Un visitante prueba la composing machine en la exposición 'Música y matemáticas en CaixaForum Zaragoza. - FUNDACIÓN 'LA CAIXA'
ZARAGOZA 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
La música es sentimiento y emoción, pero detrás de las sensaciones que provoca en nosotros se esconde la racionalidad de las matemáticas. Esta es la idea central de 'Música y matemáticas. Un viaje sonoro del caos al cosmos', exposición que recorre la historia de los sonidos desde el Big Bang hasta nuestros días, y que se puede ver en CaixaForum Zaragoza desde este miércoles 15 de julio y hasta el 2 de noviembre.
La muestra se sirve de su carácter eminentemente interactivo para lograr que los visitantes entiendan los vínculos que unen ambas disciplinas al visualizar las ondas generadas por la vibración de una cuerda, imitar el timbre de diferentes instrumentos o jugar con notas, ritmos y timbres para generar un sonido armónico.
El director de CaixaForum Zaragoza, Ricardo Alfós, y el asesor científico de la exposición, Carlos Calderón, han sido los encargados de presentar este evento, que explora el vínculo indestructible entre la música y las matemáticas.
Las matemáticas se encuentran presentes en todos los aspectos de la música, desde la física del sonido hasta la elaboración de instrumentos, desde los patrones rítmicos hasta la armonía tonal. Se trata de una estrecha relación que los visitantes podrán comprender mejor gracias a esta exposición de producción propia de la Fundación 'la Caixa'.
Se trata de una muestra interactiva con mucha música y gran cantidad de material audiovisual que invita a los espectadores a reflexionar a partir de experiencias prácticas y los acompaña en sus descubrimientos. Además, interroga, explica, sugiere, descubre y hace que veamos la música y las matemáticas como dos lenguajes equivalentes, racionales y hermosos.
Más de veinte módulos interactivos y una quincena de audiovisuales permiten al público asistente conocer la música por dentro y descubrir cómo se transmite el sonido, cómo lo oímos y qué técnicas siguen los compositores para escribir música, con variaciones y transformaciones que tienen una base matemática. No solo la música clásica o las creaciones contemporáneas se sustentan en las matemáticas: la música pop tiene el mismo fundamento.
La muestra se articula en una escala de siete conceptos inspirada en las siete notas del pentagrama. Como Prometeo, que robó el fuego a los dioses, el filósofo Pitágoras les robó el secreto de la música: experimentó con un nuevo instrumento, el monocordio, que le permitió identificar y definir los intervalos musicales. A partir de sus investigaciones, la música se pudo estudiar y se definieron las leyes que la articulan.
La relación entre música y matemáticas no se puede analizar al margen de la física, la historia, la filosofía, la biología, la medicina y la estética, disciplinas que están presentes en la exposición. ¿Cómo debió de sonar el big bang? ¿Cómo funciona el oído? ¿Qué son la melodía, el tono, los armónicos, el timbre, la resonancia o el ritmo? La ciencia se encuentra detrás de todos estos conceptos.
La exposición profundiza en los fundamentos matemáticos de la belleza relacionados con la proporción áurea o con los dados de Mozart, juego de combinaciones que permite obtener un número infinito de composiciones, todas hermosas. Y nos invita a descubrir la belleza de las matemáticas, que son la versión abstracta de la música.
El ámbito final, dedicado a la música del cosmos, introduce en la muestra una dimensión metafísica. El universo es un misterio. Para captar su complejidad y su belleza a partir de la obra del astrónomo y matemático Johannes Kepler en el siglo XVI, los visitantes podrán disfrutar de una sinfonía cósmica en una sala aislada del resto de la exposición.