BORJA (ZARAGOZA), 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Dos jóvenes emprendedores, Samuel Urtxaga y Mar Outon, han impulsado en la localidad zaragozana de Borja un negocio de diseño, artes gráficas y creatividad que promueve la cercanía con otras empresas de la zona y con sus clientes.
En declaraciones a Europa Press, Urtxaga y Outon han explicado que ambos apostaron desde hace unos años por vivir en el medio rural. "El padre de Samuel es de aquí --de Borja-- y él regresó al pueblo para vivir mejor", ha detallado Outon, que es mexicana y llegó a esta población "por amor", compartiendo ahora trabajo con su pareja.
Urtxaga estuvo viviendo en Irlanda en una ciudad "muy chiquitita" y no deseaba regresar a Zaragoza, donde nació y creció. "Tras cinco años en Irlanda me vine en 2011 aquí porque era más cómodo montar un taller de grabado aquí, donde hay una comunidad artística fuerte y se disfruta de la tranquilidad del pueblo".
Permaneció en Borja hasta 2013, para marcharse después una temporada a México, regresar al municipio zaragozano y de nuevo en 2015 volver a México, donde conoció a Mar Outon. En 2015 adquirió la que se ha convertido en su casa y, desde un año después, ambos conviven allí.
Una vez asentados, a mediados de 2016, Urtxaga inició su negocio. "Empezamos con una pequeña serigrafía, haciendo cosas puntuales de cartelería, publicidad", si bien después "el negocio se fue para otro lado, buscaron más nuestra parte creativa", así como realiza encargos en su faceta como grabador.
De este modo, los encargos que han recibido les han llevado a tener un estudio creativo, en el que "seguimos haciendo impresión y publicidad, porque empezamos así y son nuestras raíces, pero ahora la gente nos busca más por el diseño, el marketing y la creación de logos", ha precisado Urtxaga.
Mar Outon ha relatado que su objetivo era ofrecer "un servicio global", para que sus clientes "no tuvieran que salir del pueblo a la hora de montar su propio negocio". Al mismo tiempo, cuando necesitan de otros profesionales para completar un encargo "intentamos dar trabajo a gente de los gremios de aquí", favoreciendo la proximidad y la cercanía.
CERCANÍA
Ambos han estimado que la cercanía con las personas y "hablar de tú a tú" es una de las principales ventajas de emprender y residir en una pequeña población donde, a veces, "las oportunidades de trabajo surgen en sitios distintos, como el bar", ha comentado Urtxaga.
Además, con sus trabajos promueven el respeto al medio ambiente y, de alguna manera, intentan contribuir "a cambiar la mentalidad" para reducir el uso de plásticos y generar un menor impacto ambiental en la localidad.
En este mismo sentido, Outon ha afirmado que el trabajo en diseño también les ha permitido concienciar del valor que tienen las propuestas de estos profesionales. "Hay que diferenciar lo bueno de lo mediocre y los vecinos lo están entendiendo" y saben distinguir entre un trabajo profesional y uno que no lo es.
Como inconvenientes, "la contrapartida es que la cercanía a veces puede ser también muy aturullante", ya que no se distingue "entre el rato de ocio y el trabajo", han comentado.
JÓVENES DINAMIZADORES
Aunque la sede de su empresa y su "centro de operaciones" se encuentra en Borja, la pareja realiza trabajos para otras partes del país, como Madrid, Navarra y La Rioja. "Internet te permite no estar anclado a ningún sitio, se puede hacer aquí y mandarlo donde sea", ha recalcado Outon, al considerar que las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías son una herramienta de lucha contra la despoblación.
En la localidad disponen de una oficina y un taller, que instalaron en un edificio del siglo XVIII que han rehabilitado en el Casco Histórico de Borja, aunque ambos trabajan mucho desde casa. "Es nuestro santuario y nuestro lugar de trabajo".
Samuel Urtxaga, de 34 años, y Mar Outon, de 27, se han implicado en el proyecto Jóvenes Dinamizadores Rurales, una red dinámica que busca soluciones comunes a necesidades concretas del territorio y cuyo objetivo es asentar población joven en el medio rural.
"Entramos en el proyecto Made in rural y en el programa de Start Up! que nos cambió la vida. Nuestra mente creció mucho y entendimos como hacer un negocio y valorar los precios. En pocos meses supuso una diferencial abismal", han manifestado.
Asimismo, para la adquisición de una máquina de impresión para su taller recibieron ayuda de los fondos europeos Leader, a través de la Asociación para el Desarrollo de la Tierras del Moncayo, ASOMO, por "un cinco por ciento de lo que se invirtió en el negocio, pero la ayuda nos fue bien". "Fue un escalón que nos ayudó a subir, no tanto un trampolín", ha sostenido Outon. Su próximo reto será cambiar el nombre de su negocio, que pasará a llamarse El Gato Creativo.
