ZARAGOZA, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) estrenará en octubre de 2008 sede en el Campus Río Ebro de la Universidad de Zaragoza, con un nuevo edificio que pretende ser un modelo de bioconstrucción y sostenibilidad.

El rector de la Universidad, Felipe Pétriz, colocó hoy la primera piedra de esta nueva infraestructura, que está contemplada dentro del Plan de Infraestructuras 2006-2012. El edificio cuenta con un presupuesto que asciende a 2 millones y medio de euros y está cofinanciado por Fondos Feder y el Gobierno de Aragón.

El rector estuvo acompañado en el acto por el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, el presidente del Consejo Social de la Universidad, José Luis Marqués, el director del CIRCE, Antonio Valero, y la consejera de Ciencia, Tecnología y Universidad, Ángela Abós.

En este edificio "vamos a investigar sobre el gran desafío que tenemos en el siglo XXI, que es conseguir un desarrollo sostenible", explicó el presidente de Aragón a los medios de comunicación. En este sentido, señaló que de "las investigaciones que se hagan aquí dependerá el avance hacia un planeta que pueda ser viable y sostenible".

En este sentido, Iglesias señaló que "Aragón podrá autoabastecerse de energía con la eólica, con el biodiésel, con la hidroeléctrica y con la solar". En este sentido, indicó que la energía eólica está rozando los 1.500 megavatios, "que es lo que Aragón consume, pero no tenemos viento todos los días, por lo que tenemos que completar con otro tipo de energías y, sobre todo, tenemos que ser capaces de buscar fórmulas para que podamos seguir utilizando combustibles fósiles sin dañar la atmósfera, como puede ser el carbón", aspecto que investiga el CIRCE.

"La energía va a ser el gran condicionante del desarrollo de las sociedades del siglo XXI", explicó y esto "supone una apuesta de nuestros investigadores, que serán capaces de encontrar soluciones de estos grandes desafíos de la Humanidad".

El Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) nació en 1993 como Centro de Investigación de Rendimiento de Centrales Eléctricas, una fundación constituida por la Universidad de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y Endesa. Su objetivo es impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación en el sector energético y fomentar las energías renovables.

El CIRCE fue reconocido en 2001 como Centro Nacional de Innovación y Tecnología, como Oficina de Transferencia de los Resultados de la Investigación y es, desde ese mismo año, miembro del EUREC-European Association Renewable Energy Research Centres.

Hasta ahora, este centro de investigación ha formado a 400 investigadores procedentes de 40 países, cuenta con el apoyo de 100 empresas, "entre clientes, socios y amigos", señaló durante su intervención el director del CIRCE, Antonio Valero, y ha realizado "200 proyectos de investigación, entre nacionales, europeos y para empresas".

"Creemos que España necesita un Centro Nacional de Referencia de Eficiencia Energética" porque "ahorrar no es apretarse el cinturón sino racionalizar, automatizar, reflexionar sobre los consumos y actuar inteligentemente" con tecnología, argumentó Valero. "Queremos poner a CIRCE en el mapa nacional" ya que "Aragón es un gigante energético pero las decisiones energéticas en este país raramente pasan por Aragón", explicó Valero.

Actualmente, los laboratorios, despachos y otras instalaciones del CIRCE están repartidos entre los edificios Betancourt, Ada Byron y Torres Quevedo de este mismo campus. La construcción de este edificio, cuyo proyecto ha sido elaborado por Petra Jebens-Zirkel, unificará todos los departamentos.

BIOCONSTRUCCIÓN

El propio edificio de CIRCE constituye en sí mismo un proyecto de I+D+i e integra técnicas avanzadas de bioconstrucción, ahorro energético, agua, materiales y energías renovables para obtener la máxima eficiencia con los recursos disponibles.

El rector de la Universidad de Zaragoza, Felipe Pétriz, apuntó en declaraciones a los medios que esta edificación "tiene que ser la bandera de la responsabilidad social en lo que a conservación del medio ambiente y desarrollo sostenible se refiere".

La edificación se ubicará en una parcela con una superficie de 4.357 metros cuadrados, con una superficie total construida de 1.990 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. La construcción constará de un núcleo redondo con la cúpula, los despachos agrupados a su alrededor y los laboratorios. Estos últimos se constituirán un una nave rectangular que actuará como barrera ante el cierzo.

La edificación se realizará siguiendo normas de bioconstrucción, utilizando materiales nobles como corcho natural, madera y piedra natural, sin materiales tóxicos. Las cubiertas del edificio se proyectan con sistemas de ajardinamiento con plantas autóctonas de la zona. Estas cubiertas vegetales generan oxígeno, actúan de aislamiento térmico y acústico, favorecen la absorción de partículas de polución y suciedad y reducen las oscilaciones extremas de temperaturas y humedad.

Asimismo, se contempla la construcción de un invernadero de techo acristalado que servirá como calefacción en invierno y, en verano, se creará un porche de sombra, con ventilación y toldos practicables exteriormente encima del techo.

En el edificio se integrarán equipamientos energéticos innovadores. Entre las técnicas que se utilizarán para la calefacción del edificio destacan los sistemas de calentamiento solar pasivo, calderas de biomasa, colectores solares térmicos y suelo radiante. En cuanto a la refrigeración, se utilizarán bombas de calor con aprovechamiento de energía geotérmica y máquinas de absorción utilizando energía solar térmica y biomasa como fuentes energéticas.

Cuatro plazas envolverán al edificio, que se proyectan como los símbolos de los elementos básicos de la naturaleza, y que se llamarán la plaza del sol, la plaza del agua, la plaza de la biomasa y la plaza del viento. Servirán para realizar exposiciones de sistemas de aprovechamiento de los elementos naturales simbolizados.