El río Matarrañana y sus afluentes prosiguen su curso con grandes cantidades de agua, tras las lluvias

Actualizado: domingo, 23 diciembre 2007 20:09

TERUEL, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

Desde que el pasado jueves, 20 de diciembre, comenzara a llover provocando crecidas en la parte alta del río Matarraña, a su paso por las localidades turolenses de Beceite y Valderrobres, los caudales del Matarraña y de sus afluentes Tastavín, Ulldemó y Algás siguen contando con grandes cantidades de agua muy útiles para el desarrollo de la zona.

"Es una maravilla cómo está ahora el río", dijo el presidente de la comunidad de regantes del Matarraña, José María Puyol en declaraciones a Europa Press. A primera hora de la tarde de hoy domingo, 23 de diciembre, el Matarraña registraba a su paso por Caspe, 15 litros por metro cuadrado, a su paso por Nonaspe era de 22 litros por metro cuadrado y de 47 litros por metro cuadrado a su paso por Maella.

"Es sorprendente cómo varían las cifras en distancias tan cortas y la gran cantidad de agua que ha caído en una zona de tan pocos kilómetros", comentó Puyol, ya que Maella dista de Caspe, 20 kilómetros, y de Nonaspe 18. Desde las 00.00 horas del viernes hasta hoy domingo --en dos días y medio-- el embalse de Pena, situado en Valderrobres, contaba con 2 hectómetros y medio.

El embalse de Ribarroja de Fayón está vertiendo al río Ebro hasta 214 decámetros por segundo de agua. "La naturaleza es así de caprichosa y de sabia" apuntó el presidente de la comunidad de regantes del Matarraña, puesto que esta crecida es la mayor desde que las inundaciones del mes de octubre del año 2000 pasara a la historia y llega tras meses de sequía. Puyol añadió que "nos ha tocado el Gordo de la Lotería pero sin jugar".

José María Puyol explicó que no era normal que ocurran estas depresiones en el mes de diciembre, "lo habitual antes es que se produjeran en fechas de septiembre y de primavera. Estas aguas son el mejor regalo de las navidades".

El presidente de la comunidad de regantes quiso subrayar que siempre que han necesitado agua han podido contar con la ayuda de las comunidades de regantes del Altoaragón, de Bárdenas y del Canal de Aragón y Cataluña, y que "nos sentimos impotentes porque nos gustaría ayudarles ahora que en su ribera hay sequía y mucha agua de la que ha caído va a ir a parar al mar".