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ZARAGOZA 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El director general de Asistencia Sanitaria del Gobierno de Aragón, José María Abad, ha confiado en que esta Comunidad autónoma "pase sin problemas a la fase 1 de desescalada", prevista para el 11 de mayo, si bien habrá que estudiar la próxima semana cuál es la evolución de la pandemia del coronavirus en este territorio.
En rueda de prensa, ha detallado que el Consejo Interterritorial de Salud ha acordado que la determinación "del paso de cada Comunidad de una fase a otra de desescalada se haga mediante la valoración cualitativa de una serie de informes e indicadores", datos que habrá que constatar la semana que viene.
Al respecto, el director general de Salud Pública del Gobierno autonómico, Francisco Javier Falo, ha apuntado que será "a mitad de la semana" que viene "cuando podremos tener una fotografía más adecuada de cambio de fase", si bien "entendemos que Aragón está claramente en situación" de pasar a la 1.
"Vamos a verlo en los próximos días y a hablarlo con el Ministerio de Sanidad, que es el competente en identificar los cambios de fase" en el proceso de desescalada del estado de alarma por la pandemia.
Falo ha añadido que hace falta "un poco de tiempo" para valorar los indicadores, para recordar que Aragón había planteado "modelos territoriales distintos" de desescalada porque "cuando enseñamos los mapas" de incidencia "es evidente que hay realidades epidemiológicas diferentes" dentro de la propia Comunidad.
SITUACIÓN ACTUAL
El director general de Asistencia Sanitaria se ha referido también a la situación actual de la pandemia en Aragón, "con un descenso de la presión asistencial en hospitales y Unidades de Cuidados Intensivos importante" y que "se mantiene en el tiempo" lo que "nos hace tener esperanza" de cara a la recuperación.
En el caso de las cifras de personas fallecidas por la COVID-19, también se está anotando una tendencia descendente, que permite también esa "esperanza", ha dicho Abad, para apostillar que los nuevos casos que se están detectando, especialmente a través de test rápidos, "son de contagios de hace una o dos semanas" y "una parte importante corresponden al brote en los mataderos de Binéfar".
El director general de Salud Pública ha señalado que la incorporación de los test rápidos entre el 6 y 8 de abril como método de diagnóstico se refleja en la evolución epidemiológica y ha resaltado la fecha del 27 de abril por la realización masiva de estos test vinculada a la investigación del brote de Binéfar.
Falo ha estimado que lo ocurrido en esta localidad oscense, con un brote asociado a dos centros de trabajo, "no creo que se pueda repetir" en otros lugares, para comentar que algunas de las infecciones detectadas ahora allí "son antiguas" ya que ha remarcado que los test rápidos indican que una persona ha tenido el virus y ha generado anticuerpos, pero no que todavía lo tenga.
Asimismo, ha esgrimido que el estudio de seroprevalencia que se ha iniciado en toda España, con unos 4.500 participantes en Aragón, "va a darnos la foto de cuál es la situación de la población en general" respecto a la COVID-19, después de que hasta ahora el trabajo se haya centrado en identificar "los casos graves" por la situación crítica de la atención hospitalaria y lo ocurrido en las residencias de personas mayores, de forma que "la capacidad de medir los casos leves se ha visto muy disminuida".
FASE DESCENDENTE CLARA
Falo ha precisado que, en general, la incidencia de casos en Aragón "nos está situando en la fase descendente de la curva muy claramente" y desde "el pico que tuvimos a finales de marzo y principios de abril, los casos prevalentes van bajando cada vez más en Aragón, también los casos hospitalizados, los ingresos en UCI y los sanitarios afectados".
Si estos datos se dividen por zonas de salud, se aprecia como las zonas urbanas, donde hay hospitales, y donde están localizadas residencias de personas mayores afectadas concentran mayor acumulación de contagios, mientras que hay lugares del territorio "donde los contagios que se han producido en todo el periodo son francamente escasos", ha anotado Falo.
En el caso de la atención primaria, donde se han concentrado los casos leves y se tiene constancia de las bajas laborales, el director general ha dicho que "se producen atenciones en circunstancias similares a los casos confirmados", habiendo zonas de salud que no han tenido contagios.
Además, Falo ha manifestado que se empieza a recuperar "cierta normalidad" en las cifras de mortalidad por todas las causas, con una tendencia "claramente descendente", si bien ha advertido de que podrá haber "picos" ya que éste no es un indicar constante en la evolución diaria.
Ha sostenido que desde que se produjo un incremento "extraordinario" y "nunca visto" de mortalidad por encima de lo esperado, entre el 30 de marzo y el 12 de abril, "ahora se empiezan a alcanzar los niveles de mortalidad esperada".
En concreto, para los menores de 65 años ya se está en valores normales, mientras que para los mayores de 64 "empiezan acercase" a éstos, algo que "nos da cierta tranquilidad" porque supone que fuentes de información diferentes "dan mensajes concordantes".
COMPARATIVA
Falo ha realizado también una comparativa con la incidencia de la gripe en los dos últimos años y la de la COVID-19 y ha dicho que hay una incidencia "similar", si bien la manifestación de la enfermedad es "de una extrema gravedad" en el caso del coronavirus.
"Esto es lo que sabemos hasta el momento" con los datos que se han podido obtener, si bien "el estudio de seroprevalencia" que ya ha comenzado "puede que ponga un escenario diferente" y por eso hay que tener "prudencia".
Por otra parte, ha aportado el dato de ha habido durante la pandemia una bajada en la atención de las Urgencias de forma general, no solo por la COVID-19, con cifras "muy inferiores" a las del año pasado, si bien "ahora parece que empiezan a converger".
Falo ha considerado que la pandemia "ha producido un retraimiento de la población a acercarse a los servicios sanitarios, cuando se tenían patologías por otras causas", algo que ha achacado al "miedo" o al "sentido responsabilidad, para no saturar los servicios sanitarios". A su entender, esto requeriría de un estudio sociológico "con más profundidad en el futuro sobre nuestro comportamiento como sociedad".