HUESCA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha visitado este lunes, 14 de enero, las obras del tramo Nueno-Congosto del Isuela de la autovía A-23, en la provincia de Huesca. La autovía se encuentra en servicio entre Sagunto (Valencia) y Huesca, en concreto, hasta Nueno, población a diez kilómetros al norte de la capital oscense, atravesando las provincias de Castellón, Teruel, Zaragoza y Huesca.
Actualmente, está en desarrollo su prolongación desde Nueno hasta Sabiñánigo y Jaca. Se trata, por lo tanto, de un "gran eje vertebrador" entre el Noreste y el Levante peninsular, que conectará "importantes corredores de transporte", el Mediterráneo, del Ebro y Pirenaico, ha informado el Ministerio de Fomento en un comunicado.
Las obras del tramo Nueno-Congosto del Isuela se están realizando mediante la duplicación de la calzada de la carretera N-330 existente. "Fruto del importante avance de las obras, próximamente se desviará el tránsito por la calzada de nueva construcción", han señalado las mismas fuentes.
Se trata de una etapa necesaria para trabajar en la antigua calzada de la N-330, que necesita que se suavice el trazado en planta, "dotando a la vía de radios más amplios y seguros propios de una autovía, para lo cual debe ser liberada del tráfico".
Durante el desvío, la circulación por la nueva calzada será bidireccional, para lo que se ha dispuesto la señalización adecuada. De esta manera, prosiguen los trabajos que conducen a la puesta en servicio completa de este tramo de autovía, cuando estén en funcionamiento ambas calzadas.
La suma del presupuesto de las obras, la redacción del proyecto, la asistencia técnica para el control y vigilancia de las obras, y el importe estimado de las expropiaciones arroja una inversión total de 49,59 millones de euros.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
El tramo tiene kilómetros y atraviesa un relieve complejo y de gran valor ambiental en la subida al puerto de Monrepós. Para encajar la autovía en el terreno con el mínimo impacto posible, se ha adoptado una velocidad de proyecto de 80 kilómetros por hora y se aprovecha la actual calzada de la carretera N-330 como calzada de subida al puerto, en sentido de Huesca hacia Jaca.
En cambio, se construye una nueva calzada para la bajada, de Jaca hacia Huesca. Adicionalmente, la antigua N-330 "necesita ciertas mejoras para adecuarla a las características de una calzada de autovía".
En los primeros dos kilómetros, la calzada nueva y la calzada de la antigua N-330 discurren con un trazado paralelo, separadas únicamente por una mediana de anchura variable. En los otros tres kilómetros, el trazado de la nueva calzada se separa de la antigua para volver a encontrarse con ella al final del tramo.
La sección tipo está formada por dos carriles de 3,50 metros de anchura, arcenes exteriores de 2,50 metros y arcenes interiores de un metro. En los tramos en que ambas calzadas discurren paralelas, están separadas por una mediana de ancho variable desde los diez metros del tramo anterior (Huesca-Nueno) hasta los dos metros.
La nueva calzada necesita la construcción de tres viaductos de 290, 200 y 140 metros de longitud, éste último de tipología mixta, y un túnel de 500 metros de longitud perforado en la ladera oeste del valle.
Este tramo incluye también la construcción del enlace de Nueno, que conecta con la carrera local a Sabayés y permite todos los movimientos, y la reposición de la vía de servicio que constituía el acceso a la población de Nueno.
INTEGRACIÓN AMBIENTAL
Como medidas más relevantes de integración ambiental de la obra destacan la revegetación de los taludes de terraplenes y desmontes mediante la hidrosiembra y plantación de especies autóctonas y la instalación de pantallas fonoabsorbentes en aquellas zonas cercanas a edificaciones habitadas y otros equipamientos, con el objetivo de minimizar el ruido del tráfico.
Asimismo, se colocará una valla de cerramiento con el fin de impedir el paso de fauna terrestre a la nueva infraestructura y se construirán pasos de fauna que palien el efecto barrera de la autovía.
Además, se instalarán seis conjuntos de depósitos de separación de hidrocarburos, conectados a una red separativa de aguas de drenaje, cuya misión es proteger el río Isuela ante potenciales vertidos de aceites, grasas o combustibles de los vehículos.
La protección del cauce del río Isuela se efectuará mediante la construcción de muros de escollera en diversos puntos afectados por el trazado y se realizará una restauración ambiental de los caminos utilizados durante las obras. El presupuesto para estas medidas ascenderá a 1,93 millones de euros.
