Zaragoza.- El Convento de Mínimos de la Victoria se convertirá en la futura sede del Museo del Fuego y de los Bomberos

Actualizado: jueves, 25 enero 2007 14:36

ZARAGOZA, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

El teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Antonio Gaspar, junto al concejal de Equipamientos, visitaron hoy el edificio del antiguo convento de Franciscanos Mínimos de las Victoria, que data del siglo XVI. Las obras de rehabilitación de este edificio servirán para convertirlo en la futura sede del Museo del Fuego y de los Bomberos.

La inversión global para su adecuación asciende a 7,1 millones de euros y está financiada al 50 por ciento por el Ayuntamiento de Zaragoza y el Ministerio de Fomento (Dirección General de Urbanismo y Arquitectura). El arquitecto director se José Javier Gallardo Ortega y la empresa contratista es FCC Construcción, S.A.

Los trabajos para su recuperación se reanudaron en 2004 tras la aprobación del proyecto reformado de este importante equipamiento que forma parte del programa de actuaciones del Plan Integral del Casco histórico (PICH) y supone una importante contribución a la rehabilitación del entorno urbano en el que se enmarca.

Antonio Gaspar explicó que, en estos momentos, las obras se encuentran en su fase final con la rehabilitación de la planta baja, que es "la última que se va a tratar", y la puesta de la cubierta sobre una estructura metálica.

"La previsión es que para este verano el edificio esté concluido para que se pueda instalar todo el programa museístico del Fuego". De esta manera, se podrá "visitar ya en el acontecimiento de la Expo porque estará funcionando a pleno rendimiento", señaló el teniente de alcalde de Urbanismo.

Asimismo, Antonio Gaspar destacó que el convento es uno de los "espacios para la ciudad, pero también para los visitantes, puesto que va a ser un museo de rango nacional". En este sentido, el edificio rehabilitado tendrá dos vertientes, una para "servicio público (Parque de Bomberos), y al mismo tiempo, un museo con la historia de cuáles han sido los avances en la prevención de incendios, así podremos ver la historia de la lucha contra el fuego".

El teniente de alcalde de Urbanismo subrayó que desde su Área están incidiendo "en esa política de crear grandes espacios, espacios que los ciudadanos puedan encontrar el esplendor de algunos edificios que forman parte de nuestra ciudad y encontrar espacios de calidad de vida". Además, Gaspar remarcó que este edificio iba a dotar al Casco Histórico de "centralidad", junto a otro de los edificios "más emblemáticos" de esta zona de la capital aragonesa, como el Palacio de Fuenclara.

El proyecto contempla la adecuación de la totalidad del inmueble para un Parque de Bomberos, modernizado y reagrupado en sus dependencias, que comprende básicamente el actual garaje o nave de vehículos y las zonas en la primeras y la segunda plantas superpuestas sobre esta nave. Además, se contempla el Museo del Fuego y los Bomberos, que comprende el recinto del claustro, con sus fachadas interiores, patio y dos alas del mismo (sur y oeste).

La implantación del Museo del Fuego y los Bomberos en el antiguo convento de Franciscanos Mínimos supone la creación de un museo de características singulares, no sólo atrayente para niños y adultos sino también muy formativo a todos los niveles y de interés para estudiosos.

También supone ser un museo único en España y comparativamente al nivel de los mejores europeos y americanos por la variedad y calidad de sus fondos. Se recupera un edificio histórico muy importante y el conjunto, unido al Parque histórico y el Parque actual, resulta ser un complejo de alto valor urbano y cultural.

EL EDIFICIO CONSERVADO

El edificio monástico llegó a la actualidad bastante transformado por las sucesivas utilizaciones a que se ha destinado en estos dos últimos siglos. No obstante, conserva el núcleo de la edificación más importante, el patio claustral alrededor del cual se disponen las estancias destinadas a servicios públicos (bomberos y talleres). El acceso es a través de un amplio zaguán abierto en uno de los lados de la galería claustral con entrada por la calle Pignatelli, cubierto por un forjado o techumbre de vigas estriadas apoyadas en zapatas de volutas y bovedillas.

La galería del piso bajo se cubre con bóvedas de arista, seis tramos, separadas por arcos perpendiculares al muro, que en algunos de los lados se han caído quedando visible el forjado de vigas. Abre el patio por una arquería compuesta por seis grandes arcos de medio punto, doblados y separados por pilastras dóricas, ahora cerrados con puertas.

El piso superior ofrece también la misma disposición de seis arcos separados por pilastras, en este caso arcos rebajados que presentan un sistema decorativo habitual en las galerías de arquillos de la arquitectura del siglo XVI, lo que se conoce como doble línea de impostas del arco a base de una hilada de ladrillos en saledizo, y en las jambas del arco se traza por el mismo procedimiento la segunda línea de impostas y que corre paralela a la misma.

El conjunto de gran monumentalidad ofrece una muestra de la arquitectura monástica de transición de los siglos XVI y XVII, muy clasicista y de gran elegancia y armonía en la disposición de sus elementos formales. Su estudio y por tanto su conservación es fundamental, ya que se trata de la única construcción conventual conservada de las numerosas fundaciones que se hicieron al filo del siglo XVII y que han desaparecido por diversos avatares históricos.

INTERVENCIONES

La intervención arquitectónica se desarrolla en lo que fue el antiguo convento de los Mínimos de la Victoria, ya que en el volumen de la antigua iglesia se ha situado el Parque de Bomberos, número 2.

El conjunto museístico se desarrolla en planta sótano, planta baja y dos alzadas conformando una "U" que sitúa el volumen del nuevo parque de bomberos en su lado abierto. Asimismo, se conserva y recupera el sótano abovedado de fábrica de ladrillo visto, con el objeto de su utilización como sala de exposiciones temporales.

Una vez ejecutados los trabajos de conservación de bóvedas y forjados de madera del claustro y espacios interiores, se define la disposición de las dependencias administrativas y expositivas del museo.

El acceso al mismo se establecerá a través de la Plaza de la Victoria, por la fachada conservada de Ricardo Magdalena. De esta manera, se define un primer cuerpo que limita con la calle de la obra, donde se enmarcan en planta baja, la zona de recepción de visitantes, tienda y salón de actos; y en plantas alzadas, los usos administrativos, almacenes, aularios interactivos y biblioteca.

La biblioteca se resuelve como cuerpo independiente que arranca en planta primera y se desarrolla en tres niveles, situando su cota por encima de la del resto del conjunto, tal y como aparece documentado en los planos históricos del año 1867.

La "L" que define el resto del conjunto museístico está destinada, casi en su totalidad, a salas de exposición permanente-interactivas; excepción hecha de la zona recayente a la calle Pignatelli que en planta baja sitúa la cafetería, el taller de restauración de vehículos antiguos y el espacio para aseos destinados a público que se repite en la planta primera.

Los espacios expositivos que conforman la "L" en la planta primera, son volúmenes únicos desarrollados en dos niveles, con el fin de arriostrar horizontalmente muros de carga de gran altura. la iluminación natural de este cuerpo es indirecta a través de un lucernario longitudinal en cubierta, que marca la "L" expositiva.

Entre el volumen longitudinal que limita con la calle de la obra y el conjunto expositivo en "L" emerge, como nexo de unión y articulación entre los dos espacios, el cuerpo donde se contiene la escalera y cúpula barroca que, una vez recuperadas, resolverán el punto de comunicación vertical "noble" del edificio.