Zaragoza.- Sabina y Serrat inician en el Pabellón Príncipe Felipe de la capital una gira "divertida" e "irrepetible"

Actualizado: jueves, 28 junio 2007 17:51

ZARAGOZA, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina inician mañana en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza una gira "divertida" e "irrepetible", cargada de la complicidad que rodea a estas dos figuras de la música española. "Hasta en el concierto cuesta salirse de esta complicidad", "como de Pimpinela, que nos da un poco de asco" y "encima él --en referencia a Sabina-- es un sobón", bromeó Serrat.

Los dos cantautores ofrecieron hoy en la sede de CAI en Zaragoza una rueda de prensa en la que las bromas entre ambos protagonizaron en todo momento sus palabras. Buena sintonía, respeto y mucha complicidad parecen ser los ingredientes principales de la gira 'Dos pájaros de un tiro' que les llevará a recorrer los escenarios de toda España y buena parte de Latinoamérica en más de sesenta conciertos, los dos primeros en el Pabellón Príncipe Felipe de la capital aragonesa.

En este sentido, "Zaragoza es un estupendo lugar para empezar una gira" ya que "nunca hemos dejado de pasar por aquí", recordó Joaquín Sabina, y para comenzar en la capital aragonesa ambos tienen "razones de todo tipo, sentimentales y también geográficas", dado que la ciudad guarda una distancia similar con Madrid y Barcelona, añadió Serrat.

'Dos pájaros de un tiro' comenzó porque "Serrat se puso a la faena", señaló Sabina, "un día que empezamos a hablar de nuestras enfermedades", apuntó Serrat, y planteada la idea "ya no podía echarme atrás ni tampoco quería volver a atrás", comentó Sabina.

Además, "quien sabe si mañana es la última ocasión para ver a Sabina" en concierto, bromeó el catalán. Sobre sus respectivos sustos en el terreno de la salud, Serrat señaló que "cuando sucede una desgracia los amigos alientan, acompañan y te dicen que ya pasará. Pues bien, ya ha pasado y ahora hay que mirar al futuro, y con la misma ilusión que cuando tenía cinco años".

Con esta ilusión afrontan sus dos conciertos en Zaragoza, con los que inician su extenso tour. Ni Serrat ni Sabina quisieron adelantar muchos detalles de estas dos citas; "no hemos estado cavilando todo este tiempo para contarlo, eso hay que verlo y compartirlo", afirmó Serrat.

No obstante, sí explicaron que en el escenario "estamos juntos, solos y muy revueltos, y lo mismo ocurre con las canciones", dado que el público tendrá la ocasión de escuchar los temas de uno en la voz del otro, canciones propias cantadas por su autor, y dúos. Respecto a cantar las canciones del otro "Serrat me ha robado las mejores, y yo he intentado hacer lo mismo con las suyas, pero todas son buenas", consideró Sabina.

Así, de un repertorio "de 30 ó 40 canciones", "siempre alguien dirá 'no han cantado ésta o la otra', es algo natural, que le vamos a hacer", porque "si cada uno hiciera un concierto como éste, lo plantearía de forma distinta", indicó Serrat. Para "el que se sienta defraudado, hemos establecido un mecanismo para no devolverle la entrada", bromeó Joaquín Sabina.

También se sabe que ambos versionarán una canción del "maestro" Peret."Es difícil adaptar sus canciones, pero la incluimos porque era un canto muy reivindicativo", el decir "no estamos muertos, estamos de parranda", apuntó Serrat, y esa es la idea que quieren imponen es sus actuaciones, ya que los "conciertos pretenden ser una fiesta". También avanzaron que Sabina cantará en catalán, "pero en la zona catalanoparlante", aclaró.

Tras años de carrera musical, tanto uno como otro tienen una larga lista de amigos siempre dispuestos a compartir escenario y aventuras junto a ellos. Muestra de ello, la rueda de prensa celebrada hoy ha contado con la presencia de otro cantautor, el aragonés Joaquín Carbonell.

Sobre la posibilidad de que durante los conciertos sus amigos subiesen al escenario a cantar, Serrat afirmó que "evitaremos el intrusismo, pero no se si será posible porque el entusiasmo de nuestros amigos es grande", pero en cualquier caso "esperamos que nuestros amigos estén debajo --entre el público-- y pagando la entrada", añadió sonriendo.

Ante todo, "lo que nos importa es que el concierto de mañana sea fluido, y que parezca que estamos en la sala de estar de nuestra casa", lo que significaría que el recital está "muy trabajado", aseguró Serrat.

Para Sabina, una gira como la que comienza supone poner un "chip distinto, y muy cómodo porque Serrat tiene las ideas muy claras, pisa muy fuerte en el escenario, y yo me apoyo en su hombro" dejando que haga, "y cuando no actúo soy un fan más" de Serrat "y se me cae un poco la baba" escuchando sus canciones, confesó. Por eso, todo lo que implica la fiesta, "los conciertos, la copa de después, la comida de antes y las risas en el hotel", va a ser "una fiesta divertida".

"De aquí a seis meses habremos pasado por una experiencia de roce y cotidianidad" que podría convertirse en un "riesgo de desgaste si el material no es sólido, pero llevamos tiempo preparando el repertorio", manifestó el cantautor catalán. Además, "estoy muy tranquilo porque trabajo con un compañero riguroso, fantástico, y gran artista" como es Joaquín Sabina, sabiendo que "si te empitonan alguien te echará un capote", en una gira en la que lo importante, "lo que hace falta, es que uno respete el trabajo del otro" algo que de momento "funciona bien".

"RESPETO ENVIDIOSO"

Precisamente sobre esa necesidad de respeto mutuo, Joan Manuel Serrat reconoció sentir un "respeto envidioso de las canciones de Joaquín, porque piensas por qué no se me ocurrió a mí contar esa historia, y por eso me gusta esta oportunidad" de realizar una gira conjunta "porque amo al tipo y amo a las canciones, y en un concierto habitual sería sorprendente" utilizar otro repertorio que no fuera el propio, de forma que no se puede perder "una ocasión así" porque "son irrepetibles".

Alabando también a su compañero, Sabina indicó que "yo era vicepresidenta de su club de fans, y al comerme sus canciones y tener que hacerlas mías he visto que su repertorio es ejemplar", aseveró.

En esta gira, en la que recorrerán más de 55 ciudades españolas y latinoamericanas, no se escucharán temas inéditos, "para eso sería necesario un trabajo de concentración y de expresión y hubiéramos tenido que estar un año" preparando las canciones, "y a saber si el resultado nos hubiera gustado a los dos", señaló Serrat. Lo que sí surgirá del maratoniano tour, será un disco "con los mejores momentos de la gira en el escenario", avanzó Sabina.

Junto a ellos, entre los músicos que les acompañarán se encuentran "dos baturros", dos ejeanos, además de otros músicos, "los de más confianza" tanto de Sabina como de Serrat, como Ricardo Miralles o Pancho Varona. Ellos afrontarán un tour que quizás los traiga de nuevo el día 9 de octubre a Zaragoza. "Aún no sabemos si estaremos aquí otra vez, pero nosotros encantados", aseguró Serrat.

Sobre su público, "uno no elige al público, éste te elige a ti", recordó el catalán, estimando que lo que se encontrarán en cada lugar es un público "bastante amplio". "A mí me gustaría que fueran los nietos y los abuelos, y las monjitas de clausura que toman cerveza, que son más divertidas", y "que venga el que quiera, pero pagando", bromeó nuevamente Serrat.

Las entradas para el concierto de mañana en el Príncipe Felipe ya están agotadas, pero los zaragozanos podrán disfrutar de ellos en el segundo concierto que ofrecerán en este mismo espacio el sábado, 30 de junio, recital para el que sí quedan entradas disponibles. Ambos conciertos comenzarán a las 22,00 horas.