La escultura "Vuela", de Paco Puyuelo, ganadora del trofeo de Arteria 2006

Actualizado: domingo, 19 marzo 2006 15:15

MONZÓN (HUESCA), 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

La escultura "Vuela", de Paco Puyuelo, ha sido la ganadora del trofeo Arteria 2006, con el que se premia y reconoce el trabajo de artistas participantes en la muestra, dedicada al arte contemporáneo y que se celebra en el mes de abril en la Institución Ferial de Monzón, este año los días 22, 23 y 24. El artista realizará una serie limitada, diez unidades, en alabastro.

Paco Puyuelo, nacido en Peralta de Alcolea y que fijó su residencia en Monzón antes de trasladarse al taller parisino de Carlos Regazzoni y colaborar con Ángel Orensanz, goza de un reconocido prestigio en la realización de esculturas de pequeño formato entre las que destaca la realizada para los premios de cine corto más importantes de Francia "Les Lutins", escultura que expuso en la primera edición de Arteria.

Puyuelo ha sido uno de los artistas más activos y vinculados con el certamen montisonense desde sus inicios. Así, fue el coordinador-comisario de la primera muestra internacional que se realizó --en la que se pudo contemplar obra de Carlos Regazzoni, Wiliam Abello, Gerad Lefev y Silvie Sarazin, entre otros--, y el año pasado realizó una exposición individual retrospectiva en la que se podía apreciar la evolución de su carrera artística.

El gerente de la Institución Ferial de Monzón, Gorgonio Sanjuán, se refirió a la elección de la obra "Vuela", y explicó que es una escultura que aglutina muchos de los conceptos que marcan la filosofía de Arteria.

"Está realizada en alabastro, material autóctono aragonés; sus formas son variaciones partiendo de la letra "A" hasta llegar a una figura que recuerda a un ave --uno de los iconos reiterados en la obra del artista-- y que se adapta a la evolución experimentada por la feria que en esta edición se ha internacionalizado definitivamente con un proyecto expositivo en varios países europeos, podríamos de decir que ha iniciado el vuelo".

Otra de las lecturas que refuerzan la elección es la representación de una forma humana con los brazos abiertos, en clara señal de acogida, donde el corazón está troquelado en el alabastro dejando pasar la luz de una forma decidida. "Es en definitiva una escultura que materializa el concepto primigenio de Arteria", cuyo lema es que "en el arte como en la vida todos los hombres son iguales, todos entienden el lenguaje que sale del corazón", señaló.