Monseñor Vicente Jiménez: "Queremos que la Asamblea Final Sinodal tenga un aire de fiesta y de acción de gracias"

Archivo - El arzobispo emérito de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez.
Archivo - El arzobispo emérito de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez. - EUROPA PRESS - Archivo
Europa Press Aragón
Publicado: domingo, 22 mayo 2022 12:01

ZARAGOZA 22 May. (EUROPA PRES) -

El arzobispo emérito de Zaragoza y responsable de la Comisión para el Sínodo de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Vicente Jiménez Zamora, ha señalado la intención de que la Asamblea Final Sinodal, que se celebrará el próximo 11 de junio en Madrid, "tenga un aire de fiesta y de acción de gracias".

La reunión congregará a unas 650 personas, entre obispos, sacerdotes, fieles laicos y miembros de vida consagrada de todas las diócesis españolas, además de representantes de confesiones cristianas y de otras religiones, en la Fundación Pablo VI de Madrid.

Ese día, se presentará la síntesis elaborada por la Comisión para el Sínodo, fruto del trabajo desarrollado en todas las diócesis españolas entre octubre de 2021 y mayo de 2022.

Si bien todavía se están recibiendo las conclusiones de las diferentes diócesis y ha de reunirse el Equipo Sinodal de la Conferencia Episcopal, monseñor Jiménez ha avanzado que lo que ha sido remitido hasta ahora apuesta por ser una Iglesia de la escucha, promoviendo la acogida de todos, y fomentar el espíritu comunitario, porque la Iglesia es el Pueblo de Dios formado por todos los bautizados.

Así lo ha explicado en declaraciones a la Oficina de Comunicación de la Iglesia en Aragón (OFICIA). También ha comentado que se incide en la necesidad de tender puentes, vivir en mayor coherencia con el espíritu del Evangelio y en la opción preferencial por los pobres y excluidos.

A su entender, la propia experiencia de la fase diocesana del Sínodo "nos ha hecho caer en la cuenta de que todos somos Iglesia" y ha sido, en sí misma, "expresión de un modo nuevo de ser", además de que se han sumado a ella personas alejadas de la fe, movimientos sociales y miembros de otras confesiones cristianas y de otras religiones.

UNIDAD EN LA DIVERSIDAD

El arzobispo emérito de Zaragoza ha estimado que el Sínodo ha de servir "para crecer todavía más en la comunión, favoreciendo la unidad en la diversidad", crecer la participación de todos, especialmente de los laicos, y "superar los prejuicios y estereotipos que obstaculizan la escucha", así como estar más atentos a la voz de las minorías y de los excluidos.

El prelado ha añadido que la mayoría de las respuestas recibidas afirman que hay que superar el excesivo clericalismo, que mantiene a los laicos al margen de las decisiones. Asimismo, la formación de estos últimos y la evangelización de los grupos profesionales e intelectuales "constituyen un desafío pastoral importante".

Según apuntan algunas respuestas de los grupos sinodales, ha continuado monseñor Vicente Jiménez, se pide a la Iglesia, en general, "que sea una comunidad misericordiosa, humana y caritativa, servidora y profética, abierta y valiente, que denuncie la injusticia, solidaria, alegre y esperanzada, al servicio de los más pobres y desfavorecidos, que cuide de la creación como la casa común, en la línea apuntada por el Papa Francisco en la encíclica Laudato si".

Asimismo, se considera que hace falta adaptar las estructuras de gobierno de la Iglesia "a un modelo más sinodal, que favorezca una mayor participación de todos los bautizados en la toma de decisiones". También es necesario un diálogo cercano entre la Iglesia y la sociedad civil, "tratando de hacer propuestas en positivo", ha constatado el prelado.

Igualmente, ha dicho, se ha de abordar a fondo el papel de la mujer en la Iglesia, participando en misiones de gobierno y responsabilidad, así como "hacer una opción prioritaria por acercarnos al mundo de los jóvenes y crear espacios en los que éstos puedan expresarse con su lenguaje". Otras cuestiones que se han planteado son potenciar una pastoral de acogida a las familias vulnerables, como pide el Papa Francisco, abordar con valentía los abusos sexuales en el seno de la Iglesia y transparencia en la gestión económica.

El prelado ha remarcado que el Sínodo no va ser un acontecimiento puntual que acabe en octubre de 2023, en Roma, con la reunión del Papa con los Obispos, "sino que es el inicio de un largo camino".

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