ZARAGOZA 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Museo Camón Aznar de Ibercaja en Zaragoza acoge desde hoy y hasta el 1 de abril una exposición del pintor Santiago Rusiñol, exponente del modernismo catalán, en la que a través de 34 obras se hace un recorrido por la evolución cronológica, temática y estilística de este artista que trabajó hasta el final de su vida "para conseguir una pintura más perfecta, y que al final consiguió".
Así lo manifestó el comisario de la exposición Arturo Navallas, quien explicó que la muestra ofrece obras realizadas entre los años 1884 y 1930 y que calificó como "un reportaje de la vida del artista", cuya pintura se basa "en dos grandes conceptos", su interés por realizar una representación fiel de la naturaleza y su afán por captar la sensibilidad de la naturaleza humana dentro de un espacio.
La exposición contiene obras cedidas por 17 instituciones y de 13 colecciones particulares y entre ellas se pueden ver paisajes, fábricas, patios interiores, dos retratos, tres carteles de obras de teatro --dos de ellos anuncian obras escritas por el propio Rusiñol--, y jardines.
Arturo Navallas explicó que las 34 obras muestran las tres etapas que vivió el artista. La primera, entre 1875 y 1979, se caracteriza por el naturalismo y realismo, periodo en el que se centró en pinturas de paisajes y de fábricas. La muestra ofrece una obra de la fábrica de telares de su familia, entre otras.
Le sigue la etapa de 1890 a 1895 en la que combinó sus estancias en París --ciudad a la que viajó 14 veces-- y en Sitges (Cataluña), y en la que descubrió el impresionismo y el luminismo. La exposición contiene obras de ambientes parisinos --parques, el río Sena y paisajes interiores del barrio de Montmartre-- y paisajes y patios interiores catalanes, con un tratamiento intimista de la figura humana en estos últimos.
La tercera etapa, la del simbolismo, abarca desde el año 1995 y hasta su muerte en 1931. La exposición ofrece pinturas de sus conocidos jardines, llenos de color, y que están "planificados como un gran decorado", poseyendo cada uno de ellos "luces y composiciones diferentes", señaló Navallas.
También se muestran, según el comisario, "sus tres mejores carteles", que anuncian obras de teatro, dos de ellas escritas por él, "L'alegria que passa" y "Fulls de la vida". También hay un retrato del pintor Gaspar Terrassa, obra de la que el Navallas subrayó la influencia de El Greco.
Rusiñol evoluciona no sólo en los estilos sino en el uso de los colores y luz, relató el comisario, pasando de los agrisados y mortecinos, a escenas más luministas, en las que el pintor "abre la paleta", dando entrada a azules y blancos, y llegando finalmente a una "eclosión de color" introduciendo verdes, rojos y amarillos en sus jardines.
EL TEATRO Y LOS VIAJES
Arturo Navallas destacó la influencia del teatro en la pintura de Rusiñol. "El teatro está en casi todas sus obras, a veces vemos verdaderos escenarios, en los que hay una interpretación y una intención, llegando el artista a dirigir al espectador, llevándolo a donde él quiere a través de las líneas de fuga".
El comisario precisó, asimismo, que la faceta de "sempiterno viajero" que caracterizó a Rusiñol se refleja "en el carácter geográfico" de su trayectoria pictórica. La influencia de su vida en sus cuadros es fruto de la vocación del artista al "arte total" por la que optó, a pesar de provenir de una familia de la burguesía catalana dedicada a la industria del telar. Este ambiente también se refleja en sus obras, siendo "el mejor reportero gráfico de la industrial textil catalana", comentó Navallas.
EL ARTISTA PURO
El responsable de Exposiciones de la Obra Social de Ibercaja, Gonzalo de Diego, se refirió a esta opción de Rusiñol por el arte, que se centralizaba en ese momento en París y que ha llevado a los organizadores de la muestra a utilizar como portada del catálogo la obra "Gran Bal", una pintura de un paisaje de interior de Montmartre, en la que una figura femenina toma el protagonismo.
De Diego explicó que Rusiñol constituyó un hito en la aparición del artista puro. Según precisó, consiguió que el arte pasara a ser una profesión socialmente reconocida y que se definiera al artista como alguien "sensible, emotivo, inconformista, independiente, sacrificado".
De Diego recordó que Rusiñol fue uno de los animadores del movimiento modernista de Barcelona 'Els Quatre Gats' y en su casa de Sitges organizó las famosas fiestas modernistas. También se refirió a su faceta como escritor de novelas y obras de teatro, estrenándose estas últimas con éxito de público, además de que escribió crónicas periodísticas y tradujo al poeta francés Baudelaire.
ÚLTIMA EXPOSICIÓN ANTES DE LAS OBRAS
La exposición "Santiago Rusiñol" es la última que organiza el Museo Camón Aznar de Ibercaja, que cerrará sus puertas durante un año para someterse a unas obras de reforma. Este espacio ha ofrecido durante 27 años numerosas exposiciones.
La exposición de Rusiñol se enmarca dentro de la atención que Ibercaja está ofreciendo modernismo catalán, del que ya organizó otra exposición con las obras de Ramón Casas, contemporáneo de Rusiñol y con quien compartió casa en París, y que se cerrará con la muestra que tendrá lugar en mayo en el Centro de Exposiciones y Congresos de Isidro Nonell.
La exposición "Santiago Rusiñol" se podrá visitar de martes a viernes de 9,00 a 14,15 horas y de 18,00 a 21,00 horas; los sábados de 10,00 a 14,00 horas y de 18,00 a 21,00 horas; y los domingos y festivos de 11,00 a 14,00 horas.