TERUEL, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Geoteruel Laboratorio S.L., última empresa instalada en la sede turolense del Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI Teruel), es la única empresa dedicada a detección electrónica a través de georadar o GPR (Ground Penetrating Radar) residente en Aragón y una de las pocas en España, donde "no debe haber más de quince especializadas en este sector", según señaló a Europa Press el gerente de Geoteruel, Daniel Ortiz.
Sin embargo, esta tecnología es de gran utilidad ya que permite realizar una prospección del subsuelo realizando una descripción del terreno antes de actuar en él. Algunas infraestructuras, como la ferroviaria, ya tienen imperativo de presentar un estudio de terreno por georadar en sus proyectos.
Ortiz confía que en el futuro esta tecnología se normalice en cualquier proyecto como paso previo para conocer el terreno sin necesidad de realizar excavaciones o algún otro tipo de intervención destructiva ys que el GPR utiliza un sistema de ondas electromagnéticas de alta frecuencia para la descripción del subsuelo.
El radar detecta los diferentes materiales que hay en el terreno y a qué profundidad. Haciendo las catas necesarias se puede realizar un mapa completo del subsuelo que permite determinar los diferentes materiales, discontinuidades del terreno, pliegues o la existencia y la dimensión de las oquedades.
Con este mapa del subsuelo, se evitan catas de terreno y se concreta los puntos donde se quieren hacer. Los materiales extraídos en esas catas son estudiados también en el laboratorio de geotecnia y control de calidad Geoteruel, equipado tanto para realizar ensayos de apoyo con catas al georadar como ensayos de áridos, suelos, hormigones u otros.
Con el GPR de tecnología sueca que posee la empresa es capaz de realizar un mapa del subsuelo en pocos días, a unos precios que, asegura ortiz, son los más baratos de España.
APLICACIONES
Aunque el uso de georadar no está generalizado, el gerente de Geoteruel, Daniel Ortiz, asegura no quejarse de la falta de trabajo, por la gran cantidad de aplicaciones de esta tecnología en control de calidad, estudios geotécnicos para constructoras, detección de servicios enterrados como tuberías y cableado o estudios de estabilidad de taludes, detección y cartografiado de tuberías en zonas urbanas.
Entre los proyectos realizados en los pocos meses de andadura de esta empresa, Ortiz nombró un estudio realizado en un pueblo minero turolense donde el Ayuntamiento temía la existencia de socavones en un terreno.
En el ámbito de la detección de objetos, en Teruel fue contratado por un particular para comprobar si en una finca había una bomba de la Guerra civil. "No apareció donde pensaba, pero sí a unos 400 ó 500 metros de distancia", apuntó.
Aunque todavía no ha realizado ningún proyecto en este terreno, ortiz destacó las aplicaciones posibles en el campo del medio ambiente, tanto en la detección de vertidos y de contaminación en el subsuelo, como en proyectos para obras hidráulicas.
También en el campo de la paleontología y la arqueología en la excavación de yacimientos o en la localización de restos fósiles y arqueológicos, y de la misma manera, en la búsqueda de enterramientos o de fosas comunes.
En el campo de la minería resulta útil para la demarcación del yacimiento antes de iniciar excavaciones, lo mismo que en agricultura para la localización de áridos.
