La Diputación de Teruel impulsa la conservación y promoción de la cabaña ovina de ojinegra, cartera y maellana

TERUEL 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Diputación de Teruel, Ángel Gracia, y los presidentes de las Asociaciones Nacionales de la raza Ojinegra, Joaquín Soler, de la raza Cartera, Lionel Martorrel, y de la raza Maellana, José Cases, han suscrito hoy tres nuevos convenios de colaboración para la conservación y el fomento de la cabaña ganadera autóctona.

Estos acuerdos están dotados con un presupuesto total de 30.000 euros, 5.000 euros más que en la primera convocatoria que se desarrolló durante los años 2004 y 2005, que irá destinado al impulso del funcionamiento de estas organizaciones con objeto de incrementar el número de ejemplares y recuperar las características originales de estas razas propias de la provincia de Teruel. El acto de la firma de los documentos también ha contado con la presencia del vicepresidente segundo de la DPT, Antonio Arrufat.

Estos convenios respaldan la estrategia de trabajo de preservación de las razas ganaderas autóctonas a través del apoyo directo a los ganaderos, que la Diputación emprendió hace más de dos décadas. En este caso, las líneas a desarrollar son la selección de reproductores para la reposición de los rebaños, el fomento de la inseminación artificial ovina dentro de las explotaciones de los ganaderos de cada Asociación; el desarrollo de programas anuales de genotipado de los animales de cada raza para la detección de aquellos resistentes a la enfermedad de scrapie y la eliminación de los sementales con tendencia a ser afectados por la misma; la formación de los titulares de las explotaciones y por último, la promoción y divulgación de estas tres razas de ovino.

El objetivo de los documentos suscritos hoy es sumar los esfuerzos que realizan la Diputación de Teruel y las Asociaciones Nacionales de los ganaderos de estas razas, AGROJI, ANGORCA y ARAMA. Todo ello va a permitir fomentar la crianza y la mejora de las razas ojinegra, cartera y maellana entre los miembros de cada organización con explotaciones dentro de la provincia.

Por otro lado. y dentro de la misma línea de trabajo de mejora genética de las razas autóctonas, la institución provincial va a seguir colaborando directamente con 23 explotaciones ganaderas de estas razas. Doce de ellas, con 5.370 cabezas, corresponden a la raza ojinegra y están ubicadas en las localidades de Alacón, Berge, Bordón, Castellote, Cortes de Aragón, Cuevas de Cañart, Gargallo, Ladruñán, Molinos y Seno.

También las diez ganaderías colaboradoras de la raza cartera, con 4.816 cabezas, se encuentran en Allepuz, Cantavieja, Fortanete, Linares de Mora y Mosqueruela; y finalmente, la única ganadería de oveja maellana adscrita, con 355 cabezas, se encuentra en Valdeltormo. Esta intervención se complementa con otros acuerdos similares adoptados con otros 36 ganaderos que tienen explotaciones de rasa aragonesa, raza mayoritaria en la provincia de Teruel.

Los censos totales de estos animales en la provincia ascienden a 39.000 reproductoras distribuidas en 56 explotaciones en el caso de la raza ojinegra, 9.000 reproductoras de 24 explotaciones de cartera, y 2.800 reproductoras de nueve explotaciones de oveja maellana.

Este respaldo público a los ganaderos permite una mejor distribución de los mejores reproductores entre las ganaderías de la provincia e impulsa la mejora genética de dicha razas y la uniformidad del producto final. No en vano, la Diputación de Teruel actúa en el sector ovino mediante tres líneas básicas: la mejora genética, que permite la obtener incrementos de producción e incentiva la uniformidad; la mejora de las estructuras de producción y, por último, la promoción del Ternasco de Aragón.

Este trabajo con el sector ovino, que se ha desarrollado desde hace más de veinte años por la Diputación de Teruel, se ha traducido en la mejora de los estándares raciales, de los índices de prolificidad y fertilidad de las diferentes razas autóctonas, como la ojinegra, la maellana, la cartera y la rasa aragonesa. Todo ello ha permitido el mantenimiento de algunas de ellas que estaban en peligro de extinción, el incremento de los censos y la mejora del producto final comercializado.