Monseñor Vicente Jiménez es uno de los cinco miembros de la comisión creada para la reforma de la Conferencia Episcopal Española
ZARAGOZA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Arzobispado de Zaragoza va a crear una Oficina de Transparencia y de Rendición de Cuentas, que dependerá el ecónomo de la archidiócesis, Jaime Sanaú, y que estará integrada por laicos expertos en Economía, Derecho Civil y Canónico.
Así lo ha explicado el Arzobispo de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez, en una entrevista concedida a Europa Press, en la que ha detallado que es un nuevo instrumento para ayudar a las entidades que posee la Iglesia en Zaragoza, como fundaciones, asociaciones, cofradías, parroquias, delegaciones y el seminario.
"Hace falta un organismo que ayude a estas entidades a funcionar con transparencia y a hacerlo bien, tanto canónica, como civilmente", una cuestión que persigue "cumplir con los cánones de la Iglesia", si bien también "venimos urgidos por leyes civiles, de fiscalidad, de transparencia y protección de datos", ha detallado el prelado.
La creación de esta oficina se estudiará el próximo 8 de febrero en el Consejo Presbiteral de la Archidiócesis y se informará sobre ello al día siguiente en el Consejo Pastoral.
El arzobispo ha aclarado que ya existe un Consejo de Asuntos Económicos, con personas expertas, que controlan los gastos. Además, el portal de la diócesis ha publicado todas las subvenciones que se reciben de las instituciones y, se edita, cada año la memoria de actividades, donde se detallan ingresos y gastos.
Monseñor Vicente Jiménez ha comentado que solo cuatro o cinco diócesis tienen una Oficina de Transparencia, una cuestión en la que en Zaragoza "vamos hacia delante", al tiempo que ha defendido que en la Iglesia "no tenemos ningún privilegio" respecto a otras entidades que tampoco poseen ánimo de lucro.
IBI
El arzobispo se ha referido en este sentido a la exención del Impuesto sobre los Bienes Inmuebles (IBI) y ha aclarado que se produce en aplicación de la Ley de Mecenazgo, que no solo beneficia a la Iglesia, sino a todas las entidades sin ánimo de lucro.
Al respecto, ha indicado que hay ayuntamientos, por ejemplo, en Cataluña o en Asturias, que quieren cobrárselo a la Iglesia, "y no pueden". "Esto está respaldado para la Iglesia en doble fundamento", por un lado, por los acuerdos Iglesia-Estado, que son de rango internacional, y, por otro, por la citada Ley de Mecenazgo para aquellas entidades que no tienen ánimo de lucro.
Ha añadido que si ahora este gobierno quiere que la Iglesia pague el IBI "será discriminar" ya que, en ese caso, debería aplicarse la misma decisión al resto de entidades. "No queremos privilegios, pero tampoco que nos discriminen; si nos lo quitan a nosotros, lo aceptaremos, pero que lo quiten para todos", ha esgrimido.
A pesar de todo esto, el arzobispo ha manifestado que si bien "la Iglesia es tan atacada, el pueblo fiel confía en ella porque ha aumentado el número de personas que ponen la equis en la declaración de la Renta y se ha incrementado la recaudación" de forma que "a pesar de la aparente crisis de la Iglesia, la gente confía en ella", ha incidido.
AL LADO DE LAS VÍCTIMAS
El arzobispo se ha referido a los casos de pederastia. "La Iglesia quiere estar al lado de las víctimas, reconoce que eso está muy mal, que es un delito, que hay que pedir perdón, poner remedio y prevenir; eso es lo que está haciendo ahora la Iglesia con los últimos protocolos".
En concreto, ha explicado que si se denuncia un caso, hay que hacer una investigación y, si hay delito, aplicar las penas canónicas o las civiles. También ha comentado que el Papa Francisco se va a reunir en febrero con los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo "para estudiar esta cuestión y ver qué medidas se pueden dar para la Iglesia universal".
"Creo que se está procediendo bien", ha opinado y ha aportado el dato de que en España ha habido 45.135 condenas por pederastia, de las que 33 eran sacerdotes. "La Iglesia tiene que poner remedio, pero parece que es la única que delinque", cuando los datos demuestran otra cosa, ha considerado, para insistir en que aunque hubiera un solo caso, sería "doloroso" y "condenable".
Monseñor Jiménez ha subrayado la necesidad de prevenir a través de la formación de los sacerdotes. Según ha precisado, esta es espiritual, pastoral, intelectual, doctrinal y humana y esta última es "clave" porque "si hay desajustes afectivos, si hay tendencias de homosexualidad, no son los candidatos adecuados".
El arzobispo ha indicado que en el primero año del Seminario se imparte un curso preparatorio donde se analizan la psicología, madurez, estabilidad emocional del candidato, cómo afronta las dificultades y otras muchas cuestiones.
REFORMA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA
Monseñor Vicente Jiménez es miembro de la comisión creada en la Conferencia Episcopal Española (CEE) para reformar la estructura de esta institución, que se mantiene igual desde hace 50 años. En total, son cinco miembros, que han presentado un documento base con los principios orientadores, que ha recibido el visto bueno de la CEE en su última sesión plenaria.
Ahora, ese documento se encuentra en la Junta de Asuntos Jurídicos, donde se formulará en lenguaje jurídico y canónico y se plasmará en los estatutos. Cuando estén aprobados, se enviarán a Roma, que los reconocerá y aprobará, para que después entre en vigor.
Su objetivo es que pueda comenzar a aplicarse antes de que acabe el actual mandato del presidente de la CEE, monseñor Ricardo Blázquez, que concluye en un año y medio.
"Queremos introducir todo lo que ha aportado la Iglesia durante estos 50 años y, sobre todo, el magisterio del Papa Francisco, con una Conferencia Episcopal más participativa, sinodal, más abierta a la sociedad, con unos organismos más operativos, con menos burocracia y más agilidad", ha expuesto.
Ha detallado, por ejemplo, que quieren dar más peso a los arzobispos metropolitanos en la comisión permanente "para dar más cabida a las provincias eclesiásticas" y que la CEE sea un órgano colegial donde los obispos se ayuden mutuamente en el gobierno y también más "ágil" y con menos organismos.
Así, ha dicho, habrá asuntos que se aborden en organismos secundarios en vez de tratarse expresamente en la plenaria, "que va muy cargada" y se apuesta por incorporar a más laicos y religiosos en las comisiones y refundir algunas de ellas.
Monseñor Jiménez ha subrayado que la CEE ha de ser "no solo un órgano interno de reflexión para la Iglesia, sino también la voz de la Iglesia en la sociedad". Ha remarcado que esta institución "tiene su mensaje propio, el anuncio del Evangelio" y si bien "no necesariamente se acomoda a la sociedad", si que ha de "adaptarse a las situaciones que está viviendo el hombre y la mujer de hoy".
El arzobispo ha asegurado que trabajar en esta reforma le ha supuesto estudiar documentos, hacer borradores, incorporar enmiendas y observaciones, así como hacer de ponente. Está compuesta por el cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella; el obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López; el obispo de Getafe, Ginés García; el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, y el mismo.
Por otra parte, Vicente Jiménez también es miembro del Comité Ejecutivo de la CEE, donde hay seis obispos, y miembro de la Comisión Permanente, formada por 22 obispos --los presidentes de comisiones y los otros miembros del Ejecutivo--.
Además, es miembro de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica de la Santa Sede, así como de su comisión redactora. Los próximos 1 y 2 de abril viajará a Roma para "acabar de perfilar" un nuevo documento, un directorio de las relaciones mutuas en la Iglesia con los religiosos y con todo el pueblo de Dios.
