantes y que reducen la mano de obra, cada vez más costosa y escasa en el campo", concluyó Carlos Zaragoza.