ZARAGOZA, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Parlamento Europeo ha dado este martes el visto bueno, con el voto favorable de 524 diputados de los 602 presentes, a una ayuda procedente del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) para aquellas empresas aragonesas de venta al por menor --excepto de vehículos de motor y motocicletas-- que hubieran sufrido las consecuencias de la crisis económica entre el 1 de junio de 2009 y el 28 de febrero de 2010. En ese periodo, un total de 1.154 trabajadores, de un total de 593 empresas, perdieron su empleo en Aragón.
La ayuda contemplada en el FEAG asciende a un total de 2,4 millones de euros, de los que 1.560.000 euros serán aportados por la Unión Europea y 840.000 por el Gobierno de Aragón, según ha informado el Ejecutivo autónomo en un comunicado.
El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Alberto Larraz, ha expuesto que "es un programa que ya tuvimos el año pasado en marcha sobre la automoción y que tiene que ver con áreas que por la crisis han sufrido perdidas de empleo importantes. Se crea una ayuda para hacer un plan de formación y tratar de reintegrarlos al mercado laboral".
Ha añadido que "este año lo hemos dedicado al comercio porque es un sector que ha tenido muchas dificultades por la bajada de consumo y han perdido un volumen importante de empleo" y ha explicado que, además de la formación "tienen ayudas específicas dinerarias para la ayuda a la búsqueda intensiva de empleo con hasta 200 euros mensuales, ayuda a dependientes en vivienda con otro 200 euros y un subsidio salarial de 300 euros a los que vuelven al trabajo, durante tres meses".
El 6 de mayo de 2010 España presentó una solicitud ante el Parlamento Europeo solicitando la contribución financiera del FEAG a raíz de un despido de trabajadores en 593 empresas aragonesas cuya actividad corresponde al comercio al por menor.
Con el fin de justificar la relación entre los despidos efectuados y la crisis financiera mundial, España argumentó que estas circunstancias provocaron una falta de liquidez entre las entidades financieras y generaron preocupación sobre su solvencia.
Una preocupación que se trasladó después a la economía real como consecuencia de la supresión de las facilidades de crédito y la disminución de la confianza de las empresas y de los consumidores. Así las cosas, el aumento del desempleo y las reducciones de las horas de trabajo, junto con la escasez del crédito y la preocupación ante el riesgo de que el mercado de trabajo se contrajera aún más, explican el descenso de las ventas al por menor experimentado.
Para que la solicitud pueda ser tenida en cuenta, es preciso que el despido se haya producido a lo largo de nueve meses y que haya afectado al menos a 500 trabajadores de empresas cuya actividad se desarrolla en el marco de una misma división de la NACE REV.2 (clasificación europea de actividades económicas) en una región o en dos regiones contiguas de un Estado miembro.
Por lo que respecta a los trabajadores afectados, del total de 1.154, 312 eran hombres y 842 mujeres. 900 tenían entre 25 y 54 años, 173 de 15 a 24 años y 81 se sitúan por encima de los 55 años. En cuanto al desglose por categorías de ocupaciones destacan, entre otros: 310 vendedores de comercios y mercados; 325 oficiales, operarios y artesanos de artes mecánicas y de otros oficios; ó 124, que eran trabajadores no cualificados.
Las medidas que se van a llevar a cabo y para las que se destinarán 2,4 millones de euros, están combinadas con el objetivo de formar un conjunto coordinado de servicios personalizados que contribuyan a la reincorporación de los trabajadores al mercado laboral.
Dichas medidas se organizan en cuatro grupos: Orientación, asesoramiento y búsqueda de empleo; formación general y reciclaje; formación sobre desarrollo personal; reinserción en el empleo; e incentivos.
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