Nicolás López afronta el cargo de Vicario de la Diócesis de Huesca como un "nuevo reto muy ilusionante"

Actualizado: martes, 4 agosto 2009 18:23

HUESCA, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

Nicolás López afronta el cargo de Vicario de la Diócesis de Huesca como un "nuevo reto muy ilusionante". Así lo aseguró, en declaraciones a Europa Press, momentos después de darse a conocer este cambio que se desprende de la reorganización pastoral de la diócesis oscense, realizada por el Obispo de Huesca, Jesús Sanz Montes, de cara al curso 2009-2010.

Nicolás López, que continuará como delegado de enseñanza y servirá a varias parroquias de la zona de Siétamo, trasladó que "para mí este nuevo cargo es un reto y, sobre todo, es un servicio que tengo que prestar también a la Diócesis". Añadió que "todo sacerdote diocesano, se siente vinculado y tenemos un voto de obediencia y a la hora de presentarme Don Jesús esta misión dentro de la Iglesia la he asumido".

De esta manera, López sustituye en el cargo al hasta ahora vicario general, José Antonio Satué, que deja la vicaría general después de cinco años, el cabildo catedral y las parroquias de Labata, Aguas, Ibieca y Liesa, continúa como vicario judicial y delegado de medios de comunicación social. Comenzará su labor como párroco de Sariñena, La Estación de Sariñena y Lastanosa.

Este relevo genera otros cambios en la distribución de parroquias y de competencias. A este respecto, el obispo de Huesca, explicó que "en una diócesis, como realidad viva que es, los cambios están a la orden del día". Apuntó que "cuando los sacerdotes se jubilan, fallecen o caen enfermos, al no haber muchos, cualquier cambio provoca una cascada de cambios".

El Obispo, que tuvo palabras de agradecimiento hacia el hasta ahora vicario, José Antonio Satué, reconoció que ese cargo puede producir "desgaste", ya que el vicario debe atender varias cuestiones y en el caso de Huesca hay que tener en cuenta que su obispo también lo es de Jaca, además de otras responsabilidades en la Confederación Episcopal.

"En este caso, cuando el obispo es obispo de dos diócesis y tiene una encomienda en el Conferencia Episcopal, supone que el vicario de este obispo tiene un desgaste que no es el que podemos encontrar en otros vicarios de otros obispos que tengan menos complicación en cuanto a su agenda".

Por eso, dijo, "cuando José Antonio Satué me dijo que cuando se pudiera me gustaría volver al mundo d el aparroquia, lo entendí y Nicolás López, al quedar libre en las responsabilidades que tenía en los colegios, era la oportunidad, lo aceptó y hemos podido contentar a todos".

De cara al próximo curso, en la Diócesis se producirán nuevos cambios que se darán a conocer en el mes de septiembre.