BARBASTRO (HUESCA), 9 (EUROPA PRESS)
El Área de Cultura del Ayuntamiento de Barbastro, ha preparado el Ciclo "Veranearte" para disfrutar de las tardes y noches estivales. Mañana miércoles, Imprebis y Producciones Yllana, llegados desde Madrid, presentarán el show "Los mejores sketches de Monty Python". El evento tendrá lugar en la Plaza Julieta a las 23,00 horas, y la entrada será libre.
"Los mejores sketches de Monty Python", los representantes y maestros del humor absurdo, surrealista e ingenioso, llegó a estar prohibido en nuestro país nuestro país y que sorprendió a todos con sus series de TV y películas como "La vida de Brian" o "El sentido de la vida", entre otras, y que ha marcado el humor y la manera de hacer de muchas de las compañías teatrales y cómicos de nuestro país.
Monty Python Flying Circus daba título a la célebre serie de televisión que protagonizaba este grupo de cómicos irreverentes y con el surrealismo por bandera. De la historia de Monty Python, poco se puede decir de nuevo, sobre todo cuando se les puede calificar de uno de los primeros grupos cómicos de culto, con perdón de los Hermanos Marx. Su trayectoria está jalonada de memorables e hilarantes obras para cine y televisión y sus seguidores por todo el mundo se cuentan por legiones.
Ahora se presenta en Barbastro este montaje que pretende rememorar los mejores sketchs de el programa de televisión, ese circo ambulante que se produjo a finales de los 60 en Gran Bretaña. El montaje aúna a dos de las productoras emblemáticas en el Teatro Alfil, Imprebis e Yllana, que han puesto su talento en conjunto para hacer un espectáculo digno de los cómicos a los que homenajean.
Diálogos surrealistas entre Miguel Ángel y el Papa, extraños dejaveaus, chistes mortales de necesidad, ex-loros, concursos televisivos masoquistas, jueces pervertidos, gansters en el ejercito, giris avergonzados en busca de un viaje de placer, son algunos de los sketch salidos del imaginario Python que nutren el espectáculo.
Los cinco actores realizan un impecable ejercicio de dinamismo, en un frenético montaje donde caracterizaciones se suceden sin pausa, arduo trabajo que además se subraya con la indudable chispa y vis cómica de sus protagonistas.
Una escenografía imaginativa, un vestuario y atrezzo digno y esas dosis audiovisuales del programa original con el inconfundible aroma setentero de los Python, hacen el resto. En definitiva lo que ofrece el espectáculo es una hora y media de diversión.