Marta Colomer: 'Ojalá sepan cuidar y promover el Cuerpo de Voluntariado porque es público y único en Europa

Voluntarios en el Pabellón Puente
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Actualizado: jueves, 14 junio 2018 18:17

Reconoce que diseñar este equipo de la Expo 2008 supuso una mezcla de "vértigo y oportunidad"

ZARAGOZA, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

La que fuera jefa de Voluntariado de la Expo 2008, Marta Colomer, ha subrayado que, después de diez años, este proyecto "sigue vivo" y ha confiado en que los actuales responsables "lo sepan cuidar, mantener y promover porque no deja de ser público y único en España y Europa".

"Los voluntarios dedican lo mejor que tienen, que es regalar su tiempo y merecen que se les den motivaciones para estar con la cara sonriente. Son un tesoro".

En una entrevista concedida a Europa Press con motivo del X aniversario de la celebración de la Exposición Internacional 2008 'Agua y Desarrollo Sostenible', Marta Colomer ha explicado cómo fue capitanear un movimiento de 15.000 personas muy heterogéneas.

"Cuando surge la idea, Zaragoza no tenía experiencia en voluntariado y primero se crea una oficina en la calle Ponzano donde todos los días recibíamos folletos que decían: 'Yo no soy tonto, no soy voluntario'.

Lo cierto, ha rememorado, es que "la mentalidad no era muy halagadora y en la sociedad Proexpo no se veía muy claro". Por ello, el primer paso para diseñar un plan ante un entorno no favorecedor "fue una mezcla de vértigo y una gran oportunidad, como profesional, porque había grandes cosas por hacer".

Emocionada ha recordado que tuvo un equipo extraordinario y los voluntarios entendieron que parte de su labor era ser la cara amable de la ciudad e intentar acoger a los locales y visitantes.

"HETEROGÉNEO"

Inicialmente se comenzó con grupos pequeños. "No entraban a la oficina, les daba vergüenza y visto con perspectiva el que ahora ser voluntario sea un orgullo refleja que el cambio es espectacular". "Venían con expectación y la pregunta recurrente era: qué nos vais a mandar hacer, vamos a quitar puestos de trabajo", ha contado.

Colomer venía del Ayuntamiento de Barcelona, donde se había creado un movimiento de voluntarios con las Olimpiadas del 92 que "fue el desborde". "La primera experiencia de un voluntariado fue en Barcelona y el movimiento olímpico lo tenía muy definido, pero las exposiciones ya fueran internacionales o universales nunca habían tenido voluntarios y era el momento de trabajar y tomar decisiones importantes que luego nos han dado la razón".

Así se decidió que podían ser voluntarias todas las personas, sin distinción de ningún tipo y ha recordado, con gran emoción, a Guillermo Herrera el voluntario de 105 años, que luego fue el pregonero de las fiestas del Pilar.

"Cuando llegó le pregunté qué quería hacer --porque no mandábamos, sino que escuchábamos-- y me dijo que le gustaba mucho hablar". "Llegó a realizar 54 entrevistas de radio y su labor fue tal que llegaban autobuses llenos de Guadalajara, su ciudad natal, llenos de gente joven. Otra ilusión suya era conocer Carmen Sevilla y tras contactar con el programa Cine de Barrio de TVE la pudo conocer".

Heterogeneidad es una de los adjetivos con los que Colomer ha definido a los voluntarios de Expo 2008. "Gente mayor, con y sin estudios y hasta sin saber castellano. Eso nos hizo decidir que el eje fundamental fuera la formación de todas las maneras posibles. También online y empezaron a inscribirse de toda Europa, hasta de Australia, y chinos a punta pala".

"VIVIR LA EXPO"

Eran 15.000 personas movilizadas desde las 8.00 hasta las 4.00 horas y no solo en el recinto Expo. "Queríamos que toda la ciudad viviera la Expo y por eso se desplazaban voluntarios en puntos emblemáticos para dar la bienvenida a los visitantes".

Fue tal el grado de satisfacción que les generó la Expo 2008 a los voluntarios que les pareció corta y querían continuar. "Por eso se creó el Cuerpo de Voluntariado que ha continuado hasta ahora" ha subrayado Marta Colomer.

Uno de los recuerdos más vivos que tiene Colomer tuvo lugar el día de la inauguración de la pasarela del Voluntariado. "La llamaban pasarela de Manterola por el ingeniero que la diseñó o 'el pincho' y no había manera de que la llamaran del voluntariado. A las 20.30 horas, llega el entonces director de operaciones, Jerónimo Blasco, y me comunica que vienen a la pasarela riadas de voluntarios vestidos de azul --la marea azul-- y así se consiguió llamarla del voluntariado. Fue un momento de inflexión y cambio por el orgullo de los voluntarios y la propia sociedad Expo empezó a cambiar de opinión".

Ávida de contar anécdotas y experiencias, Colomer ha expresado que los voluntarios "se sentían protagonistas y más que ver la Expo, vivieron la Expo".

Posteriormente, el pasar a un voluntariado más consolidado suponía volver a cambiar todo para crear el actual Cuerpo del Voluntariado de Zaragoza, que está formado por unas 3.300 personas.

"Querían trabajar para la ciudad, no para el alcalde, y fue otra vez tener que rediseñarlo, pero no para tres meses sino con perspectivas de futuro. A ello ha contribuido que tanto Belloch como Santisteve lo han apoyado mucho", ha concluido.