EL BURGO DE EBRO (ZARAGOZA), 11 (EUROPA PRESS)
La Autopista Autonómica de peaje en sombra que conectará las poblaciones zaragozanas de El Burgo y Villafranca de Ebro entrará en funcionamiento en mayo del próximo año. Este tramo se convertirá en "el punto de arranque" del quinto cinturón de la ciudad de Zaragoza, según anunciaron a los medios de comunicación el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, y el consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Javier Velasco, en la misma zona de obras.
"Estamos en la primera fase de lo que sería el arranque del quinto cinturón", unas obras "que está ejecutando el Gobierno de Aragón en un estado ya muy avanzado y esperamos que concluyan en mayo de 2008", de manera que la autopista de nuevo trazado unirá la carretera N-II, entre las poblaciones de Villafranca de Ebro y Nuez de Ebro, hasta la carretera N-232, en su enlace con la A-222, en El Burgo de Ebro.
Por su parte, el quinto cinturón uniría "El Burgo con la actual autovía que está haciendo el Gobierno de Aragón; con la A-23, la carretera que va a Zaragoza, Teruel y Valencia, a la altura de María de Huerva-Botorrita; y después conectaría con la A-2, antes de llegar al puerto de La Muela. Estamos hablando de hacer un cinturón a unos 25 kilómetros de distancia de lo que sería el punto central de Zaragoza", aseveró, un tramo de unos 42 kilómetros cuyo presupuesto rondaría los 180 millones de euros, pero que daría lugar a un ahorro de tiempo, a 120 kilómetros por hora, de unos 15 minutos.
Con eso se conseguirían "dos objetivos fundamentales". Primero, "todos los vehículos de largo recorrido, los que realizan el trayecto Madrid-Barcelona fundamentalmente, no tendrían que tocar la zona de afección de la ciudad" donde existe tanto tráfico pesado como el propio de la capital.
Esa es la zona donde se ubica en el polígono de La Muela, "Pla-Za con un potencial grandísimo, y surgen desarrollos urbanísticos de la zona con Arcosur y Valdespartera; tenemos las salidas de la A-68, la de Huesca, y el Actur; ahí hay una zona que siempre va a tener dificultades" de tráfico "y la solución es definitiva es que los tráficos de gran recorrido no toquen Zaragoza, que pasen a 20 kilómetros de la ciudad", para que todo ese espacio del cuarto cinturón quede libre", apuntó Velasco.
De momento, el consejero de Obras Públicas señaló que se debe comenzar a realizar los trámites oportunos, así como las conversaciones con el Ministerio de Fomento para estudiar la viabilidad del proyecto del quinto cinturón y buscar formas de financiación. "Nuestro compromiso es que en los próximos años avanzaremos en los estudios informativos, de impacto ambiental, y en la redacción de proyecto", afirmó.
Así, éste no es "un problema de plazos es un problema de ver si esta es una alternativa real y que, si prevemos que dentro de cinco o seis años va a haber problemas" de saturación de la circulación en la zona, "que no nos encontremos en ese momento en punto cero para arrancar un proyecto, es decir que tengamos una parte amplia ya avanzada, porque está demostrado que cuesta mucho más tiempo hacer todo el trabajo preparativo que la ejecución de la obra" en sí misma.
En estos momentos, "el Ministerio ha adjudicado un proyecto para hacer un tercer carril en esta zona, pero este carril también se nos va a llenar de tráfico. Por lo tanto no queremos esperarnos a dentro de seis o siete años cuando no se pueda ampliar más la infraestructura".
Además, este cinturón "sacaría entre 12.000 y 15.000 vehículos al día de la ciudad. Por ejemplo, en este momento por la autovía Mudéjar circulan 11.000 vehículos diarios. Este cinturón de arranque saldría con 12.000 o 15.000 vehículos día, y si sacas ese flujo de la capital haces funcionar toda la circunvalación", consideró Velasco, y se propicia "un ahorro de ocho kilómetros".
Por su parte, el presidente Marcelino Iglesias añadió que la obra que iniciada forma parte de "un plan que pretende hacer el gran cinturón por el sur de Zaragoza en los próximos años y por eso empezamos aquí porque es el tramo de obra más costosa e importante, porque tiene la gran infraestructura sobre el Ebro y las dos grandes rotondas", motivo por el que "hablamos ya con Fomento para darle a este proyecto continuidad".
Así, este primer tramo, la Autovía Autonómica, deberá estar operativa para la Expo 2008, "tenemos que estar preparados no sólo para recibir a mucha gente sino para que las grandes infraestructuras en los próximos años respondan a lo que es Zaragoza, que es la ciudad que más está creciendo del conjunto de ciudades españolas", aseveró.
Ésta será "la primera autopista autonómica que se construye, y estamos haciendo dando forma al germen de la siguiente autopista que es la de Cariñena a Gallur", proyecto que "espero que lo podamos desarrollar durante la siguiente legislatura", concluyó.
AUTOPISTA AUTONÓMICA
De momento, y como punto de arranque del quinto cinturón, la UTE formada por Acciona-Bures y Fernández y Arascón es la encargada de desarrollar el proyecto de la Autopista Autonómica que une El Burgo y Villafranca, por un importe de adjudicación de 154.627.305 euros, y con un coste de la infraestructura de 58.418.880 euros.
Las obras se iniciaron el pasado verano y está previsto que concluyan en mayo de 2008. La estructura de mayor volumen de este trazado son los dos viaductos paralelos sobre el río Ebro, de 400 metros de longitud cada uno. En tres minutos, estimó el consejero Javier Velasco, "se pasará de un lado a otro de la autopista", mientras que en estos momentos hay que hacer un trayecto de "cerca de 40 kilómetros" para llegar de una localidad a otra.
La concesión del usufructo de esta autopista a las empresas por parte del Gobierno de Aragón es por 30 años. El concesionario cobrará el peaje en sombra al Ejecutivo aragonés desde el momento en que se ponga en marcha el servicio, y se hará cargo de la explotación y el mantenimiento de la autopista.
Por su parte, el Gobierno aragonés abonará trimestralmente la cantidad correspondiente a ese peaje, cantidad que resultará de multiplicar las tarifas vigentes por el número de vehículos por kilómetro. Tras los 30 años de concesión, en el año 2035, la infraestructura quedará integrada en la Red Autonómica de Carreteras.