Fomento completa la Autovía Mudéjar, A-23, entre Sagunto y Zaragoza, con la apertura del tramo Calamocha-Romanos

Actualizado: jueves, 21 febrero 2008 13:48

ZARAGOZA/TERUEL, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio de Fomento abrió hoy al tráfico el último tramo Calamocha-Romanos de la Autovía Mudéjar, la A-23, en las provincias de Zaragoza y Teruel, con una longitud de 27,8 kilómetros. El coste de las obras ha ascendido a 98,68 millones de euros. Con la puesta en servicio de este tramo, se completa la A-23 entre Sagunto y Zaragoza. De esta forma, son más de 207 kilómetros los puestos en servicio en esta legislatura entre Sagunto y Zaragoza.

La Autovía Mudéjar comunica el litoral levantino con el norte de España mediante una vía de alta capacidad, conectando con el paso a Francia a través del túnel de Somport.

A la puesta en servicio de este último tramo han asistido el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, y el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, ya que la Junta Electoral Provincial de Zaragoza rechazó un recurso del PP que calificaba este acto de electoralista.

Hace casi 20 años que los turolenses esperaban la llegada de este día, por lo que la puesta en servicio de este último tramo de la A-23 ha sido recibida con alegría entre los ciudadanos.

El trazado que ahora se pone en servicio, con una longitud total de 27,8 kilómetros, se desarrolla entre Calamocha y Romanos, discurriendo de Sur a Norte, en la parte norte de la provincia de Teruel y la parte sur de la provincia de Zaragoza. En todo su recorrido el trazado de la autovía es independiente de la carretera nacional N-234.

El final del tramo puesto en servicio, en Romanos, conecta con el tramo, ya en servicio, entre Romanos y Zaragoza, con lo que se totalizan casi 90 kilómetros continuos de autovía entre Calamocha y la Autopista Ronda Sur de Zaragoza (Z-40).

Entre Calamocha y Romanos se han ejecutado 4 enlaces, que conectan el nuevo trazado con las comarcas y poblaciones cercanas, o las vías de comunicación existentes. Concretamente se trata de los enlaces de Calamocha Sur y Calamocha Norte, que da acceso a esta localidad y a la N-234 desde la autovía A-23; del enlace de Ferreruela de Huerva, que da acceso a la autovía a las localidades de Burbáguena y Ferreruela de Huerva; y, por último el de Lechón, que da acceso desde la autovía a las localidades de Lechón y Anento.

Además, se han ejecutado numerosas reposiciones de caminos y vías interceptadas por la nueva autovía con pasos superiores e inferiores, manteniéndose de este modo la accesibilidad y permeabilidad del territorio, concretamente se han construido 25 kilómetros de vías y caminos de servicio.

Las características del trazado corresponden a una velocidad de proyecto de 120 kilómetros por hora con una pendiente máxima del 3,25 por ciento (Puerto de Paniza).

La sección tipo del tronco se compone de dos calzadas de 7 metros de anchura, con arcenes interiores de un metro, exteriores de 2,50 metros, bermas de un metro y mediana de 12 metros. En cuanto a las estructuras destacan el viaducto de Lechago, con una longitud total de 916 metros, y el viaducto del Barranco de Cuencabuena con una longitud de 504 metros.

El drenaje de la autovía queda asegurado, tanto longitudinal como transversalmente por la ejecución de cunetas, drenes, colectores, bordillos, bajantes, zanjas y obras de drenaje transversal que, además, permiten pasos para la fauna.

Como obras complementarias se han dispuesto pasos de mediana, cerramiento en todo el tramo de autovía, canalizaciones, plataformas para postes SOS y estaciones de aforo, así como una serie de elementos ornamentales vinculados a las zonas atravesadas y a la propia denominación mudéjar de la autovía.

Asimismo, dada la climatología extrema de la zona se han instalado una serie de sistemas destinados a mejorar las condiciones de vialidad invernal, como son la construcción de un área de mantenimiento invernal con silo y naves para almacén de maquinaria y fundentes, instalaciones de sistemas de prevención de hielo en los viaductos de Lechago y Cuencabuena con aspersión automática de agente anticongelante líquido, instalación de estaciones meteorológicas en los viaductos, pantallas antiventisqueros y paneles de señalización variable para informar al usuario.

Como parte de la obra se han incorporado las medidas preventivas y correctoras de la Declaración de Impacto Ambiental aplicables, las medidas propuestas en el estudio correspondiente y las soluciones consensuadas con los organismos competentes en materia de arqueología, paleontología y vías pecuarias. En total se han invertido en actuaciones ambientales unos 3,6 millones de euros.