CALAMOCHA (TERUEL), 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los trabajadores del matadero de Calamocha, Pelbor, que desde el pasado 2 de noviembre permanecen encerrados en el ayuntamiento de esa localidad de la provincia de Teruel, van a ampliar sus acciones a las ciudades de Teruel y Zaragoza.
Si no reciben algún tipo de información sobre el futuro de la empresa que, ahora ven "negro", los trabajadores se concentrarán en la Plaza del Torico de la capital turolense y más adelante llevarán a cabo una protesta en la capital aragonesa.
El portavoz de los trabajadores, Mario Burillo, ha explicado a Europa Press que se aproxima el día en el que la empresa iniciará el concurso de acreedores, el 23 de octubre y "creemos que esto va demasiado lento". Según ha dicho, "los trabajadores estamos muy nerviosos" puesto que, la empresa está cerrada desde septiembre de 2009 y "no cobran nada desde el 15 de octubre" por lo que ven "el futuro demasiado negro".
De ahí que consideren que "ya no es suficiente" con el encierro que mantienen en el Ayuntamiento de Calamocha, por lo que ampliarán sus movilizaciones a Teruel y Zaragoza. Mañana, se concentrarán en la Plaza del Torico, a partir de las 12.00 horas, excepto que a lo largo de la presente jornada reciban alguna información que les haga cambiar de idea.
Burillo ha señalado que de momento "parece que sólo existe el proyecto de Caja Rural y desconocemos en qué consiste y tampoco se nos ha presentado una propuesta concreta sobre qué quieren de nosotros".
En cualquier caso, Mario Burillo ha asegurado que "los trabajadores llegamos a una declaración de intenciones con la empresa sobre la productividad y rentabilidad y hemos hablado de unos 3.300 cerdos que se deberían matar semanalmente". También, "presentamos unas propuestas referidas a flexibilidad, a la paz social y a la reducción de vacaciones y si la situación ha cambiado y hay que tomar otras medidas, estamos abiertos a ceder en nuestros derechos", pero "siempre de una forma pactada".
El portavoz ha insistido en que echan en falta más información, a pesar de que reconoce que "quizá tenga que ser así, con mucho sigilo". Aún así, ha insistido en que "de cara a los trabajadores ha habido muy poca transparencia, los días pasan y no hay noticias concretas". Y es que, ha resaltado que "estamos muy defraudados" con la empresa, pero también con el Gobierno de Aragón.
También ha manifestado que están preocupados por el futuro de la empresa porque no saben qué pasará si el próximo 23 de octubre se inicia el concurso de acreedores. "La empresa nos dijo que, en principio se extinguían las relaciones laborales, así que el futuro no es nada halagüeño", ha resaltado Burillo.
