La Compañía de Jesús y el Colegio del Salvador, medalla de la Educación aragonesa

Publicado: miércoles, 28 mayo 2025 15:08

ZARAGOZA 28 May. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Aragón ha acordado este miércoles, 28 de mayo, en la reunión del Consejo, otorgar la medalla de la Educación aragonesa a la Compañía de Jesús y el Colegio del Salvador, que se entregarán el 5 de junio en un acto en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli.

Se otorga la Medalla de la Educación Aragonesa a la Compañía de Jesús y al Colegio del Salvador en consideración a su ininterrumpida y excepcional contribución al progreso de la sociedad aragonesa, que se remonta hasta el siglo XVI.

Su labor educativa, iniciada en 1555 con el Colegio de la Purísima Concepción de Nuestra Señora --hoy Iglesia de San Carlos-- y continuada desde 1871 con el Colegio del Salvador, ha dejado una huella indeleble en la formación de miles de personas.

A lo largo de su historia, la Compañía de Jesús y el Colegio del Salvador han demostrado un profundo compromiso con Aragón, adaptándose a las necesidades de cada momento y fomentando una educación integral basada en los valores del amor por la transmisión del conocimiento y la cultura, la inclusión, la innovación y formando en definitiva a personas competentes, conscientes, compasivas y comprometidas.

CRUZ DE JOSÉ DE CALASANZ

La Cruz de José de Calasanz ha sido para Miguel Ángel Álvarez Gonzalo por su fundamental compromiso con la evaluación educativa en Aragón. Su liderazgo, iniciado en el curso 2008-2009, fue crucial para la puesta en marcha de la primera evaluación de diagnóstico en nuestra comunidad autónoma, un hito que implicó la creación de procedimientos para 24.000 estudiantes y una extensa labor de formación y concienciación por toda la geografía aragonesa.

Su dedicación profesional y personal ha establecido las bases sobre las que hoy se asienta la nueva etapa de la evaluación de diagnóstico digital, demostrando su visión de la evaluación como pilar esencial para la mejora continua y la calidad de todo el sistema educativo.

También, para Dolores Serrat Moré, por su dedicación a la educación aragonesa. Su gestión, caracterizada por la serenidad, la inteligencia y el rigor técnico, destacando su compromiso con la equidad y con la innovación pedagógica, sentó las bases de proyectos educativos trascendentales que marcaron el camino a sucesivos Departamentos: el Plan Bilingüe más extenso de Aragón, el novedoso Decreto de Inclusión, un nuevo modelo de Formación del Profesorado, las Becas de Comedor y Material Curricular abiertas a toda la población, el innovador programa musical "Cantania", y un Modelo Curricular elaborado por los propios docentes tanto de colegios públicos como concertados.

Su ejemplo de entrega y respeto al trabajo de toda la comunidad educativa es un modelo de valores ciudadanos que la educación aragonesa siempre reconocerá.

También recibirá esta distinción Pilar Marión Buén, por su incansable labor y dedicación al fomento del francés en el sistema educativo aragonés. Su firme compromiso ha sido fundamental para que Aragón se posicione como una de las comunidades autónomas con mayores cifras de enseñanza de este idioma.

Gracias a su empeño, programas educativos dirigidos al conocimiento y la difusión de la cultura francófona han experimentado un crecimiento constante y han nacido de su profesionalidad y cariño por esta lengua.

El Ejecutivo aragonés ha acordado premiar, asimismo, a Luciano Sáez Rodríguez por su vida de dedicación al impulso y fortalecimiento de la educación permanente en Aragón. Como maestro y doctor en Pedagogía, su compromiso, visión y liderazgo han sido cruciales desde la creación de los primeros Planes Provinciales de Educación de Personas Adultas, convirtiéndose en referente indiscutible y pionero en la defensa de una educación flexible, participativa y de servicio público, dejando de esta manera un legado imborrable y una profunda huella en nuestra comunidad.

AMBIENTE DE CONFIANZA Y RESPETO EN EL AULA

La Cruz de José de Calasanz es también para María José Massotti Ayela, por su destacada vocación y profundo impacto positivo en la vida de sus alumnos, especialmente en la etapa de Educación Infantil.

Su humildad y discreción, unidas a su constante sonrisa, han creado un ambiente de confianza y respeto en el aula, haciendo que cada niño se haya sentido protagonista de su propio aprendizaje.

Durante 30 años ha sido un faro que ha permitido a sus alumnos "tocar sus sueños", sentando las bases fundamentales para su desarrollo personal y educativo.

Teresa Asensio Posadas ha sido premiada por su implicación y constante entrega a la enseñanza de Lengua Castellana y a la mejora educativa. Su destacada labor como jefa de estudios ha impulsado la dinamización de bibliotecas y el trabajo por proyectos, obteniendo reconocimiento por sus buenas prácticas.

Ha liderado con éxito proyectos de innovación educativa y mejora de la convivencia demostrando su compromiso con la excelencia al servicio de la educación.

José Antonio Montull Torguet, por su vida entera dedicada al servicio de la educación integral de los jóvenes, especialmente de los más necesitados. Con el estilo salesiano de Don Bosco, sus palabras acertadas, comprometidas y valientes, ha destacado por su capacidad de sacar lo mejor de cada joven, logrando ser apreciado por todos y fomentando una auténtica comunidad de aprendizaje basada en los valores del respeto y la cercanía.

El Gobierno ha reconocido con este galardón a Lucía Ballesteros Manero, por su excepcional liderazgo y compromiso al frente del CEIP Pío XII de Huesca. Bajo su dirección ha logrado en su centro la implicación ejemplar de familias y alumnado construyendo con ello una verdadera comunidad educativa que ha favorecido el crecimiento personal y profesional de todos.

Su visión innovadora se ha materializado en la implementación pionera de metodologías activas convirtiendo al Pío XII en un centro de referencia en la comunidad y un modelo de buenas prácticas en liderazgo transformador y gestión del cambio.

Asimismo, recibirá la Cruz Araceli Villalba Ferruz, por su inquebrantable compromiso y excepcional liderazgo en el Colegio Miguel Artazos de Utebo durante más de treinta y seis años. Su labor, que ha trascendido lo meramente educativo para tutelar a más de tres generaciones de escolares, destaca por su implicación con la vida social y cultural del municipio.

Bajo su dirección, el centro ha experimentado una transformación significativa, impulsando iniciativas innovadoras, fomentando una verdadera comunidad de aprendizaje y de respeto por el entorno.

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